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Ernesto Ladrón de Guevara
Lunes, 16 de Noviembre de 2015 Tiempo de lectura:

Pulsión secesionista falsaria

Yo me pregunto: Si tan irracional es el ánimo separatista, ¿por qué la gente vota a los que abogan por la ruptura y no por la construcción de espacios de convivencia y progreso?

 

No cabe duda que la ignorancia es la fuente de muchas de las desgracias que sufre el mundo, y que con indigencia intelectual la masa se convierte en rebaño, pues no hay sentido crítico ni capacidad para el análisis objetivo. ¿Y quién ha abonado la ignorancia? Pues, es obvio que los que no quieren que las nuevas generaciones conozcan la historia real de sus pueblos, de sus regiones, de la nación en la que han nacido, por muy diversas que sean sus partes. Sin capacidad para pensar, que viene del amueblamiento mental, de la formación humanística, del conocimiento, del logos que es la fuente verbal del pensamiento; sin tener un buen bagaje cognitivo; los manantiales de los que se nutre el conocimiento llevan a un pensamiento pobre, a simplezas intelectuales, a construcciones cognitivas formadas por tópicos, por frases hechas, por elaboraciones que no resisten el más elemental análisis.

 

El gran Emilio Lledó en su “Elogio a la infelicidad” lo refleja:

 

“La manera de ser que nuestro lenguaje particular nos ‘hace’ o nos da, es un producto azaroso. Depende, en buena parte, de la familia, de la escuela, de las instituciones, de la sociedad, donde hemos aprendido a hablar, a saber pensar; o donde también, desgraciadamente, nos pueden haber adoctrinado en el ejercicio mortal del olvido. Todo un sistema de reflejos que, como la inesperada campana, anunciaba a los perros de Pavlov la presencia de la comida, y que cuando ésta no aparecía, el sonido inventaba la imaginaria presencia del alimento. Una parte demasiado grande de esa múltiple, infinita, campana de palabras, maniatadas en formas de aprendizaje, nos ofrece, insinúa, fuerza, significaciones que giraban en el cerebro determinadas e imperativas reacciones y, muchas veces, estúpidos comportamientos.”

 

De todo eso se aprovechan unos que buscan la desmembración territorial como vía para la revolución social, para formas comunistas de control social, como “asalto al cielo” al decir de alguno. Otros camuflan su latrocinio en el “totum revolotum” para no ir a la cárcel, y si fueran tras las rejas no lo  harían por haber robado sino como mártires de una causa en la que no creen pero que usan como pantalla. Y los que no lo hacen por estas motivaciones buscan simplemente la conquista del poder totalitario, que es más fácil lograrlo por la vía aldeana que por la cosmopolita, siempre sujeta al  librepensamiento y por tanto al descubrimiento de causas. Puede haberlos que lo procuren por motivaciones idealistas, pero éstos son pobres almas angelicales que son pasto de los mitos y los cuentos, mentes infantilizadas cuyo pensamiento no va más allá que lo mitológico. En definitiva, por los déficits de la escuela, por currículos plagados de mentiras e inexactitudes cuyo fin último es el adoctrinamiento que han pergeñado unos buenos ingenieros sociales a los que se les ha permitido hacer a sus anchas lo que han querido por los órganos reguladores y controladores del Estado.

 

Gran parte de la culpa de todo esto lo tienen los partidos que han gobernado España desde la transición; de eso no cabe ninguna duda. Aún recuerdo, cuando militaba en el Partido Socialista  que la escuela era para ellos un instrumento para la transformación social; visión de la educación no muy apartada del concepto que tienen los nacionalistas. Pero la llamada derecha tampoco ha querido cambiar las cosas, para que no se la llamara franquista, o para sumirse en la hégira socialdemócrata con hondas raíces en la transición política española.

 

Pero no estamos en momentos de poner la soga en el cuello de los que tienen que sacarnos del agujero negro al que nos están llevando unos psicópatas políticos en Cataluña, sino de echar el hombro para que puedan hacer su labor de contención, aunque ello no debe impedir un análisis serio de causas.

