Se dirige exclusivamente a los "creyentes en el proceso", según la Asociación por la Tolerancia
Las múltiples trampas del "Manifiesto Koiné"
El pasado jueves, día 31, se presentó públicamente el manifiesto del Grupo Koiné Por un verdadero proceso de normalización lingüística en la Cataluña independiente, elaborado por la Asociación Lengua y República, nacida de la sectorial de lengua de la Asamblea Nacional Catalana (ANC). Los 170 firmantes iniciales se habían convertido, en el momento de la presentación, en 280 "estudiosos de la lengua, filólogos, lingüistas, docentes, escritores, traductores, juristas y profesionales de ámbitos afines", tal vez intentando tapar con el brillo de los títulos la penuria intelectual del contenido. Tómese como muestra que el manifiesto presenta a los inventores del lema “A Catalunya, en català” y de la inmersión lingüística obligatoria como unos tiernos corderitos partidarios del bilingüismo (!).
La Asociación por la Tolerancia, que nació para la defensa de los derechos de los ciudadanos castellanohablantes en Cataluña, ve en este documento motivos de “alegría”, de condena y de preocupación.
“La “alegría” proviene del hecho de que, por primera vez, el nacionalismo secesionista muestra su verdadero rostro y defiende abiertamente y sin rodeos lo que objetivamente perseguía y que esta asociación ha denunciado repetidamente: una Cataluña monolingüe (en catalán), tal como ya rezaban las primeras pintadas en la época de la transición, "una nación, una lengua, un Estado". ¡Bienvenida sea la sinceridad! Es mejor jugar con todas las cartas encima de la mesa”.
Ahora bien, aquí se acaban los motivos de optimismo, se explica desde la Asociación por la Tolerancia. “Puesto que los firmantes se presentan como académicos, cabría esperar un análisis objetivo de la realidad catalana pero, lejos de ello, el manifiesto emplea las mismas trampas para engañar castellanohablantes ingenuos a las que ya estamos acostumbrados”.
a) Confusión de conceptos:
Confunden interesadamente lengua dominante con lengua de dominación (1)
Sustituyen intencionadamente el concepto de lengua materna por lengua "inicial" (2).
Precisamente cuando la lengua se encuentra en su mejor momento en cuanto a la protección de las instituciones y a su conocimiento, se asegura que se encuentra en una situación crítica porque se juega con la confusión entre el conocimiento del catalán (aquello que la educación puede garantizar) y su uso social (que sólo puede imponerse, violentando, desde luego, los derechos personales). (3)
Olvidan que el pueblo "catalán" habla también en castellano desde tiempo inmemorial. La identificación entre lengua catalana y pueblo catalán es el fruto de una manipulación interesada de los datos históricos (4).
Quieren hacernos creer que la Constitución del 78 y el desarrollo autonómico consiguiente son parte de una conjura del Estado para hacer desaparecer el catalán (5).
b) Uso de un lenguaje valorativo, en vez de descriptivo:
"Dominación política lingüística", "implantación del castellano", "bilingüización forzosa", "represión político-jurídica del uso del catalán", "inmigración como instrumento de colonización lingüística", coerción, represión, ... Los autores no buscan otra cosa que despertar en el lector sentimientos de revancha (6).
Denuncian el bilingüismo como una ideología (7) pero más adelante predican las bondades del multilingüismo (aunque lo que en realidad quieren es el monolingüismo). Al colocar el bilingüismo como su antagonista, desdibujan la realidad porque lo contrapuesto al monolingüismo catalán es el monolingüismo en español, algo que hoy nadie defiende. De este modo, tratan de emboscar su radicalismo utilizando para ello el pretexto lacrimoide y victimista de una supuesta desaparición inminente de la lengua catalana precisamente en el momento en que goza del mejor estado de salud de su historia.
Si coercitiva y represiva fue la política de los primeros años del franquismo en cuanto a la lengua catalana y a las otras lenguas habladas en España, coerción y represión son las herramientas que se están utilizando hoy, y que este manifiesto ¡se propone ampliar!, a fin de realizar un ideal de 'normalidad' en que lengua y territorio resulten coincidentes por medio del mecanismo preconizado por Procusto, quien "ajustaba" a los invitados a la medida de su cama.
Esta Asociación manifiesta que da miedo tener por conciudadanos personas que están dispuestas a aniquilar los derechos de sus vecinos al servicio de un "ideal" de nación que sólo se puede conseguir con su liquidación.
El documento, por otra parte, está redactado con un lenguaje que cada vez es más habitual entre los secesionistas: se dirige a los "creyentes" en el "proceso" e ignora absolutamente que, como mínimo la mitad de la sociedad no es partidaria de él. Esta voluntaria instalación en una especie de realidad virtual es aún más preocupante y más reveladora de que la sociedad catalana, además de definitivamente dividida, tiene enferma –por lo menos– una de sus mitades.
(1) Lengua dominante es una categoría sociolingüística y lengua de dominación es categoría -interpretativa- histórico-política.
