Situaba a Francia y Bélgica como los dos países con mayor riesgo de ser atacados por el totalitarismo islamista
Estados Unidos tenía en su poder desde mayo un informe de inteligencia que advertía de grandes atentados del Estado Islámico en Europa
![[Img #8463]](upload/img/periodico/img_8463.jpg)
Según ha podido saber La Tribuna del País Vasco, el pasado 13 de mayo de 2015, el Gobierno de Barack Obama tenía ya en su poder un informe de sus servicios de inteligencia que advertía de la elevada posibilidad de que se produjeran en el corazón de Europa complejos ataques terroristas auspiciados por el autodenominado Estado Islámico y llevados a cabo por “un gran número de terroristas”.
PDF. Consultar el informe íntegro al final de esta información
El informe, titulado “Future ISIL Operations in the West Could Resemble Disrupted Belgian Plot” y elaborado por la Oficina de Inteligencia y el Departamento de Análisis de Seguridad Nacional de EE.UU., en cooperación con el FBI y el Centro Nacional Antiterrorista, advertía de un modo tristemente premonitorio de casi todo el horror que se ha vivido en los últimos meses en París y Bruselas. El documento identificaba a algunos de los principales cerebros de los atentados, como el ya fallecido Abdelhamid Abaaoud; avisaba de la formación de complejas y muy violentas redes yihadistas; detallaba el armamento que podrían utilizar los terroristas; ponía el acento en el incremento exponencial del riesgo en países como Francia y Bélgica, y apuntaba a los vínculos de los terroristas islamistas con Siria a través de Grecia, entre otros muchos elementos.
La investigación llevada a cabo por los servicios de inteligencia norteamericanos, que se basaba en las lecciones extraídas después de la desarticulación en enero de 2015 de una célula terrorista islamista diseminada por varias ciudades de Bélgica, explicaba que el autodenominado Estado Islámico “ha desarrollado la capacidad de lanzar operaciones más complejas en Occidente," probablemente "planificadas desde Bélgica". Se trataría, advertían los expertos norteamericanos, de un drástico cambio de escala en comparación con las acciones terroristas anteriores, que eran "más simples y basadas solamente en el potencial de una persona en concreto”.
El informe de Estados Unidos señalaba específicamente el peligroso papel que podían desempeñar los yihadistas regresados de Siria, “combatientes retornados que tienen medios para movilizar a los extremistas más violentos de su propio país". Varios de los terroristas implicados en los atentados de París y Bruselas respondían a este perfil.
Según ha podido saber La Tribuna del País Vasco, el pasado 13 de mayo de 2015, el Gobierno de Barack Obama tenía ya en su poder un informe de sus servicios de inteligencia que advertía de la elevada posibilidad de que se produjeran en el corazón de Europa complejos ataques terroristas auspiciados por el autodenominado Estado Islámico y llevados a cabo por “un gran número de terroristas”.
PDF. Consultar el informe íntegro al final de esta información
El informe, titulado “Future ISIL Operations in the West Could Resemble Disrupted Belgian Plot” y elaborado por la Oficina de Inteligencia y el Departamento de Análisis de Seguridad Nacional de EE.UU., en cooperación con el FBI y el Centro Nacional Antiterrorista, advertía de un modo tristemente premonitorio de casi todo el horror que se ha vivido en los últimos meses en París y Bruselas. El documento identificaba a algunos de los principales cerebros de los atentados, como el ya fallecido Abdelhamid Abaaoud; avisaba de la formación de complejas y muy violentas redes yihadistas; detallaba el armamento que podrían utilizar los terroristas; ponía el acento en el incremento exponencial del riesgo en países como Francia y Bélgica, y apuntaba a los vínculos de los terroristas islamistas con Siria a través de Grecia, entre otros muchos elementos.
La investigación llevada a cabo por los servicios de inteligencia norteamericanos, que se basaba en las lecciones extraídas después de la desarticulación en enero de 2015 de una célula terrorista islamista diseminada por varias ciudades de Bélgica, explicaba que el autodenominado Estado Islámico “ha desarrollado la capacidad de lanzar operaciones más complejas en Occidente," probablemente "planificadas desde Bélgica". Se trataría, advertían los expertos norteamericanos, de un drástico cambio de escala en comparación con las acciones terroristas anteriores, que eran "más simples y basadas solamente en el potencial de una persona en concreto”.
El informe de Estados Unidos señalaba específicamente el peligroso papel que podían desempeñar los yihadistas regresados de Siria, “combatientes retornados que tienen medios para movilizar a los extremistas más violentos de su propio país". Varios de los terroristas implicados en los atentados de París y Bruselas respondían a este perfil.