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Lunes, 30 de Noviembre de 2015 Tiempo de lectura:
Ex Jefe del Servicio Meteorológico de la televisión pública francesa

Philippe Verdier: “¿Por qué nadie habla de las consecuencias positivas que también tendría un aumento global de las temperaturas?”

[Img #7570]Philippe Verdier, que hasta hace unos días era el Jefe del Servicio Meteorológico de la televisión pública francesa, ha sido drásticamente despedido de su puesto después de que haya publicado el libro “Climat Investigation”, una exploración profunda sobre cómo el medioambientalismo es tratado demagógicamente por la gran mayoría de los medios de comunicación tradicionales. Su conclusión es rotunda: “lo que se está haciendo con el cambio climático y el ecologismo es una formidable impostura”.

 

En una reciente entrevista publicada en la revista gala “Valores Actuales”, Philippe Verdier explica cómo comenzó a dar vueltas a su trabajo consciente de que la Cumbre sobre el Cambio Climático que hoy acaba de comenzar en París iba a traer consigo una avalancha de cifras y de informes que, aparentemente coherentes, solamente iban a llevar a una única conclusión: “el cambio climático ha llegado y es muy grave”.

 

Philippe Verdier explica que, dado su trabajo, ha cubierto informativamente diferentes conferencias climáticas y revela que en Bali, en Copenhague o en Cancún, se produjo el mismo fenómeno: el predominio de una tendencia científica, marcadamente política y poco independiente, dedicada exclusivamente a la búsqueda de pruebas en una única dirección, que indica que el cambio climático se está produciendo y que el ser humano esz el responsable del mismo. “No hay espacio para otros argumentos. Por ello, soy de la idea de que nada bueno puede salir de estas reuniones planetarias”.

 

Sobre los cinco informes emitidos por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (GIEC), institución que se formó en 1988 y que recibió el Premio Nobel de la Paz en 2007 por su trabajo en el ámbito del clima, Philippe Verdier revela en su libro que en todos ellos se ocultan los datos que no convienen a sus autores. “Puede parecer increíble que esto lo haga una organización que se dice científica, pero así ocurre. El GIEC ha sido creado por dos organismos de la ONU – la Organización Meteorológica Mundial y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente – que están unidos por una misma característica: en ellos, la investigación y el discurso científico, demasiado complejo, está ausente. De hecho, el GIEC ha tenido ‘olvidos’ escandalosos: la influencia sobre el clima de una eventual ralentización de la Corriente del Golfo; la omisión de lo que se conoce como el ‘óptimo climático de la Edad Media’; el no haber tenido en cuenta los efectos ambientales del aumento importante que el tráfico aéreo ha tenido en las última décadas, o la importancia del crecimiento demográfico mundial para el medio ambiente. Si se cogen los primeros informes del GIEC y los últimos, puede observarse que el margen de error en ellos es muy elevado”.

 

Philippe Verdier critica en su libro que los medios de comunicación utilizan hasta la extenuación imágenes fuera de contexto para llamar la atención sobre el “cambio climático”. “Se ha hablado de que el ‘calentamiento global’ va a recrudecer en el mundo los sucesos de tipo ciclónico, que las principales costas del planeta van a desaparecer… hasta se ha dicho que la falta de nieve va a provocar el hundimiento del turismo alpino. Esta reunión de imágenes, que crean un auténtico film de catástrofes, no tiene ningún sentido. Todos los especialistas admiten que los modelos climáticos fallan en su precisión y que, hasta el momento, es difícil predecir qué es lo que va ocurrir en el futuro. Por este motivo, y frente a esta incertidumbre, las llamadas a las movilizaciones, a hacer esto, a no hacer lo otro, solamente pueden desorientar a los ciudadanos y privarles de su libre albedrío”.

 

En su libro “Climat Investigation”, Philippe Verdier apunta a una serie de mensajes absolutamente silenciados por las instituciones políticamente correctas relacionadas con el medio ambiente y callados por los medios de comunicación siempre dóciles a las presiones de los agentes políticos. “El pretendido aumento de la temperatura en el planeta también tendría consecuencias positivas que, por ejemplo, los informes del GIEC nunca explican. Yo sostengo que si se pusiera tanta energía en insistir en lo positivo del cambio climático como la que se pone en denunciar las consecuencias aparentemente negativas de éste, tendríamos una imagen absolutamente diferente de la realidad medio ambiental. Los inviernes más dulces, por ejemplo, evitarían miles de muertes; las facturas energéticas serían más bajas; el trabajo en los exteriores sería más clemente; las regiones climáticas más desfavorecidas serían más agradables. Pero, claro, no está ‘permitido’ recordar todas estas evidencias…”

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