El exjefe de la inteligencia militar venezolana, Hugo Carvajal Barrios, encarcelado en un centro penitenciario norteamericano tras ser extraditado por España mientras aguarda su sentencia, prevista para febrero de 2026,ha lanzado una de las denuncias más graves que se recuerdan contra el régimen comunista de Nicolás Maduro, en una carta dirigida al expresidente Donald J. Trump donde afirma que Venezuela se ha convertido en una “organización narcoterrorista” que libra una guerra encubierta contra Estados Unidos. En una carta enviada al The Dallas Express, Carvajal, antiguo hombre fuerte de la seguridad chavista y figura clave en su aparato militar y político, sostiene que Maduro y su círculo utilizan el narcotráfico, las redes criminales y la manipulación electoral como armas estratégicas para desestabilizar a la nación norteamericana y sus instituciones democráticas.

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En la misiva, Carvajal —detenido desde 2019 por cargos de narcotráfico y considerado durante años uno de los arquitectos del aparato de inteligencia chavista— afirma que la expansión del crimen organizado vinculado a Venezuela no es una consecuencia colateral del colapso económico, sino un proyecto estatal destinado a exportar inestabilidad. Asegura que estructuras como la organización narcocriminal Tren de Aragua fueron “creadas, fomentadas y desplegadas” deliberadamente por el régimen para infiltrarse en otros países del continente, incluido Estados Unidos, donde su presencia ha sido detectada en ciudades con fuerte presión migratoria y repunte de delitos violentos.

Carvajal sostiene además que el narcotráfico cumple un papel central en esta estrategia. Según su testimonio, el régimen habría convertido las rutas de cocaína en un mecanismo de financiación y, al mismo tiempo, en un arma política diseñada para erosionar la sociedad estadounidense desde dentro. A su juicio, la droga, la trata de personas, la corrupción institucional y el flujo de grupos criminales por las fronteras forman parte de una operación combinada para debilitar la seguridad nacional estadounidense y entorpecer la capacidad de respuesta de sus agencias federales.

La carta también incluye acusaciones relacionadas con la manipulación electoral. Carvajal afirma que empresas tecnológicas vinculadas a Venezuela —como Smartmatic— habrían sido utilizadas para influir en procesos electorales internacionales. Aunque no aporta pruebas directas en el documento divulgado, asegura que la infraestructura tecnológica creada en el chavismo fue pensada para operar a escala global y servir como herramienta geopolítica para aliados ideológicos del régimen.

El momento elegido para enviar la misiva no es casual. Según The Dallas Express, Carvajal pretende advertir a Trump de que las medidas adoptadas durante su mandato contra Maduro, incluidos los operativos antinarcóticos en el Caribe y las sanciones económicas, eran una respuesta proporcional a una amenaza que calificó como “existencial” para Estados Unidos. Asegura que el régimen venezolano no actúa únicamente como un adversario político o diplomático, sino como una entidad hostil que concibe a la sociedad estadounidense como un enemigo a neutralizar mediante herramientas criminales y operaciones clandestinas.

La demoledora misiva podría reactivar el debate sobre el papel de Venezuela en el narcotráfico hemisférico y sobre la naturaleza del propio régimen. Carvajal, que conoce desde dentro la estructura de poder chavista, ya había colaborado previamente con autoridades internacionales, pero nunca antes había formulado una acusación tan directa sobre una supuesta guerra narcoterrorista contra Estados Unidos. Expertos consultados por medios estadounidenses señalan que las afirmaciones del exjefe de inteligencia obligarían a replantear la política exterior hacia Venezuela y abrirían la puerta a acciones coordinadas para combatir no solo a organizaciones criminales aisladas, sino también a sus supuestos patrocinadores estatales.

La denuncia se produce en un contexto de creciente preocupación por la expansión del crimen organizado en América Latina y por su penetración en territorio estadounidense. Las palabras de Carvajal, difundidas por The Dallas Express, apuntan a un escenario en el que el narcotráfico, el terrorismo, la ingeniería electoral y la infiltración criminal serían parte de una política exterior encubierta del régimen de Nicolás Maduro, que mantiene numerosas conexiones con el Gobierno totalitario de Pedro Sánchez. Una acusación de este calibre añade nuevas sombras a la crisis venezolana y, sobre todo, proyecta sus efectos como un desafío directo a la seguridad nacional de Estados Unidos, elevando la tensión diplomática y abriendo un debate que promete intensificarse en los próximos meses.