¿Hasta dónde?
Es la pregunta en los cenáculos. No tanto sobre la resistencia descrita en el libro tratado. No tanto en ese arte o ciencia de hacer posible lo que hasta la fecha era imposible. No tanto como ponerse por montera la ley, o la dignidad ejemplarizante. Se trata de identificar de que manera terminará el sanchismo que es lo mismo que como acabará Pedro Sánchez.
Por lo de pronto es preciso analizar sus movimientos. Busca la división del voto conservador o de centro derecha para huir de las mayorías absolutas que promuevan una investigación sobre las irregularidades que ha cometido el gobierno PSOE-Sumar. Volverá a gestionar el miedo a la presencia de la derecha de Vox en un gobierno y así refundar otra mayoría tipo frente popular progresista aunque para tal encomienda haya de hacer concesiones al nacionalismo que pongan en grave riesgo la unidad de la nación española. Tiene que conseguir antes de las elecciones una crisis en los partidos que están a su izquierda para que la división del voto no reste en el número de escaños para conjugar la nueva mayoría. Incluso, su plan pasa por un discurso tras las elecciones en las comunidades dónde se imponga la derecha demostrando que tal resultado es la inequívoca advertencia de que la única forma de parar un cambio hacia posturas conservadoras y revisionistas, debe girar en torno a la oferta sanchista.
No ha sorprendido demasiado el resultado en Extremadura. Pero hay dos perdedores. La lista del socialismo que se ha fragmentado entre la abstención, el voto a Podemos y un pésimo resultado para el mal candidato Gallardo sumado a los escándalos del partido a nivel central. La lista de Guardiola que creyó iba a expulsar a Vox con una mayoría suficiente y ha conseguido engordar a tal formación que ahora decidirá presidencia y programa de gobierno.
Estamos ante la antesala del movimiento que comenzará a fraguarse dentro del propio gobierno de Sánchez. Veo que tipos como Bolaños comenzarán a moverse para el possanchismo. Será la versión actual de aquel apuñalamiento de Cesar a la entrada del Senado de Roma encabezado por Bruto.
El calendario de resistencia de Sánchez viene a favor por el intenso calendario de elecciones. Mientras tenga entretenidos a los españoles y a sus correligionarios puede aguantar marea, salvo que ZP sea detenido por los negocios en Venezuela y República Dominicana, o que los presos colaboren con la fiscalía anti corrupción y den pruebas para la financiación fraudulenta del partido socialista.
Mantengo una conversación con un dirigente que lo fue de Unidad Alavesa. Me cuenta que hay dos corrientes sociológicas en las calles de Vitoria. Muchos jóvenes con curiosidad histórica han descubierto que con Franco se vivía mejor. Bildu capta el malestar y las demandas sociales reales y de inmediato pone a sus dirigentes a trabajar en tal sentido y así conectan con la verdad y voces del pueblo.
Evidente que se trata de una táctica coyuntural para ganar las elecciones vascas: ayuntamientos, Diputaciones y Parlamento Vasco. Para después volver al contencioso por la autodeterminación, incluso con la ayuda de los colaboracionistas sanchistas. Además deben hacerlo para impedir una ruptura dentro de la formación aberzale que ya se mueve con ciertos discursos exigiendo a la generación de Otegui otras actuaciones más allá de la excarcelación de los presos de ETA.
Mientras tanto el gobierno sanchista sigue retirando a los activos del Estado tanto de Cataluña como de Euskadi. Hay un relato continuado contra los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado mediante programas de la EITB que el Ministro Marlaska ignora y la escasa presencia del PP no puede detener. Son el próximo objetivo una vez cedidas las competencias de la política penitenciaria al gobierno vasco liderado por el PNV.
Occidente, la vieja Europa y sus Instituciones tras la segunda guerra mundial, se han quedado obsoletas. El nuevo Zar Putin está aprovechando tal descrédito. Y China observando en la confrontación entre occidente y oriente a quien conviene aliarse.
Una vez más insisto. Somos las frontera sur de la OTAN. Es fácil advertir que el nuevo ZAR lo mismo que ha desestabilizado la frontera norte, hará lo mismo con la frontera sur. ¡Ojalá me equivoque!
