Según diferentes foros católicos
La Agencia Vasca para el Desarrollo defiende a las organizaciones afines a Planned Parenthood, acusada de mercadear con órganos de fetos abortados
Según denuncian diferentes organizaciones católicas, la Agencia Vasca para el Desarrollo ha mostrado su solidaridad con diferentes asociaciones vinculadas a Planned Parenthood, una organización multinacional norteamericana, la principal a nivel mundial, especializada en interrupciones de embarazos y planificación familiar. Según estas fuentes, la Agencia Vasca para el Desarrollo, dependiente directamente de la presidencia del Gobierno vasco y dirigida por Paul Ortega Etcheverry, ha explicado que las críticas a Planned Parenthood son un nuevo ejemplo de “acoso y difamación”.
Pero, a pesar de estas declaraciones voluntariosas en apoyo de Planned Parenthood, lo cierto es que nueve grabaciones con cámara oculta realizadas a directivos de esta multinacional han demostrado que el gigante estadounidense de la interrupción del embarazo se lucra con la venta a universidades y empresas de investigación científica de los órganos de los fetos abortados en sus clínicas. Estos vídeos, publicados por la asociación Centro para el Congreso Médico, han puesto al descubierto, ante la indignación de gran parte de la sociedad estadounidense, cómo los hígados, riñones y cerebros de los fetos abortados se convierten en mercancía y son vendidos al mejor postor.
De hecho, las consecuencias de este escándalo parece que acaban de comenzar a producirse. El tráfico de órganos de Planned Parenthood se ha convertido ya en uno de los principales puntos del debate de las actuales elecciones primarias republicanas. Numerosas voces se han alzado desde el Partido Republicano y otros ámbitos de la sociedad estadounidense para pedir que se deje de financiar con fondos públicos a la multinacional. Varios estados como Alabama, Louisiana o New Hampshire ya han anunciado que no financiarán más a Planned Parenthood, dando por finalizado su contrato con la organización.
En los últimos días, 31 congresistas republicanos han firmado un manifiesto en el que se comprometen a bloquear cualquier propuesta de financiación al gobierno federal de Barack Obama mientras Planned Parenthood siga utilizando fondos públicos para sus actividades. Estos congresistas señalan que el dinero de los estadounidenses no puede de ningún modo estar destinado a financiar el tráfico de órganos humanos.
Todo comenzó hace uso meses, cuando The Center for Medical Progres [Centro para el Progreso Médico] publicó un vídeo en el que puede verse cómo Deborah Nucatola, directora senior de Servicios Médicos de Planned Parenthood, negocia la posible venta de órganos de niños abortados por “nacimiento parcial” (en las últimas semanas de gestación).
Ver vídeo al final de esta información
Durante la conversación, Nucatola admite que Planned Parenthood vende diversas partes de los niños muertos y utiliza los procedimientos de aborto por nacimiento parcial para conseguir esos órganos. Incluso informa del precio, que oscila entre 30 y 100 dólares, según el órgano.
Mientras almuerza con absoluta tranquilidad, Deborah Nucatola habla con absoluta franqueza: “Mucha gente quiere corazones intactos, porque están buscando nodos concretos, como el auriculoventricular o el sinoauricular… Yo siempre digo: tantos hígados como sea posible. Mucha gente quiere hígados. Por ese motivo, el operario debe actuar bajo guía ecográfica, para que sepa dónde está poniendo los fórceps“.
O, en otro momento: “También quieren extremidades inferiores. Eso es fácil. No sé qué hacen con ellas, supongo que quieren músculo“.
Y añade: “Somos muy buenos consiguiendo corazones, pulmones e hígados, porque sabemos cómo hacerlo sin perforar esa parte, sino rompiendo arriba, rompiendo abajo y comprobando que todo sale intacto“.
Ella misma explica que las mayores dificultades las presenta el cráneo, y confiesa que los médicos abortistas intentan cambiar la dirección en la que viene el niño para facilitar la obtención limpia de la cabeza: “En general, con la cabeza, lo que hacen algunos es intentar cambiar la orientación del feto, de forma que no venga de cabeza. Si lo pones de forma que venga de nalgas, hay una dilatación cuando sale que te permite, en el último paso, sacar intacta la cabeza“.
La venta de partes del cuerpo de niños abortados está prohibida por la ley de Estados Unidos, pero Planned Parenthood explica que, en la sede central de su organización, “tenemos un Departamento Legal que no quiere vernos metidos en esto justo ahora. Pero os diré que, a puerta cerrada, conversaciones como ésta tienen lugar“.
De hecho, el trabajo de Nucatola ha sido alabado en diferentes ocasiones por la máxima responsable de Planned Parenthood. Y, tal y como puede contemplarse en el vídeo, la propia Nucatola ha definido su trabajo con claridad meridiana:
“Ayer, por ejemplo, tuve ocho casos. Sabía exactamente lo que quería, así que miré la lista para saber cuáles eran los casos en los que mejor podía obtener lo que quería y según eso tomé mis decisiones. Es bueno tener una reunión a principios del día. Eso es lo que yo hago“.
