“Panamá Papers”
El mundo del arte moderno también es un paraíso… fiscal
Los millones de archivos robados por un hacker en la consultora jurídica panameña Mossack Fonseca ponen de relieve cómo el mundo del arte contemporáneo es, desde hace décadas, un auténtico paraíso… fiscal.
En las grabaciones informáticas de Mossack Fonseca, bufete especializado en la creación de firmas offshore en diversos lugares del mundo, aparecen, según ha informado el periódico francés “Le Monde”, numerosas nombres ligados al mundo contemporáneo de las artes plásticas, desde una nieta de Pablo Picasso, Marina Ruiz-Picasso, accionista de tres empresas, hasta personas ligadas a la rama española de la familia Thyssen Bornemisza, pasando por el multimillonario chino Wang Zhongjun o Ella Fontanals-Cisneros, una de las grandes coleccionistas de Miami, meca mundial del arte actual.
Curiosamente, también son clientes de Mossack Fonseca los multimillonarios Dmitry Rybolovlev e Yves Bouvier, ruso y suizo, respectivamente, que mantienen desde hace años una guerra jurídica sin cuartel desde que el primero acusara al segundo de venderle casi cuarenta obras de arte falsas. Dmitry Rybolovlev mantiene tres empresas a su nombre e Yves Bouvier, un total de seis.
Las grandes empresas internacionales de subastas de arte también están implicadas de lleno en el mundo de las empresas “offshore”. Christie's, que ahora es propiedad del Groupe Artemis del francés François-Henri Pinault, estaba anteriormente en poder del multimillonario británico instalado en las Bahamas Joseph Lewis.
En 1997, Christie’s llevó a cabo la que se conoció como “la venta del siglo” en el mundo del arte contemporáneo. Consistió en la venta de la colección de obras de la pareja estadounidense Victor y Sally Ganz, que tenían varios cuadros de Pablo Picasso, pero también numerosos trabajos de destacados autores de la vanguardia pictórica norteamericana de los años sesenta. La venta de la colección superó con creces los 200 millones de euros, pero, curiosamente, los herederos Ganz no eran los propietarios auténticos de la colección. Unos meses antes habían vendido ésta, por 160 millones de euros, a una empresa creada por el despacho de Mossack Fonseca en una isla del Pacífico llamada Niue, uno de los grandes paraísos fiscales del mundo. La empresa se llamaba Simsbury International Corp y su junta directiva estaba constituida por los propios empleados de Mossack Fonseca. Pero, ¿quién era el dueño?... El principal accionista de Christie's, Joseph Lewis.
Siempre que no se informe de ello con claridad, resulta ilegal que una casa de subastas ponga a la venta una obra o una colección de la que es propietaria o en la que tiene intereses financieros. En la subasta de las obras de la familia Ganz nadie informó de la implicación de Christie’s en la propiedad de las mismas. De hecho, el éxito de la venta hizo que las acciones de la compañía británica se revalorizaran de una forma notoria. Joseph Lewis vendió sus acciones al año siguiente, en 1998, a François Pinault, sin que, al parecer, éste supiera de qué manera se había incrementado el valor de la firma.
Los archivos de Mossack Fonseca también arrojan algo de luz sobre la herencia artística del armador griego Goulandris. A su muerte en 1994, se supo que éste tenía una colección de arte valorada en casi 3.000 millones de euros. Pero 83 obras de su colección desaparecieron. O, mejor dicho, uno de los sobrinos de Goulandris informó a la viuda del naviero de que estas obras “desaparecidas” habían pasado a ser propiedad de una empresa panameña llamada Wilton Trading S.A.
Fundada en 1981, Wilton Trading S.A. no tuvo una dirección física hasta el año… 1995. Pero, además, otras dos empresas, también abiertas bajo los auspicios de Mossack Fonseca, comenzaron a vender las obras de la colección Goulandris. La propietaria de estas empresas era Marie Voridis, que se relaciona con Doda Voridis, hermana de… Basilio Goulandris.
Ya lo dijo en 2005 el periodista estadounidense Marc Spiegler en un artículo publicado en la revista “The Art Newspaper”: “El arte contemporáneo es el último gran mercado no regulado en el mundo".
