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Lunes, 19 de Enero de 2015 Tiempo de lectura:
Sobre el atentado en la mutual judía AMIA, de 1994, que dejó 85 muertos

Lo que sabía Alberto Nisman, el fiscal que imputó a la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, y acabó muerto en una bañera

Denuncia completa de Alberto Nisman contra Cristina Fernández de Kirchner

 

[Img #5537]El fiscal argentino Alberto Nisman, que denunció a la presidenta Cristina Fernández por presunto encubrimiento de Irán en un atentado contra una mutual judía, ha sido hallado muerto en su vivienda de Buenos Aires en circunstancias aún por aclarar, informaron fuentes judiciales.

 

Nisman, el fiscal de la causa por el atentado con la mutual judía AMIA, fue hallado muerto en su departamento del barrio porteño de Puerto Madero, según confirmaron fuentes judiciales a medios locales. Según estos mismos medios, el cadáver fue hallado en el baño de su departamento con un disparo en la cabeza.

 

El cuerpo de Nisman fue descubierto apenas unas horas antes de su comparecencia prevista para el lunes día 19 de enero de 2015 ante el Congreso para detallar la denuncia que alcanza a Fernández y a varios de sus colaboradores. Nisman les acusaba de haber organizado una operación destinada a encubrir la responsabilidad de Irán en el ataque terrorista contra la institución israelí AMIA ocurrido en Buenos Aires en 1994 que dejó 85 muertos y más de trescientos heridos. Además de la investigación, el fiscal ordenó un embargo de 200 millones de pesos en el caso de la presidenta argentina.

 

La diputada opositora Patricia Bullrich, una de las primeras en acercarse a la vivienda de Nisman tras conocer su muerte, explicó a medios de prensa que el fiscal le había revelado que había sido amenazado y que incluso había transmitido su preocupación a la Fiscalía General para que reforzaran su custodia. “Un fiscal muerto antes de dar un informe al Congreso en una causa donde hay terrorismo internacional me parece de una enorme gravedad”.

 

Alberto Nisman se había convertido en el centro de atención política en los últimos días tras denunciar a la presidenta y a varios de sus colaboradores, entre ellos el canciller, Héctor Timerman, por los delitos de “encubrimiento agravado, incumplimiento de deber de funcionario público y estorbo del acto funcional”.

 

[Img #5538]La denuncia, basada en escuchas telefónicas, alcanza también al diputado oficialista Andrés Larroque, núcleo central de “La Cámpora”, guardia pretoriana de asesores de extrema izquierda que rodea a la presidenta de Argentina. Y también se extiende a los militantes Luis D'Elia y Fernando Esteche, personal de la secretaría de Inteligencia de la Presidencia argentina, el exfiscal federal y exjuez de instrucción Héctor Yrimia y el referente comunitario iraní Jorge "Yussuf" Khalil.

 

Nisman contaba con grabaciones de conversaciones telefónicas entre las autoridades iraníes y agentes de inteligencia y mediadores argentinos que, según el fiscal, demostrarían que Argentina suscribió un acuerdo con Irán que implicaría el encubrimiento de los sospechosos del atentado contra la AMIA a cambio de impulsar el comercio bilateral y el intercambio de petróleo por granos en un contexto de crisis energética en el país suramericano.

 

Hay que recordar que el atentado contra la AMIA causó 85 muertos y 300 heridos el 18 de julio de 1994, dos años después de que una bomba explotara frente a la embajada de Israel en Buenos Aires y ocasionara 29 víctimas mortales. La investigación y la comunidad judía atribuyen a Irán y a la organización Hizbulá la planificación y ejecución de ambos atentados.

 

Pero, ¿qué es lo que sabía el fiscal especial Alberto Nisman? Éste había denunciado a la presidente argentina Cristina Kirchner y a otros miembros del Gobierno a quienes acusó de "decidir, negociar y organizar la impunidad de los prófugos iraníes en la causa AMIA con el propósito de fabricar la inocencia de Irán" en la investigación por el atentado perpetrado en Buenos Aires en 1994; pidió su declaración indagatoria y un embargo de 200 millones de pesos.

