El Instituto Geográfico Nacional (IGN) registró en la madrugada de este lunes un terremoto de magnitud 4 con epicentro en el municipio alavés de Iruña de Oca. El seísmo se produjo a las 00:10 horas, a una profundidad de cero kilómetros, y su epicentro se localizó al noroeste de la localidad, según los últimos datos ofrecidos por el organismo estatal.

El temblor no solo se dejó sentir en la zona epicentral: sus efectos alcanzaron también a Vitoria, situada a unos 21 kilómetros, donde numerosos vecinos percibieron la sacudida. Varios de ellos, que ya estaban dormidos a esa hora, se despertaron sobresaltados por la vibración. Zonas de Vizcaya y Guipúzcoa también sintieron los efectos del seísmo.

En Iruña de Oca, donde el impacto fue más notable, se detectó además una pequeña réplica tras el primer movimiento. El alcalde del municipio, Miguel Ángel Montes, realizó un recorrido por los cinco núcleos que conforman la localidad para comprobar personalmente si se habían producido daños.

«Ahora hay tranquilidad, no ha pasado nada, pero ha sido un susto muy, muy grande», declaró a EFE. El regidor describió el fenómeno como «dos golpes muy fuertes, como dos explosiones», y relató que incluso la mesa en la que trabajaba «se ha movido entera».

Las llamadas de vecinos que se despertaron alarmados no tardaron en llegar al Ayuntamiento. «Lo ha notado todo el mundo, se han movido las camas», añadió Montes, quien reconoció que “es la primera vez que ocurre algo así” en la localidad.