Los millones de archivos robados por un hacker en la consultora jurídica panameña Mossack Fonseca ponen de relieve cómo el mundo del arte contemporáneo es, desde hace décadas, un auténtico paraíso… fiscal.
En las grabaciones informáticas de Mossack Fonseca, bufete especializado en la creación de firmas offshore en diversos lugares del mundo, aparecen, según ha informado el periódico francés “Le Monde”, numerosas nombres ligados al mundo contemporáneo de las artes plásticas, desde una nieta de Pablo Picasso, Marina Ruiz-Picasso, accionista de tres empresas, hasta personas ligadas a la rama española de la familia Thyssen Bornemisza, pasando por el multimillonario chino Wang Zhongjun o Ella Fontanals-Cisneros, una de las grandes coleccionistas de Miami, meca mundial del arte actual.
Curiosamente, también son clientes de Mossack Fonseca los multimillonarios Dmitry Rybolovlev e Yves Bouvier, ruso y suizo, respectivamente, que mantienen desde hace años una guerra jurídica sin cuartel desde que el primero acusara al segundo de venderle casi cuarenta obras de arte falsas. Dmitry Rybolovlev mantiene tres empresas a su nombre e Yves Bouvier, un total de seis.
Las grandes empresas internacionales de subastas de arte también están implicadas de lleno en el mundo de las empresas “offshore”. Christie's, que ahora es propiedad del Groupe Artemis del francés François-Henri Pinault, estaba anteriormente en poder del multimillonario británico instalado en las Bahamas Joseph Lewis.
En 1997, Christie’s llevó a cabo la que se conoció como “la venta del siglo” en el mundo del arte contemporáneo. Consistió en la venta de la colección de obras de la pareja estadounidense Victor y Sally Ganz, que tenían varios cuadros de Pablo Picasso, pero también numerosos trabajos de destacados autores de la vanguardia pictórica norteamericana de los años sesenta. La venta de la colección superó con creces los 200 millones de euros, pero, curiosamente, los herederos Ganz no eran los propietarios auténticos de la colección. Unos meses antes habían vendido ésta, por 160 millones de euros, a una empresa creada por el despacho de Mossack Fonseca en una isla del Pacífico llamada Niue, uno de los grandes paraísos fiscales del mundo. La empresa se llamaba Simsbury International Corp y su junta directiva estaba constituida por los propios empleados de Mossack Fonseca. Pero, ¿quién era el dueño?... El principal accionista de Christie's, Joseph Lewis.
Siempre que no se informe de ello con claridad, resulta ilegal que una casa de subastas ponga a la venta una obra o una colección de la que es propietaria o en la que tiene intereses financieros. En la subasta de las obras de la familia Ganz nadie informó de la implicación de Christie’s en la propiedad de las mismas. De hecho, el éxito de la venta hizo que las acciones de la compañía británica se revalorizaran de una forma notoria. Joseph Lewis vendió sus acciones al año siguiente, en 1998, a François Pinault, sin que, al parecer, éste supiera de qué manera se había incrementado el valor de la firma.
Los archivos de Mossack Fonseca también arrojan algo de luz sobre la herencia artística del armador griego Goulandris. A su muerte en 1994, se supo que éste tenía una colección de arte valorada en casi 3.000 millones de euros. Pero 83 obras de su colección desaparecieron. O, mejor dicho, uno de los sobrinos de Goulandris informó a la viuda del naviero de que estas obras “desaparecidas” habían pasado a ser propiedad de una empresa panameña llamada Wilton Trading S.A.
Fundada en 1981, Wilton Trading S.A. no tuvo una dirección física hasta el año… 1995. Pero, además, otras dos empresas, también abiertas bajo los auspicios de Mossack Fonseca, comenzaron a vender las obras de la colección Goulandris. La propietaria de estas empresas era Marie Voridis, que se relaciona con Doda Voridis, hermana de… Basilio Goulandris.
Ya lo dijo en 2005 el periodista estadounidense Marc Spiegler en un artículo publicado en la revista “The Art Newspaper”: “El arte contemporáneo es el último gran mercado no regulado en el mundo".