 

De acuerdo a la presentación de Nisman -realizada en medio de presiones y la intención oficial de apartarlo de la investigación- que quedó radicada en el juzgado federal de Ariel Lijo, el Gobierno ideó un "sofisticado plan delictivo" destinado a favorecer a Irán y desvincular definitivamente a los sospechosos que son buscados por la Justicia argentina.

 

El fiscal cree que la "maniobra" comenzó dos años antes de que se firmara el Memorando de Entendimiento con Teherán en 2013 y habría contó con la participación del canciller Héctor Timerman, el diputado nacional Andrés "Cuervo" Larroque y el piquetero Luis D'Elía. En su escrito, Nisman incluye los contactos que se mantuvieron nada menos que con Mohsen Rabbani, uno de los máximos responsables del ataque terrorista, según la Justicia argentina, que actualmente se encuentra en búsqueda y captura.

 

En el extenso escrito presentado por Nisman, éste expone, como parte de las pruebas, charlas telefónicas que involucran a los protagonistas del complejo tratado. Según el fiscal, las instrucciones partían de la propia Presidente ,quien instruía a Larroque, que a su vez indicaba a D'Elía y Esteche, todos nexos locales de Irán. Por parte del estado religioso, el vínculo en Argentina es un representante iraní sin cargo diplomático, aunque con poder real. Se trataría de Jorge Alejandro "Yussuf" Khalil.

 

En su exposición escrita Nisman explica que las motivaciones que llevaron a la concreción del pacto fueron estrictamente económicas. Argentina, necesitada de energía, negociaría con Irán impunidad a cambio de "granos y carne". Sin embargo, para poder cumplir con este acuerdo se necesitaría algo más: garantizar la caída de las circulares rojas que pesan sobre varios funcionarios del régimen iraní, hecho que no ocurrió.

 

Según consta en la presentación judicial del malogrado Nisman, en una de las escuchas en la que está involucrado Khalil, éste señala lo siguiente: "Los tipos quieren restablecer relaciones, que lo van a hacer multidimensionalmente eso. A nivel gobierno, te digo, a nivel Estado... lo que tiene que ver con establecer relaciones entre los dos Estados. El tema que necesita Argentina es petróleo... hay un verdadero interés en empezar y entablar las relaciones comerciales de gobierno a gobierno". Estas afirmaciones de Khalil corresponderían al mes de  mayo de 2013.

 

En otra conversación que involucra a D'Elía, el ex piquetero afirma: "Ahí hablé con Julio (De Vido, Ministro de Planificación), acá hay urgencia energética". El ex funcionario kirchnerista se reunió con el ministro y dio cuenta a Kalhil, su vínculo en el armado del pacto, de ese encuentro. "Ellos están dispuestos a mandar a la gente de YPF con nosotros a hacer negocios allá. Está muy interesado en cambiar lo de aquellos por granos y carne. La reunión fue porque la pidió la Jefe, ¡eh!... Estamos al más alto nivel".

 

La reunión por el petróleo iba a tener inicialmente dos sedes posibles: Caracas -a petición de de Argentina- o Beirut (Líbano). Sin embargo, al permanecer vigentes las circulares rojas -el verdadero interés de Irán- esas cumbres se frustraron. En ese sentido, en otra charla mantenida entre D'Elía y Khalil, el enviado iraní le reprocha: "De Vido tiene que saber que Timerman no cumplió con algunas cosas, esto es así de claro, no cumplió con algunas cosas". El iraní hacía referencia al pedido de captura internacional que pesa sobre sus jefes, responsables del atentado a la AMIA.