Es la pregunta en los cenáculos. No tanto sobre la resistencia descrita en el libro tratado. No tanto en ese arte o ciencia de hacer posible lo que hasta la fecha era imposible. No tanto como ponerse por montera la ley, o la dignidad ejemplarizante. Se trata de identificar de que manera terminará el sanchismo que es lo mismo que como acabará Pedro Sánchez.
Por lo de pronto es preciso analizar sus movimientos. Busca la división del voto conservador o de centro derecha para huir de las mayorías absolutas que promuevan una investigación sobre las irregularidades que ha cometido el gobierno PSOE-Sumar. Volverá a gestionar el miedo a la presencia de la derecha de Vox en un gobierno y así refundar otra mayoría tipo frente popular progresista aunque para tal encomienda haya de hacer concesiones al nacionalismo que pongan en grave riesgo la unidad de la nación española. Tiene que conseguir antes de las elecciones una crisis en los partidos que están a su izquierda para que la división del voto no reste en el número de escaños para conjugar la nueva mayoría. Incluso, su plan pasa por un discurso tras las elecciones en las comunidades dónde se imponga la derecha demostrando que tal resultado es la inequívoca advertencia de que la única forma de parar un cambio hacia posturas conservadoras y revisionistas, debe girar en torno a la oferta sanchista.
No ha sorprendido demasiado el resultado en Extremadura. Pero hay dos perdedores. La lista del socialismo que se ha fragmentado entre la abstención, el voto a Podemos y un pésimo resultado para el mal candidato Gallardo sumado a los escándalos del partido a nivel central. La lista de Guardiola que creyó iba a expulsar a Vox con una mayoría suficiente y ha conseguido engordar a tal formación que ahora decidirá presidencia y programa de gobierno.
Estamos ante la antesala del movimiento que comenzará a fraguarse dentro del propio gobierno de Sánchez. Veo que tipos como Bolaños comenzarán a moverse para el possanchismo. Será la versión actual de aquel apuñalamiento de Cesar a la entrada del Senado de Roma encabezado por Bruto.
El calendario de resistencia de Sánchez viene a favor por el intenso calendario de elecciones. Mientras tenga entretenidos a los españoles y a sus correligionarios puede aguantar marea, salvo que ZP sea detenido por los negocios en Venezuela y República Dominicana, o que los presos colaboren con la fiscalía anti corrupción y den pruebas para la financiación fraudulenta del partido socialista.
Mantengo una conversación con un dirigente que lo fue de Unidad Alavesa. Me cuenta que hay dos corrientes sociológicas en las calles de Vitoria. Muchos jóvenes con curiosidad histórica han descubierto que con Franco se vivía mejor. Bildu capta el malestar y las demandas sociales reales y de inmediato pone a sus dirigentes a trabajar en tal sentido y así conectan con la verdad y voces del pueblo.
Evidente que se trata de una táctica coyuntural para ganar las elecciones vascas: ayuntamientos, Diputaciones y Parlamento Vasco. Para después volver al contencioso por la autodeterminación, incluso con la ayuda de los colaboracionistas sanchistas. Además deben hacerlo para impedir una ruptura dentro de la formación aberzale que ya se mueve con ciertos discursos exigiendo a la generación de Otegui otras actuaciones más allá de la excarcelación de los presos de ETA.
Mientras tanto el gobierno sanchista sigue retirando a los activos del Estado tanto de Cataluña como de Euskadi. Hay un relato continuado contra los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado mediante programas de la EITB que el Ministro Marlaska ignora y la escasa presencia del PP no puede detener. Son el próximo objetivo una vez cedidas las competencias de la política penitenciaria al gobierno vasco liderado por el PNV.
Occidente, la vieja Europa y sus Instituciones tras la segunda guerra mundial, se han quedado obsoletas. El nuevo Zar Putin está aprovechando tal descrédito. Y China observando en la confrontación entre occidente y oriente a quien conviene aliarse.
Una vez más insisto. Somos las frontera sur de la OTAN. Es fácil advertir que el nuevo ZAR lo mismo que ha desestabilizado la frontera norte, hará lo mismo con la frontera sur. ¡Ojalá me equivoque!