(2) El objeto de esta sustitución es abrir a la imaginación la posibilidad de corregir lo que entienden como una 'situación anómala': hay ciudadanos que nacen con unas características que hay que "modificar", su lengua inicial es errónea. La lengua "final" de todos los ciudadanos debe ser el catalán (y lo quieren como consecuencia de una sustitución "voluntaria". ¿Y si los interesados no quisieran?).
(3) Se manifiesta el deseo de los firmantes de cambiar la realidad social catalana para conseguir (algo sólo factible por la fuerza, insistimos) que el catalán pase a ser la lengua utilizada con preferencia en las relaciones entre los ciudadanos (sea cual sea su lengua materna).
(4) El catalán es una lengua tan poco endógena en Cataluña como el castellano. La única lengua endógena que se ha dado a lo largo de la historia fue la de la hipotética comunidad primigenia en que el primer homínido transformó el grito en una palabra. Desde entonces, todas las lenguas han sido exógenas (han venido de fuera) y se han transformado por evolución. El caso del catalán no es diferente, proviene de la degeneración del latín, que se impuso sobre las lenguas de los pueblos ibéricos. Y el catalán se extendió hacia el Sur por la fuerza de las armas.
(5) (Como si Cataluña no formara parte de ese Estado, como si no hubiera tenido protagonismo alguno en el proceso histórico de recuperación de las libertades democráticas).
(6) Bajo la falsa bandera de la cohesión, la inclusión y el reconocimiento, no hay otra cosa que la voluntad de imponer –por la fuerza, si es necesario– una lengua única. ¿Dónde se puede encontrar el modelo de “normalidad” que dicen perseguir, en qué país? ¿Francia, por ejemplo? ¿Bélgica, tal vez? ¿Canadá, Finlandia, Lituania,…?
(/) Ante la valoración negativa implícita en la calificación de "ideología" aplicada al bilingüismo, ¿podrán negar los autores que este texto, que persigue la implantación por la fuerza del monolingüismo, rezuma una ideología política de manera mucho más marcada todavía? Siendo la Constitución y el desarrollo legislativo posterior fruto del consenso político, ¿qué puede servir alternativamente de fundamento a su "ideología"? ¿No es excesivamente pretenciosa la creencia de que 38 años de vida democrática han sido enteramente dedicados a urdir planes para sustituir el catalán por el castellano (y todo esto mientras en Cataluña desaparecía la lengua española de las aulas y de todas las instituciones oficiales y de la inmensa mayoría de las privadas)? ¿No roza ya los límites de la demencia afirmar que el flujo de trabajadores (que no "inmigración") del resto de España para atender las necesidades de mano de obra barata de Cataluña fue resultado de una conjura para desestabilizar la lengua catalana?
El pasado jueves, día 31, se presentó públicamente el manifiesto del Grupo Koiné Por un verdadero proceso de normalización lingüística en la Cataluña independiente, elaborado por la Asociación Lengua y República, nacida de la sectorial de lengua de la Asamblea Nacional Catalana (ANC). Los 170 firmantes iniciales se habían convertido, en el momento de la presentación, en 280 "estudiosos de la lengua, filólogos, lingüistas, docentes, escritores, traductores, juristas y profesionales de ámbitos afines", tal vez intentando tapar con el brillo de los títulos la penuria intelectual del contenido. Tómese como muestra que el manifiesto presenta a los inventores del lema “A Catalunya, en català” y de la inmersión lingüística obligatoria como unos tiernos corderitos partidarios del bilingüismo (!).
La Asociación por la Tolerancia, que nació para la defensa de los derechos de los ciudadanos castellanohablantes en Cataluña, ve en este documento motivos de “alegría”, de condena y de preocupación.
“La “alegría” proviene del hecho de que, por primera vez, el nacionalismo secesionista muestra su verdadero rostro y defiende abiertamente y sin rodeos lo que objetivamente perseguía y que esta asociación ha denunciado repetidamente: una Cataluña monolingüe (en catalán), tal como ya rezaban las primeras pintadas en la época de la transición, "una nación, una lengua, un Estado". ¡Bienvenida sea la sinceridad! Es mejor jugar con todas las cartas encima de la mesa”.
Ahora bien, aquí se acaban los motivos de optimismo, se explica desde la Asociación por la Tolerancia. “Puesto que los firmantes se presentan como académicos, cabría esperar un análisis objetivo de la realidad catalana pero, lejos de ello, el manifiesto emplea las mismas trampas para engañar castellanohablantes ingenuos a las que ya estamos acostumbrados”.
a) Confusión de conceptos:
Confunden interesadamente lengua dominante con lengua de dominación (1)
Sustituyen intencionadamente el concepto de lengua materna por lengua "inicial" (2).
Precisamente cuando la lengua se encuentra en su mejor momento en cuanto a la protección de las instituciones y a su conocimiento, se asegura que se encuentra en una situación crítica porque se juega con la confusión entre el conocimiento del catalán (aquello que la educación puede garantizar) y su uso social (que sólo puede imponerse, violentando, desde luego, los derechos personales). (3)
Olvidan que el pueblo "catalán" habla también en castellano desde tiempo inmemorial. La identificación entre lengua catalana y pueblo catalán es el fruto de una manipulación interesada de los datos históricos (4).
