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Sábado, 09 de Mayo de 2015 Tiempo de lectura:

20º aniversario de la autovía de Leizarán (San Sebastián-Pamplona)

[Img #6191]El proyecto de la autovía San Sebastián-Pamplona (entonces llamada de Leizarán porque iba a atravesar dicho valle), que había sido firmado en 1986, provocó la oposición de algunas asociaciones ecologistas, que consideraban excesivo el previsible impacto medioambiental.

 

Entre ellas destacaba la coordinadora Lurraldea (Territorio), vinculada a la “izquierda abertzale, que exigía la modificación del trazado. En septiembre de 1989 ETAm comenzó su intervención en respaldo de las reivindicaciones de Lurraldea.

 

En Relatos de plomo se cita la ilustrativa carta que la cúpula de la banda dirigió a uno de sus comandos: “se ha decidido hacer la guerra sin cuartel a las empresas de la Autovía. O sea, que leña al mono”.

 

La campaña terrorista, que se prolongó hasta abril de 1992, consistió en 18 atentados: la banda asesinó a tres personas e hirió a otras nueve. La operación se combinó con otros casi doscientos ataques de kale borroka perpetrados por los “grupos Y”, compuestos por jóvenes nacionalistas radicales violentos, quienes se dedicaban al hostigamiento de las empresas constructoras y los bancos relacionados con la obra.

 

En total, la combinación de violencia de alta y baja intensidad, es decir, de terrorismo y vandalismo callejero, causó daños materiales por valor de unos 1.000 millones de pesetas (6 millones de euros), a los que hay que sumar los 15.400 millones (92,5 millones de euros) de sobrecoste económico imputable a la amenaza etarra (seguridad, alteración del trazado original de la autovía, etc.).

 

De cualquier manera, ETA militar consiguió instrumentalizar el conflicto medioambiental para presentarse, al igual que había hecho en Lemóniz, como adalid del movimiento ecologista.

 

Sin embargo, el chantaje etarra se había encontrado con la firmeza de la Diputación de Guipúzcoa de la coalición EA y EE, que prefirió mantener el diseño tal y como estaba para salvaguardar el pacto de Ajuria Enea y evitar que la banda lograra otro triunfo político.

 

Todo cambió tras las elecciones forales de 1991. La nueva Diputación, conformada por una alianza del PNV y el PSE-PSOE, se plegó a las demandas de ETAm y varió el trazado de la autovía. En opinión de Patxo Unzueta, «esa combinación entre ofertas de negociación sin condiciones y demostración práctica de que la violencia sirve para arrancar cesiones a los demócratas resultó decisiva para la recomposición del entramado formado en torno a ETA», que se encontraba muy debilitado tras la detención de la cúpula de la banda en Bidart (Francia) en marzo de 1992.

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