Dicen que no “darán la espalda a la lucha”
Los asesinos de la banda terrorista ETA ni se arrepienten ni piden perdón
Los portavoces del colectivo de presos de ETA (EPPK), los terroristas Mikel Albisu “Antza” y Marixol Iparragirre “Anboto” han afirmado que exigir su arrepentimiento y su petición de perdón como "peaje" para su libertad "va en contra de una solución verdadera". En una entrevista en euskera publicada en la revista “Argia”, los dos criminales de la banda terrorista ETA, ambos encarcelados en el penal de Réau, han asegurado también que no darán la espalda a la "lucha emprendida".
“Antza” y “Anboto”, teóricos de lo que en los años noventa del pasado siglo se conoció como “la socialización del sufrimiento”, definieron perfectamente en qué consistía esta estrategia de terrorpuesta en marcha por ETA: “Hay que extender los asesinatos a personas pertenecientes a colectivos encargados de la lucha antiterrorista; profesores españoles en el País Vasco; miembros del PP o el PSOE; periodistas, o funcionarios de instituciones penitenciarias, entre otros”.
Ahora, veinte años después, los terroristas se dedican a responder entrevistas desde la cárcel. Y afirman sin vergüenza y sin remordimientos que "dar la espalda a la lucha, arrepentirse y delatar" son temas que, a su juicio, no se les puede reclamar y apuntan que son "líneas rojas" que no van a superar. Según indican, el “colectivo de presos” ya ha reconocido el sufrimiento "que ha causado el conflicto político" en "todas las partes".
Los portavoces del colectivo de presos de ETA (EPPK), los terroristas Mikel Albisu “Antza” y Marixol Iparragirre “Anboto” han afirmado que exigir su arrepentimiento y su petición de perdón como "peaje" para su libertad "va en contra de una solución verdadera". En una entrevista en euskera publicada en la revista “Argia”, los dos criminales de la banda terrorista ETA, ambos encarcelados en el penal de Réau, han asegurado también que no darán la espalda a la "lucha emprendida".
“Antza” y “Anboto”, teóricos de lo que en los años noventa del pasado siglo se conoció como “la socialización del sufrimiento”, definieron perfectamente en qué consistía esta estrategia de terrorpuesta en marcha por ETA: “Hay que extender los asesinatos a personas pertenecientes a colectivos encargados de la lucha antiterrorista; profesores españoles en el País Vasco; miembros del PP o el PSOE; periodistas, o funcionarios de instituciones penitenciarias, entre otros”.
Ahora, veinte años después, los terroristas se dedican a responder entrevistas desde la cárcel. Y afirman sin vergüenza y sin remordimientos que "dar la espalda a la lucha, arrepentirse y delatar" son temas que, a su juicio, no se les puede reclamar y apuntan que son "líneas rojas" que no van a superar. Según indican, el “colectivo de presos” ya ha reconocido el sufrimiento "que ha causado el conflicto político" en "todas las partes".