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Jueves, 11 de Diciembre de 2025 Tiempo de lectura:
Joseba Antxon Alonso Egurrola

El "guipuchi": historia del empresario que tejió desde la sombra las alianzas de Pedro Sánchez con el nacionalismo vasco

Antxon Alonso, detenido en Vizcaya, es la pieza que conecta al PSOE con el nacionalismo vasco. Un intermediario discreto que convirtió una pequeña empresa de eventos en la llave de contratos millonarios

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Las esposas se cerraron sobre las muñecas de Joseba Antxon Alonso Egurrola en la mañana del jueves, en algún lugar de Vizcaya. Era la tercera detención en una operación que había comenzado horas antes con los arrestos de Leire Díez y Vicente Fernández. Pero este arresto tiene un significado distinto. Porque Antxon Alonso —el "guipuchi", como le llamaban en los audios interceptados— no es solo otro empresario en una trama de corrupción. Es el hombre que abrió las puertas del nacionalismo vasco a Pedro Sánchez.

 

El constructor de puentes políticos

 

Nacido en Elgoibar, municipio guipuzcoano de 11.000 habitantes, Alonso estudió magisterio en Eskoriatza aunque nunca ejerció como profesor. Desde joven se dedicó a la compraventa de inmuebles y terrenos, construyendo una red de contactos que trascendería lo meramente empresarial. Según declaraciones del propio Santos Cerdán, conoció a Alonso en 2006, cuando era concejal en la oposición en Milagro, y mantenía con él una "relación bastante fuerte de amistad" desde 2011.

 

Pero la verdadera dimensión de Antxon Alonso no se comprende en los registros mercantiles. Cerdán reconoció que Alonso fue "fundamental" en las negociaciones con PNV y Bildu para lograr apoyos parlamentarios que permitieran al PSOE formar Gobierno. Era, en palabras de Cerdán ante el Supremo, "una persona que viene del mundo nacionalista, simpatizante o del entorno del PNV".

 

La reunión del caserío

 

Mayo de 2018. España política arde con el caso Gürtel y la moción de censura contra Mariano Rajoy está en el aire. En ese momento crucial, Antxon Alonso organiza encuentros secretos entre Arnaldo Otegi, líder de EH Bildu, y Santos Cerdán en un caserío del País Vasco, en un radio de 40 kilómetros entre el Aeropuerto de Bilbao, Elorrio y Elgoibar.

 

El propio Otegi, también nacido en Elgoibar,  reconoció que cuando salió de la cárcel de Logroño, un amigo común con Antxon Alonso le propuso mantener un encuentro porque tenía "una oferta que proponerle: hay un miembro del Partido Socialista de Navarra que quiere estar conmigo", en referencia a Santos Cerdán. Pedro Sánchez y Santos Cerdán volaron desde Madrid a Bilbao, donde les esperaba Koldo García con un Toyota Rav4, y se dirigieron al caserío siguiendo indicaciones de Antxon Alonso.

 

El resultado de aquellas conversaciones cambió la historia reciente de España. El respaldo de Bildu a la moción de censura fue clave para que el PNV cambiara la abstención por el sí, tras una tensa reunión en un hotel de Madrid y una llamada de Sánchez a Ortuzar.

 

El PNV niega cualquier contacto con Alonso. Pero las evidencias apuntan en otra dirección. En su círculo cercano ya se sabía su proximidad ideológica al PNV y sus relaciones con EH Bildu.

 

Servinabar: de organizadora de eventos a constructora millonaria

 

La historia de Servinabar 2000 SL es, en sí misma, un enigma. Según el Registro Mercantil, la sociedad operó durante cinco años como gestora administrativa y organizadora de eventos, periodo en el que se adjudicó junto con Acciona licitaciones por valor de 14,6 millones. Una empresa sin experiencia en construcción que, de repente, se convierte en socia de uno de los gigantes del sector.

