Decidió no intervenir hasta ver cómo se desarrollaba la situación
La dirección nacional del PP conocía la “Ponencia de Libertad y Convivencia” que Arantza Quiroga se disponía a impulsar en el Parlamento vasco
Según ha podido saber La Tribuna del País Vasco de fuentes cercanas a la dirección nacional del Partido Popular, destacados líderes de este partido en Génova conocían desde hace más de una semana el contenido íntegro de la “Ponencia de Libertad y Convivencia” que Arantza Quiroga se disponía a impulsar en el Parlamento vasco.
Las mismas fuentes han explicado a nuestro periódico que la iniciativa puesta en marcha por la máxima representante del PP en Euskadi, que trataba de desbloquear el debate sobre pacificación en el País Vasco sustituyendo una exigencia explícita de la condena a la banda terrorista ETA por un rechazo genérico “a la violencia”, levantó fuertes discrepancias entre destacados miembros de la familiar popular, tanto en Euskadi como en Madrid.
A pesar de ello, la dirección nacional del PP decidió no intervenir hasta ver cómo evolucionaba la propuesta y, de hecho, la ponencia hubiera seguido su camino si el ruido mediático que se ha levantado a su alrededor, especialmente desde el ámbito de las víctimas del terrorismo, no hubiera hecho desaconsejable profundizar en sus contenidos, especialmente cuando solamente restan dos meses para unas cruciales elecciones generales.
Las personas que han relatado a La Tribuna del País Vasco cómo se han sucedido los acontecimientos durante los últimos días, también han explicado que otro de los elementos que ha hecho retroceder al PP en su iniciativa ha sido el comportamiento de la autodenominada “izquierda abertzale”, que se ha dado demasiada prisa en vender como un triunfo propio lo que solamente quería ser un gesto de complicidad hacia el mundo nacionalista vasco.
Tras la retirada de la ponencia impuesta desde Madrid, el PP vasco se enfrenta nuevamente a una preocupante situación de pérdida de apoyos populares, de carencia de líneas de actuación, de falta de recursos y, ahora también, de ausencia de un liderazgo definido.
Según ha podido saber La Tribuna del País Vasco de fuentes cercanas a la dirección nacional del Partido Popular, destacados líderes de este partido en Génova conocían desde hace más de una semana el contenido íntegro de la “Ponencia de Libertad y Convivencia” que Arantza Quiroga se disponía a impulsar en el Parlamento vasco.
Las mismas fuentes han explicado a nuestro periódico que la iniciativa puesta en marcha por la máxima representante del PP en Euskadi, que trataba de desbloquear el debate sobre pacificación en el País Vasco sustituyendo una exigencia explícita de la condena a la banda terrorista ETA por un rechazo genérico “a la violencia”, levantó fuertes discrepancias entre destacados miembros de la familiar popular, tanto en Euskadi como en Madrid.
A pesar de ello, la dirección nacional del PP decidió no intervenir hasta ver cómo evolucionaba la propuesta y, de hecho, la ponencia hubiera seguido su camino si el ruido mediático que se ha levantado a su alrededor, especialmente desde el ámbito de las víctimas del terrorismo, no hubiera hecho desaconsejable profundizar en sus contenidos, especialmente cuando solamente restan dos meses para unas cruciales elecciones generales.
Las personas que han relatado a La Tribuna del País Vasco cómo se han sucedido los acontecimientos durante los últimos días, también han explicado que otro de los elementos que ha hecho retroceder al PP en su iniciativa ha sido el comportamiento de la autodenominada “izquierda abertzale”, que se ha dado demasiada prisa en vender como un triunfo propio lo que solamente quería ser un gesto de complicidad hacia el mundo nacionalista vasco.
Tras la retirada de la ponencia impuesta desde Madrid, el PP vasco se enfrenta nuevamente a una preocupante situación de pérdida de apoyos populares, de carencia de líneas de actuación, de falta de recursos y, ahora también, de ausencia de un liderazgo definido.