Domingo, 19 de Octubre de 2025

Actualizada Sábado, 18 de Octubre de 2025 a las 07:04:33 horas

Tienes activado un bloqueador de publicidad

Intentamos presentarte publicidad respectuosa con el lector, que además ayuda a mantener este medio de comunicación y ofrecerte información de calidad.

Por eso te pedimos que nos apoyes y desactives el bloqueador de anuncios. Gracias.

Continuar...

Manuel Molares do Val
Lunes, 27 de Junio de 2016 Tiempo de lectura:

Progreso o retroceso

No importa que haya ganado el PP y que hayan perdido los demás: los españoles han vuelto a votar y, cuando concluyan las negociaciones entre los partidos políticos, habrán obtenido un gobierno de progreso o de retroceso: eso es lo esencial al margen de los nombres y de sus ideologías.

 

También pueden obtener un gobierno neutro y dubitativo, que carece de una determinación rotunda en numerosas áreas, lo que le resta credibilidad pese a una clara política económica, como el de Mariano Rajoy.

 

La primera pregunta sobre quien gobierne los próximos cuatro años, si no hay un pacto o circunstancias que acorten el período, es si facilitará el progreso o el empobrecimiento de los españoles.

 

No es que ese gobierno sea progresista o reaccionario, términos políticos, pero falaces: un gobierno con comunistas y populistas se presenta y autoproclama como progresista, pero resulta reaccionario en el desarrollo de su mandato al generar pobreza y opresión.

 

Un gobierno calificado de reaccionario por los progresistas del párrafo anterior puede ser motor de progreso al facilitar la libertad y la prosperidad, lo que permite mejorar todos los servicios ciudadanos.

 

Así han sido todos los creadores de la riqueza de la Unión Europea. Dentro de ellos, el poder se alternaba o se hacía en coalición entre cristianodemócratas y socialdemócratas, con apoyo de los liberales.

 

En el lenguaje político dominante los progresistas eran, antes, la URSS y sus satélites, siempre Cuba, la R.P. China –cuando este cronista fue corresponsal allí era ejemplo para progresía mundial--y, ahora, Venezuela y adláteres.

 

Miremos a España: retardatario y reaccionario, y no progresista, es quien comienza a empobrecer el país al repartir la riqueza existente sin estimular la inversión creadora de mucha más riqueza.

 

También será reaccionario quien propicie la huida de capitales por someterlos a impuestos expropiatorios: huirán los ricos, pero también los emprendedores y creadores de riqueza.

 

Pronto veremos si tendremos progreso, retroceso, o un tercer gobierno seguido del PP.

 


 

 

Portada

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.