El 20% de las comunidades musulmanas de España está adscrito a corrientes radicales del islam
Los servicios de inteligencia españoles llevan varios años dando la voz de alarma sobre la expansión que está registrando el islam radical
Alrededor del 20% de las comunidades musulmanas de España está adscrito a corrientes radicales del islam, según datos que manejan los servicios de información encargados del seguimiento y vigilancia de estos movimientos. De las alrededor de mil comunidades islámicas censadas en España, las que se alinean con tendencias radicales (entre las que se sitúan los salafistas, el movimiento Tabligh o Justicia y Caridad, entre otras) representan entre el 18 y el 20%, según las citadas fuentes. La cifra es todavía más alta en algunas regiones, como en Cataluña, donde se estima que las comunidades adscritas a movimientos radicales representan el 25%.
En Ceuta es todavía más alto el porcentaje de mezquitas alineadas con las interpretaciones más extremistas de esta religión. Un estudio realizado en 2010 por el Departamento de Inteligencia del Ceseden señalaba que “de las 41 mezquitas existentes en Ceuta, el 60% está vinculado al movimiento Tabligh, que sin ser una corriente yihadista, pueden ser utilizadas de manera indirecta por éstos, ya que su carga doctrinal hace que, en determinados casos, el salto a la militancia yihadista sea más fácil”.
El movimiento Tabligh (Yama’a At-Tabligh Al-Da’wa) es una organización jerarquizada que compite con los salafistas por la radicalización y captación de los creyentes musulmanes. Ambas corrientes se han enfrentado en Cataluña por hacerse con el control de las comunidades musulmanas. Los tabligh, que mantienen posturas segregacionistas que obstaculizan la integración de sus seguidores en la sociedad española, están asentados en Cataluña y la Comunidad valenciana, pero también tienen una fuerte implantación en Ceuta.
Dos investigadores, José María Blanco Navarro y Oscar Pérez Ventura, en un trabajo realizado para el Instituto Español de Estudios Estratégicos, indicaban que el tabligh “no es un movimiento de carácter yihadista, pero debido a sus características puede ser instrumentalizado por elementos, células o grupos de ese entorno, convirtiéndose en vivero para la captación de radicales”.
Según informa la Agencia Vasco Press, al igual que el Tabligh, la corriente Justicia y Caridad, con especial implantación en la región de Murcia, realiza interpretaciones radicales que dificultan la integración de sus miembros. Por este motivo, precisamente, hace unos días el Supremo negaba la nacionalidad española a un miembro de Justicia y Caridad. Un informe del CNI aportado al procedimiento judicial de este caso señalaba que el objetivo fundamental de Justicia y Caridad es la instauración en Marruecos de un régimen islámico regido únicamente por la ley islámica. “La expansión de su mensaje entre el colectivo musulmán residente en España supone un riesgo de radicalización de esta comunidad y dificulta la integración de los musulmanes en la sociedad española”, señalaba el CNI.
Los servicios de inteligencia españoles llevan varios años dando la voz de alarma sobre la expansión que está registrando el islam radical, en especial el de inspiración salafista. “El salafismo yihadista constituye la base doctrinal de los distintos grupos que practican este tipo de terrorismo -indicaba el informe del Ceseden citado-. Todos tienen en común una misma inspiración ideológica que justifica el empleo de la violencia en nombre del Islam”.
En Cataluña están localizados los núcleos más activos de la corriente salafista y desde esa comunidad realizan un esfuerzo por difundir su interpretación de la religión musulmana y extenderse a otras comunidades.
Alrededor del 20% de las comunidades musulmanas de España está adscrito a corrientes radicales del islam, según datos que manejan los servicios de información encargados del seguimiento y vigilancia de estos movimientos. De las alrededor de mil comunidades islámicas censadas en España, las que se alinean con tendencias radicales (entre las que se sitúan los salafistas, el movimiento Tabligh o Justicia y Caridad, entre otras) representan entre el 18 y el 20%, según las citadas fuentes. La cifra es todavía más alta en algunas regiones, como en Cataluña, donde se estima que las comunidades adscritas a movimientos radicales representan el 25%.
En Ceuta es todavía más alto el porcentaje de mezquitas alineadas con las interpretaciones más extremistas de esta religión. Un estudio realizado en 2010 por el Departamento de Inteligencia del Ceseden señalaba que “de las 41 mezquitas existentes en Ceuta, el 60% está vinculado al movimiento Tabligh, que sin ser una corriente yihadista, pueden ser utilizadas de manera indirecta por éstos, ya que su carga doctrinal hace que, en determinados casos, el salto a la militancia yihadista sea más fácil”.
El movimiento Tabligh (Yama’a At-Tabligh Al-Da’wa) es una organización jerarquizada que compite con los salafistas por la radicalización y captación de los creyentes musulmanes. Ambas corrientes se han enfrentado en Cataluña por hacerse con el control de las comunidades musulmanas. Los tabligh, que mantienen posturas segregacionistas que obstaculizan la integración de sus seguidores en la sociedad española, están asentados en Cataluña y la Comunidad valenciana, pero también tienen una fuerte implantación en Ceuta.
Dos investigadores, José María Blanco Navarro y Oscar Pérez Ventura, en un trabajo realizado para el Instituto Español de Estudios Estratégicos, indicaban que el tabligh “no es un movimiento de carácter yihadista, pero debido a sus características puede ser instrumentalizado por elementos, células o grupos de ese entorno, convirtiéndose en vivero para la captación de radicales”.
Según informa la Agencia Vasco Press, al igual que el Tabligh, la corriente Justicia y Caridad, con especial implantación en la región de Murcia, realiza interpretaciones radicales que dificultan la integración de sus miembros. Por este motivo, precisamente, hace unos días el Supremo negaba la nacionalidad española a un miembro de Justicia y Caridad. Un informe del CNI aportado al procedimiento judicial de este caso señalaba que el objetivo fundamental de Justicia y Caridad es la instauración en Marruecos de un régimen islámico regido únicamente por la ley islámica. “La expansión de su mensaje entre el colectivo musulmán residente en España supone un riesgo de radicalización de esta comunidad y dificulta la integración de los musulmanes en la sociedad española”, señalaba el CNI.
Los servicios de inteligencia españoles llevan varios años dando la voz de alarma sobre la expansión que está registrando el islam radical, en especial el de inspiración salafista. “El salafismo yihadista constituye la base doctrinal de los distintos grupos que practican este tipo de terrorismo -indicaba el informe del Ceseden citado-. Todos tienen en común una misma inspiración ideológica que justifica el empleo de la violencia en nombre del Islam”.
En Cataluña están localizados los núcleos más activos de la corriente salafista y desde esa comunidad realizan un esfuerzo por difundir su interpretación de la religión musulmana y extenderse a otras comunidades.