Análisis del economista José Carlos Díez
2017 será un año repleto de incertidumbres económicas
2017 será un año repleto de incertidumbres globales para la economía. Ese es el mensaje que ha lanzado el economista José Carlos Díez en un reciente encuentro celebrado en la sede central de Crédito y Caución en Madrid.
El economista, cuya cuenta en Twitter (@josecdiez) ha sido elegida por los twitteros como imprescindible para seguir la economía, dibujó un panorama global marcado por el crecimiento débil y un entorno europeo adverso por la debilidad de las exportaciones y la demanda interna.
El profesor de la Universidad de Alcalá prevé un fracaso del Brexit, “que situaría a Londres en un limbo jurídico absurdo” y de las negociaciones del TTIP entre la Unión Europea y Estados Unidos, que deberían retomarse con otro enfoque, más allá de la mera regulación del comercio internacional, como un marco de gobernanza global.
En su análisis global, el economista se detuvo largamente en el proceso de trasformación que atraviesa China. Tras tres décadas creciendo a tasas cercanas al 10%, el gigante asiático está tratando de llevar a cabo un cambio de modelo productivo para incentivar el consumo interno que, sólo en el sector del acero, destruirá cuatro millones de empleos. “Hay vida en Asia más allá de China”, remarcó Díez, que señaló las oportunidades en algunos de los mercados del sudeste asiático, con especial atención a la India por su magnitud y la intensidad de su crecimiento actual.
América Latina también presenta una situación muy compleja, especialmente por el deterioro de Brasil, aunque algunos países como Chile, Colombia o Perú, a pesar de sus desequilibrios, mantienen su atractivo como mercados. El economista remarcó el problema de deuda corporativa que presentan los países emergentes y anticipó un incremento significativo de los “defaults” en la segunda mitad de 2016. “Eso no quiere decir que haya que abandonar los emergentes, pero hay que estar en esos mercados con la protección de aseguradoras de crédito que midan y cubran el riesgo de impago”, dijo en su intervención ante medio centenar de empresas.
El economista se mostró especialmente preocupado con la situación en Europa que, a su juicio, está cayendo en algunos errores similares a Japón, como los tipos negativos, y abogó por la necesidad de poner en marcha un plan de inversiones para impulsar el crecimiento en un proyecto europeo “aún por hacer”. Una de las principales incertidumbres respecto a 2017 está en el cambio de política por parte del BCE con un ajuste fiscal aún pendiente. “Me preocupa que Draghi nos avise a diario de que él no puede hacer más. ¿Qué pasará el día en que el BCE deje de comprar deuda? La compra de deuda ha sido clave para mantener estable nuestra prima de riesgo y el crédito”.
2017 será un año repleto de incertidumbres globales para la economía. Ese es el mensaje que ha lanzado el economista José Carlos Díez en un reciente encuentro celebrado en la sede central de Crédito y Caución en Madrid.
El economista, cuya cuenta en Twitter (@josecdiez) ha sido elegida por los twitteros como imprescindible para seguir la economía, dibujó un panorama global marcado por el crecimiento débil y un entorno europeo adverso por la debilidad de las exportaciones y la demanda interna.
El profesor de la Universidad de Alcalá prevé un fracaso del Brexit, “que situaría a Londres en un limbo jurídico absurdo” y de las negociaciones del TTIP entre la Unión Europea y Estados Unidos, que deberían retomarse con otro enfoque, más allá de la mera regulación del comercio internacional, como un marco de gobernanza global.
En su análisis global, el economista se detuvo largamente en el proceso de trasformación que atraviesa China. Tras tres décadas creciendo a tasas cercanas al 10%, el gigante asiático está tratando de llevar a cabo un cambio de modelo productivo para incentivar el consumo interno que, sólo en el sector del acero, destruirá cuatro millones de empleos. “Hay vida en Asia más allá de China”, remarcó Díez, que señaló las oportunidades en algunos de los mercados del sudeste asiático, con especial atención a la India por su magnitud y la intensidad de su crecimiento actual.
América Latina también presenta una situación muy compleja, especialmente por el deterioro de Brasil, aunque algunos países como Chile, Colombia o Perú, a pesar de sus desequilibrios, mantienen su atractivo como mercados. El economista remarcó el problema de deuda corporativa que presentan los países emergentes y anticipó un incremento significativo de los “defaults” en la segunda mitad de 2016. “Eso no quiere decir que haya que abandonar los emergentes, pero hay que estar en esos mercados con la protección de aseguradoras de crédito que midan y cubran el riesgo de impago”, dijo en su intervención ante medio centenar de empresas.
El economista se mostró especialmente preocupado con la situación en Europa que, a su juicio, está cayendo en algunos errores similares a Japón, como los tipos negativos, y abogó por la necesidad de poner en marcha un plan de inversiones para impulsar el crecimiento en un proyecto europeo “aún por hacer”. Una de las principales incertidumbres respecto a 2017 está en el cambio de política por parte del BCE con un ajuste fiscal aún pendiente. “Me preocupa que Draghi nos avise a diario de que él no puede hacer más. ¿Qué pasará el día en que el BCE deje de comprar deuda? La compra de deuda ha sido clave para mantener estable nuestra prima de riesgo y el crédito”.