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Nino Muñoz
Sábado, 01 de Agosto de 2015 Tiempo de lectura:

Compromiso

Señor Director:

Estos días, Maixabel Lasa, viuda de Juan Mari Jáuregui, ex gobernador civil de Guipúzcoa, asesinado por ETA, exigía a los componentes de la izquierda abertzale el reconocimiento del terror, el  dolor y del sufrimiento causado.

 

En el homenaje por el décimo quinto aniversario de la muerte de su marido, la ex directora de la oficina de Atención a las Víctimas, dirigiéndose a los radicales, les recordó que reconocieran que estuvieron muchos años aplaudiendo, apoyando, defendiendo y fijando objetivos  y que ahora lo que se les requería es que  pidieran perdón.

 

Como manifestó Lasa,  la máxima responsabilidad de la tragedia vivida en el País Vasco, es de ETA, y ETA digo, no ha desaparecido, pervive,  y sus seguidores en Batasuna, Bildu o Sortu, en lugar de reconocer errores, pedir perdón y hacer autocrítica, siguen justificando los asesinatos, manifestando que asesinar en democracia fue acertado, que hay que seguir homenajeando a terroristas y que hay que dar jaque mate a la Guardia Civil.  

 

Evidentemente, los máximos responsables del dramatismo vivido, son los etarras, pero no sólo ellos tienen la responsabilidad, también en el pasado y presente, quienes gobernado mayormente durante las últimas décadas, les prestaron y prestan respaldo político, no se enfrentaron con ellos y con ellos pactaron y pactan;  les comprendieron, toleraron, y  ahora, como los GAL, se ponen tras la cortina sin querer reconocerlas.

 

En su intervención Maixabel recordó que faltan pasos a dar por la consecución del entendimiento y la convivencia. Será preciso, se deduce, el compromiso porque se haga justicia, por escribir el relato de la verdad,  por hacer auto crítica, por poner a cada cual en su sitio, por asumir responsabilidades y errores, por el arrepentimiento y reconocimiento del daño causado, por reparar, por pedir perdón, y por tener presente la memoria y la dignidad de las víctimas.

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