Entre el "nuevo periodismo" norteamericano y el realismo mágico
“La ciudad de México que se cree protegida por extraterrestres”: Un ejemplo de excelente periodismo en BBC Mundo
Juan Paullier (@juanpaullier) ha escrito un magnífico reportaje para la web de BBC Mundo que recupera el tono, el ritmo, la redacción acerada y el estilo más trepidante de los mejores prosistas de periódicos. Una mezcla modélica del mejor “nuevo periodismo” norteamericano y del más intenso realismo mágico. Publicamos los primeros párrafos de la crónica.
Mientras en un sofá de una sencilla cafetería de Ciudad Madero un hombre me invita a meditar para ver ovnis, en la televisión Bob Marley canta "I shot the sheriff" y detrás de la barra una mujer prepara un frappuccino.
En esta ciudad del violento estado de Tamaulipas, en el noreste de México, muchos creen que los extraterrestres llevan décadas protegiéndolos de los huracanes, que luego de avanzar con fuerza hacia sus costas, se detienen de forma abrupta y, misteriosamente, cambian de rumbo.
Dicen que los han visto. Que hay una base submarina a unos 40 kilómetros de la costa. Que vieron sus naves, esferas, triángulos, luces. Que vieron cosas.
Y lo dicen abiertamente.
Fernando Alonso Gallardo, de 68 años, ingeniero civil, empresario, exteniente, jubilado de la petrolera estatal Pemex, tiene el rostro tostado por el picante sol de Playa Miramar, una ancha franja de arena de 10 kilómetros de largo.
Por los barrotes de las ventanas de "El Mexicano", su restaurante frente a la playa, se cuelan el sonido de una cumbia argentina misógina y una bienvenida brisa del golfo de México.
Masticando cada palabra, me cuenta su historia, que como la de muchos otros de por aquí, involucra avistamientos de objetos voladores no identificados.
En 1933, cuando los huracanes todavía no tenían nombre, uno de categoría 5 golpeó a Tampico, la ciudad donde nació, ubicada tan cerca de Ciudad Madero que apenas se distinguen la una de la otra.
El restaurante de su padre no sobrevivió. Construyeron otro.
Pero en 1955, el huracán Hilda, que inundó tres cuartas partes de la ciudad y dejó a 20.000 personas sin hogar, lo volvió a tumbar.
"Pienso que en esa época no había extraterrestres, si no, no hubiera ocurrido tanto desastre", le dice don Alonso a BBC Mundo.
Los huracanes también llegaron en 1947, 1951 y 1966. Luego dejaron de golpear.
Hay investigadores que opinan que el motivo del desvío es la presencia de corrientes de agua fría en la zona.
Pero en Tampico y Ciudad Madero nadie ignora que existe la creencia de que algo sobrenatural defiende estas tierras…
Mientras en un sofá de una sencilla cafetería de Ciudad Madero un hombre me invita a meditar para ver ovnis, en la televisión Bob Marley canta "I shot the sheriff" y detrás de la barra una mujer prepara un frappuccino.
En esta ciudad del violento estado de Tamaulipas, en el noreste de México, muchos creen que los extraterrestres llevan décadas protegiéndolos de los huracanes, que luego de avanzar con fuerza hacia sus costas, se detienen de forma abrupta y, misteriosamente, cambian de rumbo.
Dicen que los han visto. Que hay una base submarina a unos 40 kilómetros de la costa. Que vieron sus naves, esferas, triángulos, luces. Que vieron cosas.
Y lo dicen abiertamente.
Fernando Alonso Gallardo, de 68 años, ingeniero civil, empresario, exteniente, jubilado de la petrolera estatal Pemex, tiene el rostro tostado por el picante sol de Playa Miramar, una ancha franja de arena de 10 kilómetros de largo.
Por los barrotes de las ventanas de "El Mexicano", su restaurante frente a la playa, se cuelan el sonido de una cumbia argentina misógina y una bienvenida brisa del golfo de México.
Masticando cada palabra, me cuenta su historia, que como la de muchos otros de por aquí, involucra avistamientos de objetos voladores no identificados.
En 1933, cuando los huracanes todavía no tenían nombre, uno de categoría 5 golpeó a Tampico, la ciudad donde nació, ubicada tan cerca de Ciudad Madero que apenas se distinguen la una de la otra.
El restaurante de su padre no sobrevivió. Construyeron otro.
Pero en 1955, el huracán Hilda, que inundó tres cuartas partes de la ciudad y dejó a 20.000 personas sin hogar, lo volvió a tumbar.
"Pienso que en esa época no había extraterrestres, si no, no hubiera ocurrido tanto desastre", le dice don Alonso a BBC Mundo.
Los huracanes también llegaron en 1947, 1951 y 1966. Luego dejaron de golpear.
Hay investigadores que opinan que el motivo del desvío es la presencia de corrientes de agua fría en la zona.
Pero en Tampico y Ciudad Madero nadie ignora que existe la creencia de que algo sobrenatural defiende estas tierras…