Sindicatos denuncian que el Gobierno Vasco vuelve a poner en riesgo a la Ertzaintza: seis agentes enviados sin medios ni refuerzos a un conflicto previsible en Bilbao
A través de una nota de prensa, el Sindicato Profesional de la Ertzaintza (Si.P.E.) ha denunciado públicamente "la irresponsabilidad política y operativa con la que se gestionó la intervención policial en los incidentes ocurridos el pasado día 13 en Bilbao, durante una protesta en la que se procedió al corte del tranvía y de la vía pública, afectando a la movilidad y a la seguridad ciudadana".
Si.P.E. añade que, lejos del relato interesado que algunos colectivos y plataformas están difundiendo, "la realidad es clara: seis ertzainas fueron enviados al lugar sin el material adecuado, sin refuerzos suficientes y sin una planificación acorde al riesgo real de la situación. Una vez más, las decisiones tomadas desde los despachos políticos han supuesto un grave riesgo para la integridad física de los agentes, que tuvieron que intervenir en un escenario tenso y hostil sin los medios necesarios para garantizar una actuación segura".
"Desde Si.P.E. queremos dejar claro que bloquear infraestructuras públicas como el tranvía no es una protesta pacífica, sino una acción que obliga a la intervención policial para restablecer el orden y garantizar los derechos del conjunto de la ciudadanía. La Ertzaintza actuó conforme a la legalidad y a sus funciones, pese a encontrarse en una situación de clara desprotección operativa".
Si.P.E. cree que la reiterada pérdida del principio de autoridad que se viene produciendo en Euskadi "no es casual ni fruto de la actuación policial, sino consecuencia directa de una política de permisividad impulsada desde el Departamento de Seguridad. El responsable último de esta situación tiene nombre y cargo: el consejero de Seguridad, que ha permitido que determinados comportamientos de desobediencia y confrontación con la policía se normalicen, sin establecer límites claros ni ofrecer un respaldo institucional firme a los agentes. Esta falta de apoyo político se traduce en mensajes ambiguos, en silencio cómplice ante campañas de desprestigio contra la Ertzaintza y en una preocupante ausencia de autoridad frente a la propia cúpula policial, que continúa tomando decisiones operativas de espaldas a los derechos laborales y a la seguridad de los trabajadores y trabajadoras del cuerpo".
"Desde Si.P.E. denunciamos que esta actuación es otra muestra más de una administración que exige obligaciones, profesionalidad y sacrificio a los ertzainas, pero no les proporciona los medios ni el respaldo necesarios. Se obliga a intervenir, se exige eficacia y contención, pero se envía a los agentes sin material, sin personal suficiente y sin una planificación realista, dejándolos expuestos a agresiones físicas y al señalamiento público posterior. Este modelo de "búscate la vida" no solo es injusto, sino profundamente peligroso. La seguridad ciudadana no puede sostenerse sobre la improvisación ni sobre el sacrificio permanente de los mismos".
A través de una nota de prensa, el Sindicato Profesional de la Ertzaintza (Si.P.E.) ha denunciado públicamente "la irresponsabilidad política y operativa con la que se gestionó la intervención policial en los incidentes ocurridos el pasado día 13 en Bilbao, durante una protesta en la que se procedió al corte del tranvía y de la vía pública, afectando a la movilidad y a la seguridad ciudadana".
Si.P.E. añade que, lejos del relato interesado que algunos colectivos y plataformas están difundiendo, "la realidad es clara: seis ertzainas fueron enviados al lugar sin el material adecuado, sin refuerzos suficientes y sin una planificación acorde al riesgo real de la situación. Una vez más, las decisiones tomadas desde los despachos políticos han supuesto un grave riesgo para la integridad física de los agentes, que tuvieron que intervenir en un escenario tenso y hostil sin los medios necesarios para garantizar una actuación segura".
"Desde Si.P.E. queremos dejar claro que bloquear infraestructuras públicas como el tranvía no es una protesta pacífica, sino una acción que obliga a la intervención policial para restablecer el orden y garantizar los derechos del conjunto de la ciudadanía. La Ertzaintza actuó conforme a la legalidad y a sus funciones, pese a encontrarse en una situación de clara desprotección operativa".
Si.P.E. cree que la reiterada pérdida del principio de autoridad que se viene produciendo en Euskadi "no es casual ni fruto de la actuación policial, sino consecuencia directa de una política de permisividad impulsada desde el Departamento de Seguridad. El responsable último de esta situación tiene nombre y cargo: el consejero de Seguridad, que ha permitido que determinados comportamientos de desobediencia y confrontación con la policía se normalicen, sin establecer límites claros ni ofrecer un respaldo institucional firme a los agentes. Esta falta de apoyo político se traduce en mensajes ambiguos, en silencio cómplice ante campañas de desprestigio contra la Ertzaintza y en una preocupante ausencia de autoridad frente a la propia cúpula policial, que continúa tomando decisiones operativas de espaldas a los derechos laborales y a la seguridad de los trabajadores y trabajadoras del cuerpo".
"Desde Si.P.E. denunciamos que esta actuación es otra muestra más de una administración que exige obligaciones, profesionalidad y sacrificio a los ertzainas, pero no les proporciona los medios ni el respaldo necesarios. Se obliga a intervenir, se exige eficacia y contención, pero se envía a los agentes sin material, sin personal suficiente y sin una planificación realista, dejándolos expuestos a agresiones físicas y al señalamiento público posterior. Este modelo de "búscate la vida" no solo es injusto, sino profundamente peligroso. La seguridad ciudadana no puede sostenerse sobre la improvisación ni sobre el sacrificio permanente de los mismos".









