Inadmisible
Nos quejábamos de los políticos y se pensaba que pasado el 24M, iban a tomar nota y cambiar su comportamiento, pero concretamente en Vitoria, por los posicionamientos que algunos están tomando, se aprecia que su decencia, honestidad y ética, brillan por su ausencia.
Brilla por su ausencia porque en Vitoria auspiciado por EH Bildu, alimentado por el PNV, con los peores resultados, y apoyado por el PSE, están falseando, mintiendo y engañando para desalojar de la alcaldía a Maroto, a quien 36.000 ciudadanos hemos elegido mayoritariamente, con la creencia de que es quien mejor nos ha representado y el que nos representaría mejor.
Brilla porque es inmoral utilizar la falsedad y tres o cuatro mentiras para derrotar al más votado. Es una falsedad decir que Maroto es un xenófobo, que ha utilizado el discurso del odio y que ha fomentado el enfrentamiento ciudadano. Xenófobos por excelencia y lo siguen siendo, si no lo reconocen, son quienes han asesinado a otros por ser extranjeros españoles, por pensar diferente, quienes inyectaron el odio, quienes mediante pactos excluyeron y enfrentaron a la sociedad vasca.
Puede ser democrático el que otros, de diferentes criterios y aspiraciones entre ellos, puedan quitar el puesto a quien por mayoría lo ha ganado, pero en el caso que nos ocupa, es inmoral, deshonesto y para nada ético.
Se entiende que grupos sociales y Gora Gasteiz, apoyen el pacto contra Maroto para colocar a Gorka Urtaran en la alcaldía. Lo que no se entiende, o sí, es que Cuerda lo haga por la amistad que le une a María Jesús Aguirre, madre del aspirante a ser alcalde, sin votos, sin ideas y sin proyecto.
Lo lógico y coherente debiera de ser que gobernara la lista más votada y como dice Izaguirre, el alcalde en funciones de San Sebastián, “el pueblo ha hablado”. Lo inadmisible es que al pueblo se le pretenda engañar y tapar la boca.
Nos quejábamos de los políticos y se pensaba que pasado el 24M, iban a tomar nota y cambiar su comportamiento, pero concretamente en Vitoria, por los posicionamientos que algunos están tomando, se aprecia que su decencia, honestidad y ética, brillan por su ausencia.
Brilla por su ausencia porque en Vitoria auspiciado por EH Bildu, alimentado por el PNV, con los peores resultados, y apoyado por el PSE, están falseando, mintiendo y engañando para desalojar de la alcaldía a Maroto, a quien 36.000 ciudadanos hemos elegido mayoritariamente, con la creencia de que es quien mejor nos ha representado y el que nos representaría mejor.
Brilla porque es inmoral utilizar la falsedad y tres o cuatro mentiras para derrotar al más votado. Es una falsedad decir que Maroto es un xenófobo, que ha utilizado el discurso del odio y que ha fomentado el enfrentamiento ciudadano. Xenófobos por excelencia y lo siguen siendo, si no lo reconocen, son quienes han asesinado a otros por ser extranjeros españoles, por pensar diferente, quienes inyectaron el odio, quienes mediante pactos excluyeron y enfrentaron a la sociedad vasca.
Puede ser democrático el que otros, de diferentes criterios y aspiraciones entre ellos, puedan quitar el puesto a quien por mayoría lo ha ganado, pero en el caso que nos ocupa, es inmoral, deshonesto y para nada ético.
Se entiende que grupos sociales y Gora Gasteiz, apoyen el pacto contra Maroto para colocar a Gorka Urtaran en la alcaldía. Lo que no se entiende, o sí, es que Cuerda lo haga por la amistad que le une a María Jesús Aguirre, madre del aspirante a ser alcalde, sin votos, sin ideas y sin proyecto.
Lo lógico y coherente debiera de ser que gobernara la lista más votada y como dice Izaguirre, el alcalde en funciones de San Sebastián, “el pueblo ha hablado”. Lo inadmisible es que al pueblo se le pretenda engañar y tapar la boca.