¿Cómo puede ser que varias semanas después de que el Site Intelligence Group, una de las más respetadas consultoras mundiales en el análisis de los mensajes yihadistas en Internet, publicara un comunicado del autodenominado Estado Islámico amenazando a los españoles si éstos no votan a Podemos, el CNI –y otros altos mandos policiales- todavía se estén interrogando hasta qué punto es o no veraz la advertencia?

Teniendo en cuenta que es suficiente con realizar una llamada a Washington (Estados Unidos), donde tiene su sede el Site Intelligente Group, para confirmar la certeza de la amenaza de los terroristas islamistas, ¿no será que una parte del CNI está interesada en que NO se confirme la veracidad de la amenaza para evitar un ataque a la extrema-izquierda de Podemos?

¿Cómo puede ser que los servicios secretos españoles no sepan nada, o no quieran saber nada, o no actúen en consecuencia, de las andanzas que desde hace más de una década mantiene Pablo Iglesias y varios de sus más directos secuaces con el Movimiento Zapatista de México, con los ayatolás iraníes y con el Gobierno bolivariano de Venezuela, especialmente cuando, en estos dos últimos casos, son millones de euros los que se habrían utilizado para financiar el nacimiento de Podemos?

¿Cómo es posible que durante más de tres décadas el secesionismo catalán, y las élites familiares más granadas de éste, hayan mantenido un comportamiento absolutamente mafioso en esa región, trasladándolo a lo más alto del Gobierno autonómico, sin que, al parecer, nadie haya dicho una sola palabra al respecto hasta después de 30 años?

¿No sabía nada el CNI ni otros altos mandos policiales de lo que ocurría en la Familia Real antes de la proclamación de Felipe VI?

¿Advirtió o no el CNI al Gobierno de que, según sus informes, la banda terrorista ETA había diseñado, paso a paso y milimétricamente, el nacimiento de Bildu?

¿Cómo puede ser que el CNI haya tardado varias décadas, exactamente hasta el año 2015, en crear una “División de Defensa de los Valores Constitucionales”?

¿Cómo puede ser que el CNI, doce años después de los atentados de Atocha, todavía esté en pañales en lo que se refiere al análisis del terrorismo islamista? (De hecho, todavía está dando cursillos acelerados a sus miembros)

Por cierto, ¿sabe ya el CNI, y los mandos policiales que correspondan, quiénes fueron los autores intelectuales de los atentados islamistas de Atocha?

¿Cómo puede ser que el CNI o las fuerzas policiales correspondientes permitan que se grabe y  se difunda una conversación del Ministro del Interior captada en su propio despacho? ¿A quién defienden y qué intereses buscan ALGUNOS de los principales mandos policiales y del CNI de este país?