Según denuncian diferentes organizaciones católicas, la Agencia Vasca para el Desarrollo ha mostrado su solidaridad con diferentes asociaciones vinculadas a Planned Parenthood, una organización multinacional norteamericana, la principal a nivel mundial, especializada en interrupciones de embarazos y planificación familiar. Según estas fuentes, la Agencia Vasca para el Desarrollo, dependiente directamente de la presidencia del Gobierno vasco y dirigida por Paul Ortega Etcheverry, ha explicado que las críticas a Planned Parenthood son un nuevo ejemplo de “acoso y difamación”.
Pero, a pesar de estas declaraciones voluntariosas en apoyo de Planned Parenthood, lo cierto es que nueve grabaciones con cámara oculta realizadas a directivos de esta multinacional han demostrado que el gigante estadounidense de la interrupción del embarazo se lucra con la venta a universidades y empresas de investigación científica de los órganos de los fetos abortados en sus clínicas. Estos vídeos, publicados por la asociación Centro para el Congreso Médico, han puesto al descubierto, ante la indignación de gran parte de la sociedad estadounidense, cómo los hígados, riñones y cerebros de los fetos abortados se convierten en mercancía y son vendidos al mejor postor.
De hecho, las consecuencias de este escándalo parece que acaban de comenzar a producirse. El tráfico de órganos de Planned Parenthood se ha convertido ya en uno de los principales puntos del debate de las actuales elecciones primarias republicanas. Numerosas voces se han alzado desde el Partido Republicano y otros ámbitos de la sociedad estadounidense para pedir que se deje de financiar con fondos públicos a la multinacional. Varios estados como Alabama, Louisiana o New Hampshire ya han anunciado que no financiarán más a Planned Parenthood, dando por finalizado su contrato con la organización.
En los últimos días, 31 congresistas republicanos han firmado un manifiesto en el que se comprometen a bloquear cualquier propuesta de financiación al gobierno federal de Barack Obama mientras Planned Parenthood siga utilizando fondos públicos para sus actividades. Estos congresistas señalan que el dinero de los estadounidenses no puede de ningún modo estar destinado a financiar el tráfico de órganos humanos.
Todo comenzó hace uso meses, cuando The Center for Medical Progres [Centro para el Progreso Médico] publicó un vídeo en el que puede verse cómo Deborah Nucatola, directora senior de Servicios Médicos de Planned Parenthood, negocia la posible venta de órganos de niños abortados por “nacimiento parcial” (en las últimas semanas de gestación).
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Durante la conversación, Nucatola admite que Planned Parenthood vende diversas partes de los niños muertos y utiliza los procedimientos de aborto por nacimiento parcial para conseguir esos órganos. Incluso informa del precio, que oscila entre 30 y 100 dólares, según el órgano.
Mientras almuerza con absoluta tranquilidad, Deborah Nucatola habla con absoluta franqueza: “Mucha gente quiere corazones intactos, porque están buscando nodos concretos, como el auriculoventricular o el sinoauricular… Yo siempre digo: tantos hígados como sea posible. Mucha gente quiere hígados. Por ese motivo, el operario debe actuar bajo guía ecográfica, para que sepa dónde está poniendo los fórceps“.
O, en otro momento: “También quieren extremidades inferiores. Eso es fácil. No sé qué hacen con ellas, supongo que quieren músculo“.
Y añade: “Somos muy buenos consiguiendo corazones, pulmones e hígados, porque sabemos cómo hacerlo sin perforar esa parte, sino rompiendo arriba, rompiendo abajo y comprobando que todo sale intacto“.
Ella misma explica que las mayores dificultades las presenta el cráneo, y confiesa que los médicos abortistas intentan cambiar la dirección en la que viene el niño para facilitar la obtención limpia de la cabeza: “En general, con la cabeza, lo que hacen algunos es intentar cambiar la orientación del feto, de forma que no venga de cabeza. Si lo pones de forma que venga de nalgas, hay una dilatación cuando sale que te permite, en el último paso, sacar intacta la cabeza“.
La venta de partes del cuerpo de niños abortados está prohibida por la ley de Estados Unidos, pero Planned Parenthood explica que, en la sede central de su organización, “tenemos un Departamento Legal que no quiere vernos metidos en esto justo ahora. Pero os diré que, a puerta cerrada, conversaciones como ésta tienen lugar“.
De hecho, el trabajo de Nucatola ha sido alabado en diferentes ocasiones por la máxima responsable de Planned Parenthood. Y, tal y como puede contemplarse en el vídeo, la propia Nucatola ha definido su trabajo con claridad meridiana:
“Ayer, por ejemplo, tuve ocho casos. Sabía exactamente lo que quería, así que miré la lista para saber cuáles eran los casos en los que mejor podía obtener lo que quería y según eso tomé mis decisiones. Es bueno tener una reunión a principios del día. Eso es lo que yo hago“.