 

Hablando de análisis de causas mi buen amigo Pascual Tamburri comenta en La Tribuna del País Vasco que el Gobierno de Uxue Barkos prepara una OPE en Navarra de 320 plazas de maestro además de 14 de inspectores, de los cuales 228 deberán saber euskera, y la mitad de los  nuevos inspectores también, contrariando la realidad sociolingüística de Navarra, que es que, en su conjunto más del 80% ignora por completo el euskera, y en las zonas no vascófonas el uso del castellano como lengua materna está por encima del 98 % de la población.

 

Así empezamos en Alava hace treinta años. Los gobiernos nacionalistas de entonces, sin que nadie les pusiera obstáculos, aplicaron una política lingüística de macha martillo, que es lo mismo que decir de tierra quemada, siguiendo una euskaldunización masiva del profesorado, aún no habiendo más de un 5 % de vascohablantes activos en aquellos tiempos en los que yo ya denunciaba el abuso. La idea, por cierto, de alta eficacia para la transformación social hacia el nacionalismo, consistía en que si se aplicaban perfiles lingüísticos en euskera al conjunto del profesorado, una parte muy significativa del mismo se trasladaría a otras regiones de España donde no había esa exigencia. En Alava en la que el profesorado nativo, por venir de familias donde jamás se había hablado euskera no lo tenía como lengua originaria, se ocuparon esas plazas por vizcaínos o guipuzcoanos de las zonas vascófonas más profundas y por tanto más radicales desde el plano abertzale. Con lo cual el resultado sería una colonización política brutal que hasta incluso hoy me asombra. La evidencia fue  la rápida transformación ideológica del profesorado, y, por tanto, la aculturación política de niños y padres en un corto espacio de tiempo, vía adoctrinamiento o vía de infiltración de las ideas abertzales a través de agentes muy activos entre los padres que actuaban de cuña sumamente agresiva para respaldar a los comisarios políticos. 

 

Incluyo un gráfico de la evolución del voto sindical del profesorado en la red pública como demostración de ello.

 

[Img #7422]

 

 

Curiosamente, pero no contradictoriamente, los nacionalistas, que han logrado el poder en Navarra por las dejaciones de los que han estado deliberando sobre  si eran galgos o podencos, han paralizado el PAI, plan de aprendizaje del inglés, de los gobiernos de UPN, y no exigen inglés al profesorado. Es decir, prefieren ciudadanos navarros atados al terruño sin capacidad de comunicarse con el mundo que personas con capacidad de movilidad e insertos en el sistema económico y de trasferencia de capital humano, que nos guste o no es globalizado y sin fronteras reales. En definitiva, están construyendo algo así como una Corea del Norte. Solamente falta el dictador y la militarización de la sociedad. Dicen que aún no es un plan firme pues está sujeto   a negociación con la Junta de representación del profesorado, pero tienen asegurado el apoyo de los sindicatos nacionalistas que se han hecho hueco con la permisividad, o incluso auspicio, de quienes deberían haberlo dificultado.

 

Pascual Tamburri  denuncia la hipocresía de las organizaciones no nacionalistas:  

    

    “Ahí los tenemos, enfadados, protestando, pataleando, quejándose de la injusticia que se anuncia. Con diferentes matices, UPN, PP, hasta PSOE, entre los partidos, y Afapna, CSI-F, APS y demás entre los sindicatos ahora postergados, dicen que lo de Mendoza no puede ser, que es terrible, que qué va a ser esto. Diario de Navarra, en un editorial del mismo 7 de noviembre, dijo claramente que esto es "escandaloso". Un escándalo…

Espero que al llamarlo "escándalo" no quieran decir que ha sido una sorpresa, porque avisados estaban, y hace muchos años. Mendoza, Barkos y todos sus amigos, de Otegi a Urkullu, serán muchas cosas pero si algo son es precisamente sinceros. Ellos quieren lo que siempre han querido, la construcción nacional de su amada e inexistente Euskal Herria, y como pilar de la misma la extensión de su signo y símbolo, la lengua minoritaria a la que llamamos vascuence. Ningún escándalo
.”

 

 

Pues así se escribe la historia.  ¿No será que Pujol tiene mucho que contar y que aún no ha tirado de la manta?

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