 

Khalil, en contacto telefónico con Rabbani, lo pone al tanto de las negociaciones con el gobierno argentino. La réplica del imputado en la causa es la siguiente: "Irán fue el primer comprador de Argentina y ahora no compra casi nada... pero puede cambiar... aquí hay algunos sectores del gobierno que me dijeron que están listos para vender petróleo a la Argentina... y también comprar armas".

 

El trato entre ambos era frecuente y de sumisión por parte de Khalil: "Sheik, quédese tranquilo que yo hoy a la noche, cuando llego a mi casa, le mando un informe de todo todo lo que estoy haciendo". Corría el mes de mayo de 2013 y el máximo sospechoso del atentado terrorista a la AMIA conocía más detalles del pacto que los familiares de las víctimas, quienes no conocían nada sobre las negociaciones.

 

La Justicia argentina solicitó la captura nacional e internacional del ex presidente iraní Ali Akbar Hashemi Bahramaie Rafsanjani; del ex ministro de Relaciones Exteriores, Ali Akbar Velayati; del ex ministro de Inteligencia, Ali Fallahijan; del ex jefe de la Guardia Revolucionaria, Mohsen Rezai; del ex jefe de las Fuerzas Quds y ex ministro de Defensa, Ahmad Vahidi; del ex Agregado Cultural de la Embajada de Irán en Buenos Aires, Mohsen Rabbani; del Tercer Secretario de la Embajada, Ahmad Reza Asghari y del ex embajador de la República de Irán en nuestro país, Hadi Soleimpanpour.

 

Siguiendo el escrito de Nisman, el "plan criminal" se inició el 23 de enero de 2011 en un viaje que el canciller Timerman hizo a Damasco (Siria). Posteriormente viajó a Aleppo, donde se entrevistó con el jefe del régimen Bashar Al-Assad. En el curso de ese viaje el funcionario argentino se reunió con su par iraní, Ali Akbar Salehi. El canciller del régimen se lo comunicó por escrito al por entonces presidente de Irán: "Argentina no está más interesada en resolver aquellos dos atentados... en cambio prefiere mejorar sus relaciones comerciales", según consta en el escrito. El ministro iraní reconocería dos años después sus encuentros con su colega argentino, pese a la negativa sistemática de Timerman.

 

El interés iraní en el memorandum, sin embargo, cayó luego de la frustración que significó la rotunda negativa de Interpol de dejar caer las circulares rojas emitidas contra los sospechosos del acto terrorista. El pacto ingresó al Parlamento iraní el 10 de marzo de 2013, apenas cinco días antes de que el organismo internacional ratificara la vigencia de los pedidos de captura. El 16 de ese mismo mes, el canciller Salehi repudió públicamente la resolución de Interpol. El tratado nunca recibió tratamiento parlamentario.

 

Khalil, el nexo del régimen con el gobierno argentino, ilustró el malestar de Teherán con una afirmación extraña: "Hay un poquito de desazón de allá... de allá hay desazón. Me parece que el ruso este de mierda se mandó alguna. Estaba firmado algo, donde estaba el tema de las cautelares", en referencia a Timerman y su supuesta promesa sobre la caída de las circulares rojas.

 

En noviembre de 2012, antes de que se aprobara el tratado y en otro de los contactos telefónicos entre Larroque y D'Elía con Khalil, los dirigentes argentinos le piden al iraní que no concurra a una marcha a favor de Palestina.

 

El delegado iraní informó lo siguiente: "Me imagino que los troskos van a empezar con mensajes en contra del gobierno, cosa que yo no quiero... no queremos hacer algo que irrite... no queremos irritar al gobierno argentino... no voy a hacer nada para irritar al gobierno argentino. Estamos arreglando un problema mayor para nosotros. Aparte fue un pedido del gobierno. Yo estuve hablando con D'Elía y con el Cuervo Larroque y me pidieron eso y yo lo transmití a Safir... y el Safir me dijo lo mismo... 'no hagamos algo que pueda molestar'".

 

[Img #5539]

 

 

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