La firma californiana denuncia “el escepticismo de Europa frente al cambio digital”
La Comisión Europea carga contra Google y la empresa norteamericana dice que el viejo continente apuesta por “proteger el pasado del futuro”
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La Comisión Europea (CE) está a punto de acusar formalmente a la multinacional tecnológica estadounidense Google por presuntos acuerdos "anticompetitivos" con fabricantes de móviles y tabletas para instalar exclusivamente en ellos su sistema operativo de código abierto Android.
Fue hace aproximadamente un año, el 15 de abril de 2015, cuando la CE acusó formalmente a la firma estadounidense de abusar de su posición de dominio en las búsquedas en Internet al favorecer "sistemáticamente" su producto de comparación de compras en su buscador, y anunció también la apertura de una investigación antimonopolio a Android.
Por su parte, Matt Brittin, responsable de Google para Europa definía claramente en una entrevista en un medio de comunicación británico cómo ve la compañía californiana la situación en el viejo continente: “Europa corre el riesgo de retroceder en la innovación digital por una excesiva burocracia".
La advertencia llegaba días después de que la multinacional de la música en streaming Spotify hubiera puesto sobre la mesa la posibilidad de trasladarse a Estados Unidos si no recibe más apoyo del gobierno sueco. Y añadía Brittin: "Hay algunos lugares de Europa y algunos intereses en Europa, donde la primera inclinación es proteger el pasado del futuro".
Alphabet, la empresa madre de Google, critica “el escepticismo de Europa frente al cambio digital” y cuestiona la excesiva normativa de los legisladores, “que aleja la innovación europea de la estadounidense y acerca peligrosamente a China a la segunda posición mundial en este ámbito”. "Si los servicios y productos que están utilizando no se hacen en Europa, entonces se harán en China, y Asia y el Pacífico y Silicon Valley, y será una gran oportunidad perdida", explica Brittin.
La Comisión Europea (CE) está a punto de acusar formalmente a la multinacional tecnológica estadounidense Google por presuntos acuerdos "anticompetitivos" con fabricantes de móviles y tabletas para instalar exclusivamente en ellos su sistema operativo de código abierto Android.
Fue hace aproximadamente un año, el 15 de abril de 2015, cuando la CE acusó formalmente a la firma estadounidense de abusar de su posición de dominio en las búsquedas en Internet al favorecer "sistemáticamente" su producto de comparación de compras en su buscador, y anunció también la apertura de una investigación antimonopolio a Android.
Por su parte, Matt Brittin, responsable de Google para Europa definía claramente en una entrevista en un medio de comunicación británico cómo ve la compañía californiana la situación en el viejo continente: “Europa corre el riesgo de retroceder en la innovación digital por una excesiva burocracia".
La advertencia llegaba días después de que la multinacional de la música en streaming Spotify hubiera puesto sobre la mesa la posibilidad de trasladarse a Estados Unidos si no recibe más apoyo del gobierno sueco. Y añadía Brittin: "Hay algunos lugares de Europa y algunos intereses en Europa, donde la primera inclinación es proteger el pasado del futuro".
Alphabet, la empresa madre de Google, critica “el escepticismo de Europa frente al cambio digital” y cuestiona la excesiva normativa de los legisladores, “que aleja la innovación europea de la estadounidense y acerca peligrosamente a China a la segunda posición mundial en este ámbito”. "Si los servicios y productos que están utilizando no se hacen en Europa, entonces se harán en China, y Asia y el Pacífico y Silicon Valley, y será una gran oportunidad perdida", explica Brittin.