 

La Fiscalía Anticorrupción ha señalado a Servinabar como una sociedad creada "ad hoc" para lucrarse con obras públicas. Según reconoció en sede judicial Fernando Merino, exdirectivo de Acciona, la empresa tuvo que asociarse con Servinabar "como condición necesaria" para obtener la adjudicación de la obra de Mina Muga.

 

En Navarra, Servinabar se convirtió en ubicua. Seis obras adjudicadas por el Gobierno socialista de Navarra: Navarra Arena, Archivo General, el colegio público de Arbizu, dos promociones de vivienda protegida en Erripagaña y la más sonada, la última, en 2024, la del túnel de Belate, presupuestada en 72 millones de euros.

 

Un trabajador del Palacio de Navarra confirma que Antxon Alonso "entraba a la sede del Gobierno de Navarra como Pedro por su casa". Según ha reconocido el Gobierno foral de María Chivite, miembros del Gobierno navarro se reunieron hasta en nueve ocasiones con Antxon en los últimos años.

 

El dos por ciento

 

Los investigadores de la Guardia Civil han descubierto el mecanismo. Según el último informe, Cerdán, a través de Servinabar, se quedaba con un 2% de cada adjudicación que lograba la constructora Acciona, supuestamente mediante la "indebida influencia" del exdirigente socialista.

 

En audios que tenía Koldo García, este hablaba de cómo el político recibía "billetes de 500" que le daba "el de Guipúzcoa" o "el guipuchi", en referencia a Joseba Antxon Alonso Egurrola.

 

El iPhone decomisado a Alonso en Elorrio en junio contenía mensajes y fotografías sobre la vinculación del exdirigente del PSOE con adjudicaciones y del papel de su familia en la presunta red. En los registros a la vivienda del empresario hallaron bolsas con dinero negro y unos 16.000 euros bajo la cama.

 

El hombre invisible

 

En la calle San Nicolás de Pamplona, junto a la Plaza del Castillo, ya no queda ni el letrero de Servinabar en la fachada. "Después del registro de la Guardia Civil la desmontaron, no dejaron nada", explica un hostelero del lugar.

 

De Antxon Alonso apenas hay fotografías disponibles, siempre pasando inadvertido. Las únicas fotografías en actos públicos del hasta hace pocos meses desconocido Alonso eran precisamente en actos del Grupo Noticias, editor de medios vascos y navarros próximos al PNV.

 

Alonso ostenta 20 cargos en 14 empresas diferentes. Su perfil respondía al de un empresario reservado, prudente, con especial habilidad para tejer relaciones entre proveedores, administraciones y empresas más grandes del sector. No un intermediario político tradicional, sino algo más sofisticado: un facilitador con inserción territorial y capacidad para abrir puertas sin ocupar atención mediática.

 

La caída

 

Este jueves, los agentes de la UCO practicaron 19 registros en varias provincias de España, concentrándose especialmente en Madrid, Sevilla y Zaragoza. Los registros afectaron a Forestalia y otras empresas vinculadas a Servinabar.

 

Los tres detenidos —Alonso, Díez y Fernández— comparecerán ante el juez de la Audiencia Nacional, Antonio Piña, el sábado a partir de las diez de la mañana. Los delitos que se investigan incluyen prevaricación, malversación, tráfico de influencias y organización criminal.

 

Para Antxon Alonso, el hombre que abrió las puertas del nacionalismo vasco a Pedro Sánchez, el que tejió alianzas en caserías secretas y convirtió una empresa de eventos en un instrumento de presunta corrupción millonaria, ha llegado el momento de rendir cuentas. El intermediario discreto que operaba desde Elgoibar y Pamplona, el "guipuchi" de los audios, el amigo íntimo que compartió piso con Santos Cerdán, ahora se enfrenta a la justicia.

 

Y con él, toda la arquitectura política que le permitió operar durante años entre bastidores, conectando poder político y beneficio empresarial en una trama que alcanza el corazón mismo del Gobierno socialista de España.

 

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