Venezuela: patria muerte, hambre y el inminente nuevo golpe de estado
Ningún sistema marxista entregó el poder sin un baño de sangre previo. La historia del siglo XX avala tal afirmación, y mientras dictadores militares como Pinochet o Franco trasmitieron el poder hacia democracias estables, prósperas y estados de derecho, todos los sistemas comunistas dejaron naciones desoladas y ruinosas, con violencia, pobreza, miseria y ninguna cultura democrática ni asomo de derechos civiles. Aun así, es el marxismo quien ha ganado la batalla de la comunicación. Hoy, maestros en propaganda y demagogia, aparecen ante la opinión pública como los únicos defensores de los derechos civiles y la cultura, y la cara de Guevara, el icono de libertad. Es la manipulación de la semántica, los términos y los medios de masas. La palabra “democracia” es la primera víctima del marxismo totalitario.
Les pondré un ejemplo: Todas las repúblicas bajo la órbita soviética se llamaban “democráticas”, y si la democrática Alemania occidental se llamaba “República federal de Alemania”, la Alemania ocupada por la URSS se denominó “República Democrática de Alemania”. Vean Rumania, Checoslovaquia, etc… o las asiáticas (Corea, Camboya, etc..), y cómo no, Venezuela, controlada por los Castro, finalmente.
En la primera invasión cubana de los años sesenta, guerrillas castristas desembarcan y se internan en las selvas del país, asaltando poblaciones y asesinando a miles de personas, también mujeres y niños. Castro buscaba derrocar al presidente Rómulo Betancourt, elegido democráticamente en 1958. Posteriormente, el incidente de Machurucuto de 1967 desbarata toda una red de espías con asesores soviéticos.
Europa sobrevivió al nazismo (Nacional-Socialismo) y al fascismo (escisión del partido socialista italiano, Mussolini era su Nº 3) tras una cruenta guerra de cinco años y 50 millones de víctimas. Durante los últimos 70 años se culpó al fascismo (socialismo) de dicha guerra, convirtiendo el término “fascista” en el fetiche favorito que les eximía de toda culpa y, de paso, servía a cualquier marxista para señalar y descalificar a quien se opusiese a su discurso “progresista” de falsos derechos. Todo es falso.
La II Guerra Mundial la inicia Stalin, tras firmar un pacto de alianza y reparto de la Europa del este y nórdica con la Alemania nazi de Hitler, el pacto Molotov-Ribbentrop. La URSS no sucumbe a Hitler por méritos propios sino gracias a la ayuda occidental (principalmente de EE.UU) y tampoco Europa sucumbe al totalitarismo comunista de Stalin, (el aliado del socialista Hitler) gracias también a EE.UU, enemigo del socialismo del siglo XX, quienes sin ser la democracia perfecta, ya la quisieran muchos para sí (las elites marxistas venezolanas se educan allí).
Las brigadas internacionales las envió a España el “Komitern” que controlaba Stalin, para apoyar a Largo Caballero (PSOE) y su golpista Frente Popular (Memorias de Niceto Alcalá Zamora, presidente II Republica), conocido como el Lenin español, quien pidió la revolución y la guerra civil en un sin número de ocasiones, imitando la revolución de 1917 rusa.
De Venezuela no necesito narrar demasiado. La prensa durante los últimos 20 años ha dado pruebas sobradas de qué dictadura marxista se sufre allí. Chávez dio dos cruentos golpes de Estado (130 víctimas) antes de tomar el poder, declarándose cínicamente demócrata y anticomunista, mientras modificaba la Constitución para apoderarse del estado. Represión de la oposición, expropiaciones, saqueo de los recursos de la nación (12.000 millones en bancos suizos), pobreza extrema, escasez, hambre y violencia (25.000 muertes cada año) son el balance “democrático” en una nación que posee la segunda reserva de petróleo más importante del mundo. Asombroso.
Allende es quien se asemeja más a lo que está aconteciendo. Lo grave es que la oposición venezolana cree que solo con votos desalojará al criminal Maduro, quien ya ha anunciado violencia si pierde las elecciones. Debería ser detenido y entregado lo antes posible en la sede del Tribunal de La Haya para responder por sus crímenes, y con él sus asesores españoles, quienes diseñaron y cobraron por la campaña de represión a la oposición desde la fundación CEPS. Está acreditado.
