El “chemsex” es una nueva y muy peligrosa práctica sexual que tiene preocupados a los médicos de España y de Gran Bretaña, países donde se ha detectado un mayor número de casos, porque puede provocar próximamente un importante repunte en las tasas de sida entre los jóvenes, especialmente homosexuales.

El “chemsex” consiste en mantener relaciones sexuales prolongadas durante muchas horas, en ocasiones varios días, al mismo tiempo que se consumen varia dos tipos de drogas. Aunque el binomio sexo y drogas no es algo novedoso, los médicos valoran el “chemsex” como una práctica extremadamente peligroso porque tiene varios elementos diferenciales:  la combinación de nuevas sustancias estupefacientes, más desconocida en su uso y consecuencias, como el GHB, la metanfetamina y la mefedrona;  los cibercontactos y, especialmente, las apps de móviles para contactos y el acceso fácil a través de la Red a encuentros sexuales en grupo; los efectos de desinhibición y prácticas sexuales bajo el efecto de estas sustancias; las consecuencias psicosociales que se están presentándose asociadas a este consumo, y la aparición de nuevas infecciones, como Hepatitis B y C, así como la vuelta al problema del consumo de drogas por vía intravenosa.