Sangre en Bondi: el ataque terrorista antisemita que enlutó la primera noche de Janucá
![[Img #29391]](https://latribunadelpaisvasco.com/upload/images/12_2025/7064_screenshot-2025-12-14-at-16-34-50-tiroteo-en-bondi-youtube-buscar-con-google.png)
La arena dorada de Bondi Beach (Australia), ese icono australiano donde se cruzan el Pacífico y la despreocupación de vivir, se tiñó este domingo de una violencia terrorista impensable. Dos hombres vestidos de negro abrieron fuego desde un puente peatonal contra una concentración de judíos que celebraban Janucá junto al mar, convirtiendo una ceremonia de luz y esperanza en una masacre que ha dejado al menos 12 muertos y 29 heridos.
El ataque comenzó a las 18:47 horas locales, cuando más de mil personas se congregaban en el evento "Janucá junto al Mar", organizado por el Movimiento Jabad de Bondi (Sidney). Entre las víctimas se encuentra el rabino Eli Schlanger, rabino asistente de Jabad de Bondi y organizador clave del evento, un hombre que llevaba 18 años trabajando en la comunidad.
Lo que siguieron fueron diez minutos de pánico absoluto. Los videos verificados muestran familias huyendo con toallas y bolsas de playa, niños corriendo descalzos, bebés abandonados y el eco de disparos mezclándose con sirenas. Pero también capturaron un acto de heroísmo casi imposible: un civil enfrentó a uno de los atacantes, lo desarmó y apuntó el arma contra él, salvando decenas de vidas con su valentía.
Un policía que se encontraba cerca intercambió disparos con los atacantes durante varios minutos. El resultado: uno de los terroristas murió en el tiroteo, el segundo fue detenido en estado crítico. La policía investiga la posible participación de un tercer individuo y encontró un dispositivo explosivo improvisado en el vehículo de uno de los atacantes.
"Este ataque fue diseñado para atacar a la comunidad judía de Sídney", declaró sin ambages Chris Minns, premier de Nueva Gales del Sur. El comisionado de policía Mal Lanyon no tardó en declararlo ataque terrorista, basándose en el objetivo elegido y las armas empleadas. El director general de la Organización Australiana de Inteligencia de Seguridad reveló que uno de los atacantes era conocido por las autoridades, aunque no se le consideraba una amenaza inmediata.
El primer ministro Anthony Albanese lo calificó de "ataque dirigido contra australianos judíos en el primer día de Janucá", mientras su voz se quebraba ante la magnitud del horror. El presidente israelí Isaac Herzog habló de "un ataque cruel contra judíos que fueron a encender la primera vela de Janucá".
Este no es un incidente aislado. Australia registró 1.654 incidentes antisemitas entre octubre de 2024 y septiembre de 2025, casi cinco veces el promedio anual antes del 7 de octubre de 2023. La masacre de Bondi se convierte así en el segundo tiroteo masivo más mortífero en la historia de Australia, sólo superado por la masacre de Port Arthur en 1996, que mató a 35 personas y provocó las leyes más estrictas de control de armas del país.
Esta tarde, mientras el sol se hundía en el Pacífico, las familias judías de Sídney no encendían velas de celebración sino de duelo. Bondi Beach, ese lugar donde convergen turistas de todo el mundo y locales que viven el sueño australiano, se ha transformado en una vasta escena del crimen. La policía patrulla sus calles, las cintas amarillas delimitan el horror, y Australia entera se pregunta cómo pudo suceder esto en su suelo.
El odio antisemita encontró su camino hasta la arena más famosa del país. Y con él, 12 vidas que nunca volverán a ver amanecer sobre el océano.
Tras conocerse estos hechos, ACOM, organización española que lucha contra el antisemitismo, ha emitido un comunicado en el que recuerda que os atentados perpetrados en Australia contra judíos que celebraban la festividad de Janucá "son una muestra más del avance imparable del antisemitismo violento en las democracias occidentales. Un odio antiguo que hoy vuelve a sentirse legitimado, amparado y blanqueado desde determinados gobiernos, medios y organizaciones políticas. El Gobierno de España no es ajeno a esta deriva. Muy al contrario: es parte del problema. Desde hace meses, el Ejecutivo ha alentado un clima de hostilidad contra el pueblo judío y contra Israel mediante discursos irresponsables, posicionamientos sectarios y el uso de medios públicos para difundir mensajes alineados con la propaganda de organizaciones terroristas como Hamás. Esto no es neutralidad: es complicidad moral. La criminalización sistemática de Israel, la equidistancia frente al terrorismo y el silencio ante los ataques contra judíos en todo el mundo tienen consecuencias reales. Cuando un gobierno legitima el odio, otros ejecutan la violencia. Lo ocurrido en Australia puede ocurrir en España. Exigimos al Gobierno de España una condena inmediata, clara e inequívoca de estos atentados. No hacerlo lo convierte en responsable moral y cómplice indirecto de la escalada de odio que pone en peligro a ciudadanos judíos en nuestro país. Con el antisemitismo no se dialoga. Con el terrorismo no se pacta. Con quienes justifican el asesinato de civiles no se debate. Se les combate desde la ley, la verdad y la defensa firme de la democracia. Quienes hoy callan, mañana cargarán con la responsabilidad de lo que suceda. El silencio no es neutral. El silencio también mata".
