Incomprensible e imperdonable
Señor Director:
A diferencia de lo manifestado por Rajoy, sí se puede pensar en un Gobierno del segundo, apoyado por el tercero y facilitado por el primero. Lo que no se entendería es que el Presidente en funciones, ofendido como persona y como representante, es que apoyara la formación de un Gobierno propugnado por quien le ofendió y conformado por el segundo, sacando los peores resultados de la historia, y con el tercero, con ideas revolucionarias, queriendo dividir España y sacarnos de Europa. Si antes no, no y no se debía hablar con los apestados ¿Debería Rajoy apoyar ahora un Gobierno pilotado y demandado por vanidosos, engreídos y ambiciosos que pretenden conseguir la Moncloa y la gobernanza con quien sea y como sea? ¿Qué poder político y moral puede tener Pedro Sánchez y los moralistas para pedirle a Rajoy y al PP que apoyen a quienes le vejaron y les siguen marginando?.
Previsiblemente, un Gobierno presidido por Sánchez, regido por Iglesias, (unidos, de cañas y paseando al perro) controlando RTVE y a los jueces, el Centro Nacional de Investigaciones Sociológicas, el BOE y la Secretaría de Estado, no lo apoyarían los votantes del PP ni del PSOE, los servicios de inteligencia españoles, el Pentágono y la Comunidad Económica Europea. Tampoco las asociaciones y los representantes de las grandes empresas españolas, e igualmente, la mayoría de la sociedad española, que para nada admitiría un “Gobierno de Progreso” como el de Grecia o Venezuela.
Es necesario que PP, PSOE y C´s formen un Gobierno de gran coalición, fuerte y estable para toda la legislatura, para evitar nuevas elecciones, para poder afrontar los grandes retos que demanda España: la corrupción, la unidad, la recuperación económica, el trabajo y los servicios sociales, porque como aseguran las asociaciones, los empresarios y los ciudadanos mayoritariamente, si no se llegara al acuerdo, “sería un fracaso incomprensible” e imperdonable.
Señor Director:
A diferencia de lo manifestado por Rajoy, sí se puede pensar en un Gobierno del segundo, apoyado por el tercero y facilitado por el primero. Lo que no se entendería es que el Presidente en funciones, ofendido como persona y como representante, es que apoyara la formación de un Gobierno propugnado por quien le ofendió y conformado por el segundo, sacando los peores resultados de la historia, y con el tercero, con ideas revolucionarias, queriendo dividir España y sacarnos de Europa. Si antes no, no y no se debía hablar con los apestados ¿Debería Rajoy apoyar ahora un Gobierno pilotado y demandado por vanidosos, engreídos y ambiciosos que pretenden conseguir la Moncloa y la gobernanza con quien sea y como sea? ¿Qué poder político y moral puede tener Pedro Sánchez y los moralistas para pedirle a Rajoy y al PP que apoyen a quienes le vejaron y les siguen marginando?.
Previsiblemente, un Gobierno presidido por Sánchez, regido por Iglesias, (unidos, de cañas y paseando al perro) controlando RTVE y a los jueces, el Centro Nacional de Investigaciones Sociológicas, el BOE y la Secretaría de Estado, no lo apoyarían los votantes del PP ni del PSOE, los servicios de inteligencia españoles, el Pentágono y la Comunidad Económica Europea. Tampoco las asociaciones y los representantes de las grandes empresas españolas, e igualmente, la mayoría de la sociedad española, que para nada admitiría un “Gobierno de Progreso” como el de Grecia o Venezuela.
Es necesario que PP, PSOE y C´s formen un Gobierno de gran coalición, fuerte y estable para toda la legislatura, para evitar nuevas elecciones, para poder afrontar los grandes retos que demanda España: la corrupción, la unidad, la recuperación económica, el trabajo y los servicios sociales, porque como aseguran las asociaciones, los empresarios y los ciudadanos mayoritariamente, si no se llegara al acuerdo, “sería un fracaso incomprensible” e imperdonable.