Quieren hacernos creer que la Constitución del 78 y el desarrollo autonómico consiguiente son parte de una conjura del Estado para hacer desaparecer el catalán (5).
b) Uso de un lenguaje valorativo, en vez de descriptivo:
"Dominación política lingüística", "implantación del castellano", "bilingüización forzosa", "represión político-jurídica del uso del catalán", "inmigración como instrumento de colonización lingüística", coerción, represión, ... Los autores no buscan otra cosa que despertar en el lector sentimientos de revancha (6).
Denuncian el bilingüismo como una ideología (7) pero más adelante predican las bondades del multilingüismo (aunque lo que en realidad quieren es el monolingüismo). Al colocar el bilingüismo como su antagonista, desdibujan la realidad porque lo contrapuesto al monolingüismo catalán es el monolingüismo en español, algo que hoy nadie defiende. De este modo, tratan de emboscar su radicalismo utilizando para ello el pretexto lacrimoide y victimista de una supuesta desaparición inminente de la lengua catalana precisamente en el momento en que goza del mejor estado de salud de su historia.
Si coercitiva y represiva fue la política de los primeros años del franquismo en cuanto a la lengua catalana y a las otras lenguas habladas en España, coerción y represión son las herramientas que se están utilizando hoy, y que este manifiesto ¡se propone ampliar!, a fin de realizar un ideal de 'normalidad' en que lengua y territorio resulten coincidentes por medio del mecanismo preconizado por Procusto, quien "ajustaba" a los invitados a la medida de su cama.
Esta Asociación manifiesta que da miedo tener por conciudadanos personas que están dispuestas a aniquilar los derechos de sus vecinos al servicio de un "ideal" de nación que sólo se puede conseguir con su liquidación.
El documento, por otra parte, está redactado con un lenguaje que cada vez es más habitual entre los secesionistas: se dirige a los "creyentes" en el "proceso" e ignora absolutamente que, como mínimo la mitad de la sociedad no es partidaria de él. Esta voluntaria instalación en una especie de realidad virtual es aún más preocupante y más reveladora de que la sociedad catalana, además de definitivamente dividida, tiene enferma –por lo menos– una de sus mitades.
(1) Lengua dominante es una categoría sociolingüística y lengua de dominación es categoría -interpretativa- histórico-política.
(2) El objeto de esta sustitución es abrir a la imaginación la posibilidad de corregir lo que entienden como una 'situación anómala': hay ciudadanos que nacen con unas características que hay que "modificar", su lengua inicial es errónea. La lengua "final" de todos los ciudadanos debe ser el catalán (y lo quieren como consecuencia de una sustitución "voluntaria". ¿Y si los interesados no quisieran?).
(3) Se manifiesta el deseo de los firmantes de cambiar la realidad social catalana para conseguir (algo sólo factible por la fuerza, insistimos) que el catalán pase a ser la lengua utilizada con preferencia en las relaciones entre los ciudadanos (sea cual sea su lengua materna).
(4) El catalán es una lengua tan poco endógena en Cataluña como el castellano. La única lengua endógena que se ha dado a lo largo de la historia fue la de la hipotética comunidad primigenia en que el primer homínido transformó el grito en una palabra. Desde entonces, todas las lenguas han sido exógenas (han venido de fuera) y se han transformado por evolución. El caso del catalán no es diferente, proviene de la degeneración del latín, que se impuso sobre las lenguas de los pueblos ibéricos. Y el catalán se extendió hacia el Sur por la fuerza de las armas.
(5) (Como si Cataluña no formara parte de ese Estado, como si no hubiera tenido protagonismo alguno en el proceso histórico de recuperación de las libertades democráticas).
(6) Bajo la falsa bandera de la cohesión, la inclusión y el reconocimiento, no hay otra cosa que la voluntad de imponer –por la fuerza, si es necesario– una lengua única. ¿Dónde se puede encontrar el modelo de “normalidad” que dicen perseguir, en qué país? ¿Francia, por ejemplo? ¿Bélgica, tal vez? ¿Canadá, Finlandia, Lituania,…?
(/) Ante la valoración negativa implícita en la calificación de "ideología" aplicada al bilingüismo, ¿podrán negar los autores que este texto, que persigue la implantación por la fuerza del monolingüismo, rezuma una ideología política de manera mucho más marcada todavía? Siendo la Constitución y el desarrollo legislativo posterior fruto del consenso político, ¿qué puede servir alternativamente de fundamento a su "ideología"? ¿No es excesivamente pretenciosa la creencia de que 38 años de vida democrática han sido enteramente dedicados a urdir planes para sustituir el catalán por el castellano (y todo esto mientras en Cataluña desaparecía la lengua española de las aulas y de todas las instituciones oficiales y de la inmensa mayoría de las privadas)? ¿No roza ya los límites de la demencia afirmar que el flujo de trabajadores (que no "inmigración") del resto de España para atender las necesidades de mano de obra barata de Cataluña fue resultado de una conjura para desestabilizar la lengua catalana?