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La arena dorada de Bondi Beach (Australia), ese icono australiano donde se cruzan el Pacífico y la despreocupación de vivir, se tiñó este domingo de una violencia terrorista impensable. Dos hombres vestidos de negro abrieron fuego desde un puente peatonal contra una concentración de judíos que celebraban Janucá junto al mar, convirtiendo una ceremonia de luz y esperanza en una masacre que ha dejado al menos 12 muertos y 29 heridos.
El ataque comenzó a las 18:47 horas locales, cuando más de mil personas se congregaban en el evento "Janucá junto al Mar", organizado por el Movimiento Jabad de Bondi (Sidney). Entre las víctimas se encuentra el rabino Eli Schlanger, rabino asistente de Jabad de Bondi y organizador clave del evento, un hombre que llevaba 18 años trabajando en la comunidad.
Lo que siguieron fueron diez minutos de pánico absoluto. Los videos verificados muestran familias huyendo con toallas y bolsas de playa, niños corriendo descalzos, bebés abandonados y el eco de disparos mezclándose con sirenas. Pero también capturaron un acto de heroísmo casi imposible: un civil enfrentó a uno de los atacantes, lo desarmó y apuntó el arma contra él, salvando decenas de vidas con su valentía.
Un policía que se encontraba cerca intercambió disparos con los atacantes durante varios minutos. El resultado: uno de los terroristas murió en el tiroteo, el segundo fue detenido en estado crítico. La policía investiga la posible participación de un tercer individuo y encontró un dispositivo explosivo improvisado en el vehículo de uno de los atacantes.
"Este ataque fue diseñado para atacar a la comunidad judía de Sídney", declaró sin ambages Chris Minns, premier de Nueva Gales del Sur. El comisionado de policía Mal Lanyon no tardó en declararlo ataque terrorista, basándose en el objetivo elegido y las armas empleadas. El director general de la Organización Australiana de Inteligencia de Seguridad reveló que uno de los atacantes era conocido por las autoridades, aunque no se le consideraba una amenaza inmediata.
El primer ministro Anthony Albanese lo calificó de "ataque dirigido contra australianos judíos en el primer día de Janucá", mientras su voz se quebraba ante la magnitud del horror. El presidente israelí Isaac Herzog habló de "un ataque cruel contra judíos que fueron a encender la primera vela de Janucá".
Este no es un incidente aislado. Australia registró 1.654 incidentes antisemitas entre octubre de 2024 y septiembre de 2025, casi cinco veces el promedio anual antes del 7 de octubre de 2023. La masacre de Bondi se convierte así en el segundo tiroteo masivo más mortífero en la historia de Australia, sólo superado por la masacre de Port Arthur en 1996, que mató a 35 personas y provocó las leyes más estrictas de control de armas del país.
Esta tarde, mientras el sol se hundía en el Pacífico, las familias judías de Sídney no encendían velas de celebración sino de duelo. Bondi Beach, ese lugar donde convergen turistas de todo el mundo y locales que viven el sueño australiano, se ha transformado en una vasta escena del crimen. La policía patrulla sus calles, las cintas amarillas delimitan el horror, y Australia entera se pregunta cómo pudo suceder esto en su suelo.
El odio antisemita encontró su camino hasta la arena más famosa del país. Y con él, 12 vidas que nunca volverán a ver amanecer sobre el océano.
Tras conocerse estos hechos, ACOM, organización española que lucha contra el antisemitismo, ha emitido un comunicado en el que recuerda que os atentados perpetrados en Australia contra judíos que celebraban la festividad de Janucá "son una muestra más del avance imparable del antisemitismo violento en las democracias occidentales. Un odio antiguo que hoy vuelve a sentirse legitimado, amparado y blanqueado desde determinados gobiernos, medios y organizaciones políticas. El Gobierno de España no es ajeno a esta deriva. Muy al contrario: es parte del problema. Desde hace meses, el Ejecutivo ha alentado un clima de hostilidad contra el pueblo judío y contra Israel mediante discursos irresponsables, posicionamientos sectarios y el uso de medios públicos para difundir mensajes alineados con la propaganda de organizaciones terroristas como Hamás. Esto no es neutralidad: es complicidad moral. La criminalización sistemática de Israel, la equidistancia frente al terrorismo y el silencio ante los ataques contra judíos en todo el mundo tienen consecuencias reales. Cuando un gobierno legitima el odio, otros ejecutan la violencia. Lo ocurrido en Australia puede ocurrir en España. Exigimos al Gobierno de España una condena inmediata, clara e inequívoca de estos atentados. No hacerlo lo convierte en responsable moral y cómplice indirecto de la escalada de odio que pone en peligro a ciudadanos judíos en nuestro país. Con el antisemitismo no se dialoga. Con el terrorismo no se pacta. Con quienes justifican el asesinato de civiles no se debate. Se les combate desde la ley, la verdad y la defensa firme de la democracia. Quienes hoy callan, mañana cargarán con la responsabilidad de lo que suceda. El silencio no es neutral. El silencio también mata".