Al presidente marxista Allende lo derrocó un sangriento militar apoyado por EE.UU cuyos crímenes no alcanzan ni por asomo los que ya decoran el currículum de Maduro. Las humillaciones a que se ve sometido Leopoldo López y su mujer, (desnudada ante la soldada en cada visita) son solo un botón de muestra. La “tumba” es la checa o prisión del SEBIN (el KGB de Maduro) donde los presos políticos son torturados. @Inesitaterrible ha pasado más de un año allí y pronto nos contará su calvario. Pero Venezuela no sufrirá un Pinochet. La oposición practica el pacifismo católico desde la fe de una población eminentemente cristiana, que se está dejando martirizar en un ejemplo único de patriotismo, y no patrioterisno, en la historia de Iberoamérica.
El último insulto al sentido común de los venezolanos llega del infame Zapatero, buen amigo de Chávez, quien aceptó la invitación oficial de Nicolás Maduro como observador internacional y garantizar así la limpieza de las elecciones del 6 de diciembre.
Una limpieza electoral que ya apesta: la oposición presa, a pesar de denuncias de organismos como Amnistía Internacional, y una requisitoria de la misma ONU exigiendo la libertad inmediata de Leopoldo López. Mientras tanto, se están requisando las cámaras de CNN y otros medios a su llegada a Venezuela, se ha vetado a las misiones de observadores internacionales habituales, incluso Felipe González sufrió el acoso del régimen.
Moratinos y Zapatero visitaron Cuba recientemente. Pronto conoceremos los pactos y los negocios que semejante apoyo infame cosecharán, a costa del pueblo. Mientras tanto, patria, muerte, hambre… y si nadie lo remedia, un zapateado pucherazo.
"La palabra democracia mola, por lo tanto hay que disputársela al enemigo. La palabra dictadura no mola, aunque sea dictadura del proletariado, máxima expresión de la democracia" Pablo Iglesias. (Marzo, 2013 –Aragón-. Charla a la Union de Juventudes Comunistas de España).
Y no sigo, discúlpenme… Necesito vomitar.
Ningún sistema marxista entregó el poder sin un baño de sangre previo. La historia del siglo XX avala tal afirmación, y mientras dictadores militares como Pinochet o Franco trasmitieron el poder hacia democracias estables, prósperas y estados de derecho, todos los sistemas comunistas dejaron naciones desoladas y ruinosas, con violencia, pobreza, miseria y ninguna cultura democrática ni asomo de derechos civiles. Aun así, es el marxismo quien ha ganado la batalla de la comunicación. Hoy, maestros en propaganda y demagogia, aparecen ante la opinión pública como los únicos defensores de los derechos civiles y la cultura, y la cara de Guevara, el icono de libertad. Es la manipulación de la semántica, los términos y los medios de masas. La palabra “democracia” es la primera víctima del marxismo totalitario.
Les pondré un ejemplo: Todas las repúblicas bajo la órbita soviética se llamaban “democráticas”, y si la democrática Alemania occidental se llamaba “República federal de Alemania”, la Alemania ocupada por la URSS se denominó “República Democrática de Alemania”. Vean Rumania, Checoslovaquia, etc… o las asiáticas (Corea, Camboya, etc..), y cómo no, Venezuela, controlada por los Castro, finalmente.
En la primera invasión cubana de los años sesenta, guerrillas castristas desembarcan y se internan en las selvas del país, asaltando poblaciones y asesinando a miles de personas, también mujeres y niños. Castro buscaba derrocar al presidente Rómulo Betancourt, elegido democráticamente en 1958. Posteriormente, el incidente de Machurucuto de 1967 desbarata toda una red de espías con asesores soviéticos.
Europa sobrevivió al nazismo (Nacional-Socialismo) y al fascismo (escisión del partido socialista italiano, Mussolini era su Nº 3) tras una cruenta guerra de cinco años y 50 millones de víctimas. Durante los últimos 70 años se culpó al fascismo (socialismo) de dicha guerra, convirtiendo el término “fascista” en el fetiche favorito que les eximía de toda culpa y, de paso, servía a cualquier marxista para señalar y descalificar a quien se opusiese a su discurso “progresista” de falsos derechos. Todo es falso.
