Tristemente, la palabrería de Pablo Iglesias cala y convence. Tengo la firme convicción de que es más por la falta de criterio y por una ley de Educación totalmente ineficiente que por las capacidades de oratoria de “el coletas”.

Cuando uno oye hablar al barbilampiño, no puede evitar exasperarse, más cuando hace de portavoz y altavoz de la historia real, según Podemos, tratándose de quitar la culpa como si él sólo pasase por ahí y en una desafortunada coincidencia aprovechada y tergiversada por los medios a los que él califica de oligarcas y fascistas, no puede más que dedicarse a desmentir desde el más profundo enojo.

La última historia oficial es que Podemos no colabora ni comparte nada con el entorno nacionalista de Navarra, que fue algo "independiente", una manera graciosa de llamar al desaguisado que él ha permitido y bendecido en Navarra.

Si bien, es curioso que el filoterrorista de la coleta parece que sufre amnesia sobre Idoia Villanueva, senadora de Podemos designada por el parlamento con el voto unilateral de Bildu, Geroa Bai e Izquierda unida ¿Cómo puede ser? Sencillo, Podemos, Bildu, Geroa Bai e Izquierda Unida han firmado un acuerdo de no agresión en el acuerdo de gobierno programático por el cual no pueden votarse en contra ninguna de sus propuestas en toda la legislatura, a cambio de repartir la presidencia del Parlamento a Podemos (¡Otra coincidencia más! El karma debe ser fascista); la presidencia del Gobierno, a Geroa; la vicepresidencia, a Izquierda Unida, y la alcaldía de Pamplona, la mancomunidad y la consejería de interior, a Bildu.

Otro de quien parece olvidarse “el coletas” es de Francisco Espinosa, concejal de Podemos en Huarte, un calvo cantarín que votó a favor de contratar como asesor de la alcaldía de Huarte al mítico Xanti Kiroga, a quién encarcelaron por etarra y ahora es el alcalde en la sombra.

Pero, centrándonos en la famosa lista al Senado ¿Es que no se acuerda de las amenazas de Adolfo Araiz y las rabietas de su secretaria general? Allá por octubre, una tal Laura Pérez veía con malísimos ojos que su organización no ostentase el primer puesto en la confluencia al Senado; ahí quedaron olvidadas las declaraciones a la prensa, o las conversaciones de pasillo en el Parlamento de Navarra intentando convencer a “Laurita kriptonita” que Podemos ya tenía bastante con la presidencia del parlamento y la senadora autonómica.

Claro que igual Pablo no se acuerda de esto porque en la presentación de la lista Laura Pérez no estaba en primera fila y al ser pequeña no se la ve muy bien, pero que no se preocupe nadie, aquí la muestra de que no nos hemos vuelto locos.