El PIB catalán se reduciría en un 10%
Un País Vasco independiente vería reducido su PIB en un 13%
Gorka Maneiro, parlamentario de Unión Progreso y Democracia (UPyD) y portavoz de esta formación en Euskadi ha recordado que UPyD ya calculó y explicó en 2013 (a través del libro “El coste de la no-España”) el inmenso coste económico y político de una hipotética independencia de Cataluña o Euskadi. “El estudio realizado en 2013, que contó con la participación de intelectuales y estudiosos como Fernando Savater, Sevi Mora o Tortella, entre otros, arroja resultados demoledores, aun considerando que ambas comunidades siguieran en la UE, cosa poco probable”, recuerda Maneiro.
En el caso vasco, el retroceso del PIB alcanzaría el 13%. El efecto sobre el resto de España de una hipotética independencia vasca sería del 0,65%. Y en cuanto a la caída de la renta de los ciudadanos, los vascos sufriríamos un derrumbe del 10% de nuestra renta actual.
El catedrático de Economía de la Universidad de Edimburgo, José Vicente Rodriguez Mora, fue el encargado de realizar el estudio económico. De hecho, compareció en la Ponencia de Autogobierno del Parlamento Vasco para explicar académicamente todos estos datos.
En el caso catalán, el informe calculó que el PIB catalán retrocedería un 10% si esta comunidad autónoma pasara a ser independiente. El PIB del conjunto de España también sufriría un retroceso enorme. El país en su conjunto perdería un 3,3% de su riqueza. Si solo se considerara el PIB del resto de España sin contar a Cataluña, que se habría independizado, ese retroceso sería de un 2% del PIB. Los catalanes verían reducida su renta entre un 2 y un 3%.
La principal razón de todo este empobrecimiento ciudadano sería la ruptura del actual mercado español, lo que produciría “una caída extraordinaria de los intercambios comerciales mutuos”.
En resumen, UPyD ya calculó en 2013 que la secesión provocaría una caída de alrededor de un 10% de la productividad, los salarios y la renta en Cataluña y el País Vasco. Según recuerda Maneiro, “el estudio desmonta las mentiras defendidas por los nacionalistas, según las cuales la independencia conllevaría innumerables beneficios económicos para los ciudadanos vascos o catalanes. Es absolutamente falso”.
“No obstante”, apunta Maneiro, “el mayor coste se produciría en la convivencia: amigos y familias separadas y rotas, la comunidad democrática fraccionada, la convivencia destrozada y rotos también el Estado de Derecho y la democracia”. “Ahora y siempre, cabe recordar que el objetivo no puede ser levantar nuevas fronteras entre conciudadanos sino echar abajo las fronteras que todavía existen; es mejor para todos unir que separar, y es mejor desde cualquier punto de vista”, ha concluido el portavoz magenta.
Gorka Maneiro, parlamentario de Unión Progreso y Democracia (UPyD) y portavoz de esta formación en Euskadi ha recordado que UPyD ya calculó y explicó en 2013 (a través del libro “El coste de la no-España”) el inmenso coste económico y político de una hipotética independencia de Cataluña o Euskadi. “El estudio realizado en 2013, que contó con la participación de intelectuales y estudiosos como Fernando Savater, Sevi Mora o Tortella, entre otros, arroja resultados demoledores, aun considerando que ambas comunidades siguieran en la UE, cosa poco probable”, recuerda Maneiro.
En el caso vasco, el retroceso del PIB alcanzaría el 13%. El efecto sobre el resto de España de una hipotética independencia vasca sería del 0,65%. Y en cuanto a la caída de la renta de los ciudadanos, los vascos sufriríamos un derrumbe del 10% de nuestra renta actual.
El catedrático de Economía de la Universidad de Edimburgo, José Vicente Rodriguez Mora, fue el encargado de realizar el estudio económico. De hecho, compareció en la Ponencia de Autogobierno del Parlamento Vasco para explicar académicamente todos estos datos.
En el caso catalán, el informe calculó que el PIB catalán retrocedería un 10% si esta comunidad autónoma pasara a ser independiente. El PIB del conjunto de España también sufriría un retroceso enorme. El país en su conjunto perdería un 3,3% de su riqueza. Si solo se considerara el PIB del resto de España sin contar a Cataluña, que se habría independizado, ese retroceso sería de un 2% del PIB. Los catalanes verían reducida su renta entre un 2 y un 3%.
La principal razón de todo este empobrecimiento ciudadano sería la ruptura del actual mercado español, lo que produciría “una caída extraordinaria de los intercambios comerciales mutuos”.
En resumen, UPyD ya calculó en 2013 que la secesión provocaría una caída de alrededor de un 10% de la productividad, los salarios y la renta en Cataluña y el País Vasco. Según recuerda Maneiro, “el estudio desmonta las mentiras defendidas por los nacionalistas, según las cuales la independencia conllevaría innumerables beneficios económicos para los ciudadanos vascos o catalanes. Es absolutamente falso”.
“No obstante”, apunta Maneiro, “el mayor coste se produciría en la convivencia: amigos y familias separadas y rotas, la comunidad democrática fraccionada, la convivencia destrozada y rotos también el Estado de Derecho y la democracia”. “Ahora y siempre, cabe recordar que el objetivo no puede ser levantar nuevas fronteras entre conciudadanos sino echar abajo las fronteras que todavía existen; es mejor para todos unir que separar, y es mejor desde cualquier punto de vista”, ha concluido el portavoz magenta.