Uno de cada cuatro jóvenes vascos cree que Franco aportó "estabilidad y bonanza económica" a Euskadi
Una encuesta revela que los vascos que no vivieron el franquismo son mucho más críticos con Franco que quienes realmente vivieron ese momento histórico
La Universidad de Deusto ha presentado los resultados de la edición invierno 2025 del Deustobarómetro Social (DBSoc). Según esta encuesta de periodicidad semestral, que recoge las opiniones y preferencias de la ciudadanía sobre los temas que despiertan mayor preocupación en la sociedad vasca, el acceso a la vivienda se consolida como el principal problema de la sociedad vasca (50%) con una tendencia ascendente en el último año. La ciudadanía vuelve a suspender las políticas de vivienda (3,8).
La subida de precios de la cesta de la compra (40%) asciende a la segunda preocupación más intensa compartida por la ciudadanía vasca. La preocupación por la sanidad continua la tendencia descendente (33%). La valoración (5,4) y la confianza (6,1) en Osakidezta siguen recuperándose.
Nota: Los suscriptores de La Tribuna del País Vasco pueden solicitar una copia del estudio por los canales habituales: [email protected] o en el teléfono 650114502
En el apartado de la política, el 56% de los ciudadanos considera que la Ertzaintza está protegiendo adecuadamente el orden público y garantizando la libertad de expresión de la población. El Deustobarómetro también interroga a la ciudadanía sobre la figura de Francisco Franco y el franquismo, en el 50 aniversario de la muerte del antiguo Jefe de Estado. Los resultados son llamativos, uno de cada cuatro jóvenes de la Generación Z (nacidos entre 1997 y 2012) cree “que el dictador Franco fue un gobernante que trajo bienestar social a la ciudadanía y que el franquismo fue un periodo que aportó estabilidad económica que generó un fuerte compromiso con el desarrollo de Euskadi”.
A pesar de estos datos, el estudio revela que la mayor parte de la juventud vasca sigue considerando el franquismo como una etapa histórica negativa, aunque el panorama comienza a matizarse entre los miembros de la Generación X, formada por quienes nacieron entre 1965 y 1980 (entre 45 y 60 años). En este grupo, aunque siguen predominando las valoraciones críticas, aparecen con mayor peso respuestas que introducen elementos de ambigüedad, como la consideración de Franco como un gobernante vinculado al desarrollo económico o al mantenimiento del orden tras la Guerra Civil.
La diferencia se acentúa entre los baby boomers, nacidos entre 1946 y 1964 (entre 61 y 79 años), y la denominada generación silenciosa, correspondiente a los nacidos antes de 1946 (80 años o más). En estos tramos de edad, además de las respuestas que lo identifican como dictador, adquieren relevancia opciones como que Franco fue “un militar que consiguió acabar con el enfrentamiento fratricida de los españoles” o “un gobernante que trajo desarrollo económico y bienestar social”. También es en estos grupos donde aumenta de forma significativa la respuesta “no significa nada”, lo que apunta a una relación más distante o desideologizada con la figura histórica del dictador.
El estudio va más allá de la figura personal de Franco y pregunta directamente por el significado del franquismo. A la cuestión “¿Cuáles de las siguientes afirmaciones relacionas con el franquismo?”, los jóvenes de la Generación Z y los Millennials asocian mayoritariamente el régimen con “la represión de la cultura vasca y del euskera, la persecución de la oposición política y, de forma significativa, con la idea de que fue un periodo que justificó posteriormente la respuesta violenta de ETA”. Curiosamente, esta asociación de ideas es especialmente fuerte entre quienes no vivieron el franquismo ni la Transición, pero han construido su memoria a través del sistema educativo, los discursos públicos y el relato político dominante.
En cambio, entre la Generación X y, sobre todo, entre los baby boomers y la generación silenciosa, ganan peso interpretaciones que vinculan el franquismo con la estabilidad, la bonanza económica o el desarrollo material de Euskadi, especialmente en ámbitos como la vivienda, el empleo o las infraestructuras. También aparece con mayor frecuencia la idea del franquismo como una etapa que permitió el inicio del reconocimiento internacional de España.
Los datos del DeustoBarómetro muestran así que, cincuenta años después de la muerte de Franco, su figura y su régimen siguen siendo un elemento profundamente divisivo en la sociedad vasca. Más que un recuerdo compartido, el franquismo aparece como un pasado interpretado desde experiencias vitales muy distintas: para los más jóvenes, un símbolo de represión y ausencia de libertades; para parte de los mayores, un periodo asociado al orden, al crecimiento económico o simplemente a un tiempo superado que ya no ocupa un lugar central en su memoria. Lejos de cerrarse, el debate sobre Franco y el franquismo sigue atravesando el presente político y social de Euskadi, con lecturas que dependen, de forma muy clara, del año de nacimiento.
