El PNV aglutina el voto nacionalista tradicional
Los vascos cambian la extrema izquierda proetarra por la extrema izquierda bolivariana
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La extrema izquierda de Unidos Podemos ha ganado las elecciones en el País Vasco tanto en votos como en escaños, al lograr seis diputados, uno más que el pasado mes de diciembre. El PNV pierde un escaño y se queda con cinco, y el PSE-EE mantiene los tres escaños que ya tenía.
EH Bildu y PP logran mantener los dos diputados que obtuvieron cada uno hace seis meses, aunque los proetarras pierden más de dos puntos y el PP alcanza un 12,85% de los apoyos. Ciudadanos, a pesar de que algunos sondeos apuntaban lo contrario, no ha logrado escaño en estos comicios, algo que tampoco sucedió en 2015.
De esta forma, el País Vasco, junto con Cataluña, se presenta como la única autonomía en la que la extrema izquierda de Podemos obtiene la victoria. De hecho, la hegemonía de Podemos en Euskadi alcanza también a la provincia de Vizcaya, el principal feudo del PNV, donde la formación de Pablo Iglesias arrebata un escaño a los nacionalistas.
Los socialistas vascos, contrariamente a lo sucedido en el resto del país, no sólo han conseguido mantener a los tres representantes de 2015, sino que han conseguido 1.600 votos más que hace seis meses.
El gran fracaso ha correspondido a los proetarras de EH Bildu que, aunque mantienen sus dos diputados, han perdido más de 31.000 votos y vuelven a ser los grandes derrotados de Podemos. Ni sus mensajes electorales más sociales y menos políticos, ni la salida d Arnaldo Otegi de la cárcel, ni la incorporación de nuevos rostros han servido a EH Bildu para mantener sus apoyos. Los vascos parecen haber cambiado su apoyo a la extrema izquierda proetarra por su apoyo a la extrema izquierda bolivariana.
Los populares vascos, por su parte, han mantenido sus dos representantes, uno por Álava y otro por Vizcaya, y han ganado más de 5.000 votos respecto a diciembre.
La extrema izquierda de Unidos Podemos ha ganado las elecciones en el País Vasco tanto en votos como en escaños, al lograr seis diputados, uno más que el pasado mes de diciembre. El PNV pierde un escaño y se queda con cinco, y el PSE-EE mantiene los tres escaños que ya tenía.
EH Bildu y PP logran mantener los dos diputados que obtuvieron cada uno hace seis meses, aunque los proetarras pierden más de dos puntos y el PP alcanza un 12,85% de los apoyos. Ciudadanos, a pesar de que algunos sondeos apuntaban lo contrario, no ha logrado escaño en estos comicios, algo que tampoco sucedió en 2015.
De esta forma, el País Vasco, junto con Cataluña, se presenta como la única autonomía en la que la extrema izquierda de Podemos obtiene la victoria. De hecho, la hegemonía de Podemos en Euskadi alcanza también a la provincia de Vizcaya, el principal feudo del PNV, donde la formación de Pablo Iglesias arrebata un escaño a los nacionalistas.
Los socialistas vascos, contrariamente a lo sucedido en el resto del país, no sólo han conseguido mantener a los tres representantes de 2015, sino que han conseguido 1.600 votos más que hace seis meses.
El gran fracaso ha correspondido a los proetarras de EH Bildu que, aunque mantienen sus dos diputados, han perdido más de 31.000 votos y vuelven a ser los grandes derrotados de Podemos. Ni sus mensajes electorales más sociales y menos políticos, ni la salida d Arnaldo Otegi de la cárcel, ni la incorporación de nuevos rostros han servido a EH Bildu para mantener sus apoyos. Los vascos parecen haber cambiado su apoyo a la extrema izquierda proetarra por su apoyo a la extrema izquierda bolivariana.
Los populares vascos, por su parte, han mantenido sus dos representantes, uno por Álava y otro por Vizcaya, y han ganado más de 5.000 votos respecto a diciembre.
