Desconcierto en Roma
Idiocia papal
![[Img #9392]](upload/img/periodico/img_9392.jpg)
Hay preocupación en algunos sectores de la iglesia católica por el comportamiento desconcertante del Papa Francisco, y por su permanente apariencia de hombre desconcertado.
Un español que trabaja codo a codo con algunas de las personas que forman parte del círculo más reducido del Papa Francisco, me hablaba hoy con claridad, con la condición de que le garantice su anonimato.
“A la Iglesia, en ciertos momentos, le pueden atraer los mensajes más progresistas, pero lo que de verdad erosiona la firmeza de la cúpula vaticana son las afirmaciones demagógicas y vacuas del Papa que podrían ser firmadas por la extrema izquierda europea y sudamericana. Eso va a traer consecuencias para nosotros. Y no buenas”.
Mi interlocutor me ponía como ejemplo unas declaraciones realizadas hoy mismo por el Papa Francisco en las que, apenas unas horas después de que un sacerdote francés haya sido degollado por dos terroristas islamistas, afirmaba que “nos encontramos ante una guerra de intereses, no de religiones”. Para el Sumo Pontífice, el problema no es el Islam como religión expansiva y violenta o el Islam como política totalitaria; para el Papa Francisco, el problema es que nos hallamos ante “una guerra de intereses, por dinero, por los recursos de la naturaleza, por el dominio de los pueblos”.
Y para finalizar tan brillante y prodigioso descubrimiento papal, otra tautología idiota que bien podría haber sido firmada por alguien muy hábil en estas lides: José Luis Rodríguez Zapatero. “El mundo está en guerra porque ha perdido la paz”, ha dicho el Papa Francisco.
Y se ha marchado a Cracovia.
![[Img #9392]](upload/img/periodico/img_9392.jpg)
Hay preocupación en algunos sectores de la iglesia católica por el comportamiento desconcertante del Papa Francisco, y por su permanente apariencia de hombre desconcertado.
Un español que trabaja codo a codo con algunas de las personas que forman parte del círculo más reducido del Papa Francisco, me hablaba hoy con claridad, con la condición de que le garantice su anonimato.
“A la Iglesia, en ciertos momentos, le pueden atraer los mensajes más progresistas, pero lo que de verdad erosiona la firmeza de la cúpula vaticana son las afirmaciones demagógicas y vacuas del Papa que podrían ser firmadas por la extrema izquierda europea y sudamericana. Eso va a traer consecuencias para nosotros. Y no buenas”.
Mi interlocutor me ponía como ejemplo unas declaraciones realizadas hoy mismo por el Papa Francisco en las que, apenas unas horas después de que un sacerdote francés haya sido degollado por dos terroristas islamistas, afirmaba que “nos encontramos ante una guerra de intereses, no de religiones”. Para el Sumo Pontífice, el problema no es el Islam como religión expansiva y violenta o el Islam como política totalitaria; para el Papa Francisco, el problema es que nos hallamos ante “una guerra de intereses, por dinero, por los recursos de la naturaleza, por el dominio de los pueblos”.
Y para finalizar tan brillante y prodigioso descubrimiento papal, otra tautología idiota que bien podría haber sido firmada por alguien muy hábil en estas lides: José Luis Rodríguez Zapatero. “El mundo está en guerra porque ha perdido la paz”, ha dicho el Papa Francisco.
Y se ha marchado a Cracovia.