La Universidad de Deusto ha presentado los resultados de la edición invierno 2025 del Deustobarómetro Social (DBSoc). Según esta encuesta de periodicidad semestral, que recoge las opiniones y preferencias de la ciudadanía sobre los temas que despiertan mayor preocupación en la sociedad vasca, el acceso a la vivienda se consolida como el principal problema de la sociedad vasca (50%) con una tendencia ascendente en el último año. La ciudadanía vuelve a suspender las políticas de vivienda (3,8).
La subida de precios de la cesta de la compra (40%) asciende a la segunda preocupación más intensa compartida por la ciudadanía vasca. La preocupación por la sanidad continua la tendencia descendente (33%). La valoración (5,4) y la confianza (6,1) en Osakidezta siguen recuperándose.
Nota: Los suscriptores de La Tribuna del País Vasco pueden solicitar una copia del estudio por los canales habituales: [email protected] o en el teléfono 650114502
En el apartado de la política, el 56% de los ciudadanos considera que la Ertzaintza está protegiendo adecuadamente el orden público y garantizando la libertad de expresión de la población. El Deustobarómetro también interroga a la ciudadanía sobre la figura de Francisco Franco y el franquismo, en el 50 aniversario de la muerte del antiguo Jefe de Estado. Los resultados son llamativos, uno de cada cuatro jóvenes de la Generación Z (nacidos entre 1997 y 2012) cree “que el dictador Franco fue un gobernante que trajo bienestar social a la ciudadanía y que el franquismo fue un periodo que aportó estabilidad económica que generó un fuerte compromiso con el desarrollo de Euskadi”.
A pesar de estos datos, el estudio revela que la mayor parte de la juventud vasca sigue considerando el franquismo como una etapa histórica negativa, aunque el panorama comienza a matizarse entre los miembros de la Generación X, formada por quienes nacieron entre 1965 y 1980 (entre 45 y 60 años). En este grupo, aunque siguen predominando las valoraciones críticas, aparecen con mayor peso respuestas que introducen elementos de ambigüedad, como la consideración de Franco como un gobernante vinculado al desarrollo económico o al mantenimiento del orden tras la Guerra Civil.
La diferencia se acentúa entre los baby boomers, nacidos entre 1946 y 1964 (entre 61 y 79 años), y la denominada generación silenciosa, correspondiente a los nacidos antes de 1946 (80 años o más). En estos tramos de edad, además de las respuestas que lo identifican como dictador, adquieren relevancia opciones como que Franco fue “un militar que consiguió acabar con el enfrentamiento fratricida de los españoles” o “un gobernante que trajo desarrollo económico y bienestar social”. También es en estos grupos donde aumenta de forma significativa la respuesta “no significa nada”, lo que apunta a una relación más distante o desideologizada con la figura histórica del dictador.
El estudio va más allá de la figura personal de Franco y pregunta directamente por el significado del franquismo. A la cuestión “¿Cuáles de las siguientes afirmaciones relacionas con el franquismo?”, los jóvenes de la Generación Z y los Millennials asocian mayoritariamente el régimen con “la represión de la cultura vasca y del euskera, la persecución de la oposición política y, de forma significativa, con la idea de que fue un periodo que justificó posteriormente la respuesta violenta de ETA”. Curiosamente, esta asociación de ideas es especialmente fuerte entre quienes no vivieron el franquismo ni la Transición, pero han construido su memoria a través del sistema educativo, los discursos públicos y el relato político dominante.
En cambio, entre la Generación X y, sobre todo, entre los baby boomers y la generación silenciosa, ganan peso interpretaciones que vinculan el franquismo con la estabilidad, la bonanza económica o el desarrollo material de Euskadi, especialmente en ámbitos como la vivienda, el empleo o las infraestructuras. También aparece con mayor frecuencia la idea del franquismo como una etapa que permitió el inicio del reconocimiento internacional de España.
Los datos del DeustoBarómetro muestran así que, cincuenta años después de la muerte de Franco, su figura y su régimen siguen siendo un elemento profundamente divisivo en la sociedad vasca. Más que un recuerdo compartido, el franquismo aparece como un pasado interpretado desde experiencias vitales muy distintas: para los más jóvenes, un símbolo de represión y ausencia de libertades; para parte de los mayores, un periodo asociado al orden, al crecimiento económico o simplemente a un tiempo superado que ya no ocupa un lugar central en su memoria. Lejos de cerrarse, el debate sobre Franco y el franquismo sigue atravesando el presente político y social de Euskadi, con lecturas que dependen, de forma muy clara, del año de nacimiento.