La II Guerra Mundial la inicia Stalin, tras firmar un pacto de alianza y reparto de la Europa del este y nórdica con la Alemania nazi de Hitler, el pacto Molotov-Ribbentrop. La URSS no sucumbe a Hitler por méritos propios sino gracias a la ayuda occidental (principalmente de EE.UU) y tampoco Europa sucumbe al totalitarismo comunista de Stalin, (el aliado del socialista Hitler) gracias también a EE.UU, enemigo del socialismo del siglo XX, quienes sin ser la democracia perfecta, ya la quisieran muchos para sí (las elites marxistas venezolanas se educan allí).
Las brigadas internacionales las envió a España el “Komitern” que controlaba Stalin, para apoyar a Largo Caballero (PSOE) y su golpista Frente Popular (Memorias de Niceto Alcalá Zamora, presidente II Republica), conocido como el Lenin español, quien pidió la revolución y la guerra civil en un sin número de ocasiones, imitando la revolución de 1917 rusa.
De Venezuela no necesito narrar demasiado. La prensa durante los últimos 20 años ha dado pruebas sobradas de qué dictadura marxista se sufre allí. Chávez dio dos cruentos golpes de Estado (130 víctimas) antes de tomar el poder, declarándose cínicamente demócrata y anticomunista, mientras modificaba la Constitución para apoderarse del estado. Represión de la oposición, expropiaciones, saqueo de los recursos de la nación (12.000 millones en bancos suizos), pobreza extrema, escasez, hambre y violencia (25.000 muertes cada año) son el balance “democrático” en una nación que posee la segunda reserva de petróleo más importante del mundo. Asombroso.
Allende es quien se asemeja más a lo que está aconteciendo. Lo grave es que la oposición venezolana cree que solo con votos desalojará al criminal Maduro, quien ya ha anunciado violencia si pierde las elecciones. Debería ser detenido y entregado lo antes posible en la sede del Tribunal de La Haya para responder por sus crímenes, y con él sus asesores españoles, quienes diseñaron y cobraron por la campaña de represión a la oposición desde la fundación CEPS. Está acreditado.
Al presidente marxista Allende lo derrocó un sangriento militar apoyado por EE.UU cuyos crímenes no alcanzan ni por asomo los que ya decoran el currículum de Maduro. Las humillaciones a que se ve sometido Leopoldo López y su mujer, (desnudada ante la soldada en cada visita) son solo un botón de muestra. La “tumba” es la checa o prisión del SEBIN (el KGB de Maduro) donde los presos políticos son torturados. @Inesitaterrible ha pasado más de un año allí y pronto nos contará su calvario. Pero Venezuela no sufrirá un Pinochet. La oposición practica el pacifismo católico desde la fe de una población eminentemente cristiana, que se está dejando martirizar en un ejemplo único de patriotismo, y no patrioterisno, en la historia de Iberoamérica.
El último insulto al sentido común de los venezolanos llega del infame Zapatero, buen amigo de Chávez, quien aceptó la invitación oficial de Nicolás Maduro como observador internacional y garantizar así la limpieza de las elecciones del 6 de diciembre.
Una limpieza electoral que ya apesta: la oposición presa, a pesar de denuncias de organismos como Amnistía Internacional, y una requisitoria de la misma ONU exigiendo la libertad inmediata de Leopoldo López. Mientras tanto, se están requisando las cámaras de CNN y otros medios a su llegada a Venezuela, se ha vetado a las misiones de observadores internacionales habituales, incluso Felipe González sufrió el acoso del régimen.
Moratinos y Zapatero visitaron Cuba recientemente. Pronto conoceremos los pactos y los negocios que semejante apoyo infame cosecharán, a costa del pueblo. Mientras tanto, patria, muerte, hambre… y si nadie lo remedia, un zapateado pucherazo.
"La palabra democracia mola, por lo tanto hay que disputársela al enemigo. La palabra dictadura no mola, aunque sea dictadura del proletariado, máxima expresión de la democracia" Pablo Iglesias. (Marzo, 2013 –Aragón-. Charla a la Union de Juventudes Comunistas de España).
Y no sigo, discúlpenme… Necesito vomitar.