La desconocida afición de Otegi y Olano por el derecho y los dos torpedos de Urkullu
Tras hacerse público el fallo de la Junta que, en teoría, impedirá que el nombre y apellidos del elgoibartarra aparezcan en las papeletas electorales de la coalición independentista, Otegi ha querido hacer gala de sus supuestos conocimientos legales y ha asegurado que la sentencia le parece un "error" ya que ésta "no tiene razón" jurídicamente. Por supuesto, ha añadido que presentarán el correspondiente y por todos esperado recurso en próximas fechas.
Como un rayo, el diputado general de Gipuzkoa, el jeltzale Markel Olano, ha venido a corroborar las tesis jurídicas de Arnaldo Otegi asegurando que el dirigente de la izquierda abertzale no debía haber sido "juzgado y condenado" y que "no tendría que haber estado en la cárcel". Curiosamente, ni Otegi ni Olano son licenciados en Derecho, lo cual no les supone ningún impedimento para poner en tela de juicio los argumentos legales de la sentencia. Evidentemente, Olano y Otegi pueden y deben valorar la inhabilitación en términos políticos o sociales pero no desde el punto de vista del Derecho ya que carecen por completo de estudios en esta disciplina, al igual que yo jamás realizaré una crítica del “Tractatus” de Wittgenstein puesto que, a diferencia de ellos, no soy filósofo. Zapatero a tus zapatos.
Más cauto pero muy interesante ha estado Iñigo Urkullu en su comentario sobre el fallo de la Junta Electoral de Gipuzkoa. Fiel a su cultivado low-profile, el Lehendakari ha recordado que "la izquierda abertzale ya conocía las circunstancias que afectaban a la candidatura de Arnaldo Otegi por EH Bildu". En otras palabras, Urkullu reprocha a EH Bildu que se hagan ahora los sorprendidos con la resolución de la Junta Electoral de Gipuzkoa cuando sabían, desde mucho tiempo atrás, que colgaba sobre Otegi una espada de Damocles en forma de inhabilitación electoral. En su particular y parco estilo, el Lehendakari viene a decir que la indignación de la izquierda abertzale es, poco más o menos, que un paripé, una impostura. O sea, que ya lo sabían y que todo esto no más que es una forma de conseguir atención mediática para la coalición independentista.
Pero el cabeza de lista por el PNV el próximo 25 de septiembre no se ha limitado a disparar un torpedo contra la línea de flotación de EH Bildu y ha lanzado un segundo proyectil para que quede claro que él ya está en campaña, al margen del intento de apoyo jurídico prestado a Arnaldo Otegi por el filósofo pero también abogado aficionado en sus horas libres Markel Olano. Iñigo Urkullu ha asegurado que los letrados de Otegi "renunciaron el pasado mes de abril a presentar un recurso ante su inhabilitación" y que, por ello, "deben ser conscientes de que hay que dirimir en base a sentencias existentes". Es decir, que los abogados del político elgoibartarra -entre los que, recordemos, no se encuentra Markel Olano, muy a su pesar- dieron por hecho que no había nada que rascar judicialmente.
Y, llegados a este punto, se plantean dos incógnitas. Uno, si los abogados de Otegi renunciaron a presentar un recurso el pasado mes de abril, ¿en qué han cambiado las circunstancias para presentarlo ahora con ciertas garantías de éxito? Y dos, ¿cuál es la posición oficial del PNV respecto a la inhabilitación del dirigente de EH Bildu? ¿Las declaraciones de Markel Olano o las de Iñigo Urkullu?
Tras hacerse público el fallo de la Junta que, en teoría, impedirá que el nombre y apellidos del elgoibartarra aparezcan en las papeletas electorales de la coalición independentista, Otegi ha querido hacer gala de sus supuestos conocimientos legales y ha asegurado que la sentencia le parece un "error" ya que ésta "no tiene razón" jurídicamente. Por supuesto, ha añadido que presentarán el correspondiente y por todos esperado recurso en próximas fechas.
Como un rayo, el diputado general de Gipuzkoa, el jeltzale Markel Olano, ha venido a corroborar las tesis jurídicas de Arnaldo Otegi asegurando que el dirigente de la izquierda abertzale no debía haber sido "juzgado y condenado" y que "no tendría que haber estado en la cárcel". Curiosamente, ni Otegi ni Olano son licenciados en Derecho, lo cual no les supone ningún impedimento para poner en tela de juicio los argumentos legales de la sentencia. Evidentemente, Olano y Otegi pueden y deben valorar la inhabilitación en términos políticos o sociales pero no desde el punto de vista del Derecho ya que carecen por completo de estudios en esta disciplina, al igual que yo jamás realizaré una crítica del “Tractatus” de Wittgenstein puesto que, a diferencia de ellos, no soy filósofo. Zapatero a tus zapatos.
Más cauto pero muy interesante ha estado Iñigo Urkullu en su comentario sobre el fallo de la Junta Electoral de Gipuzkoa. Fiel a su cultivado low-profile, el Lehendakari ha recordado que "la izquierda abertzale ya conocía las circunstancias que afectaban a la candidatura de Arnaldo Otegi por EH Bildu". En otras palabras, Urkullu reprocha a EH Bildu que se hagan ahora los sorprendidos con la resolución de la Junta Electoral de Gipuzkoa cuando sabían, desde mucho tiempo atrás, que colgaba sobre Otegi una espada de Damocles en forma de inhabilitación electoral. En su particular y parco estilo, el Lehendakari viene a decir que la indignación de la izquierda abertzale es, poco más o menos, que un paripé, una impostura. O sea, que ya lo sabían y que todo esto no más que es una forma de conseguir atención mediática para la coalición independentista.
Pero el cabeza de lista por el PNV el próximo 25 de septiembre no se ha limitado a disparar un torpedo contra la línea de flotación de EH Bildu y ha lanzado un segundo proyectil para que quede claro que él ya está en campaña, al margen del intento de apoyo jurídico prestado a Arnaldo Otegi por el filósofo pero también abogado aficionado en sus horas libres Markel Olano. Iñigo Urkullu ha asegurado que los letrados de Otegi "renunciaron el pasado mes de abril a presentar un recurso ante su inhabilitación" y que, por ello, "deben ser conscientes de que hay que dirimir en base a sentencias existentes". Es decir, que los abogados del político elgoibartarra -entre los que, recordemos, no se encuentra Markel Olano, muy a su pesar- dieron por hecho que no había nada que rascar judicialmente.
Y, llegados a este punto, se plantean dos incógnitas. Uno, si los abogados de Otegi renunciaron a presentar un recurso el pasado mes de abril, ¿en qué han cambiado las circunstancias para presentarlo ahora con ciertas garantías de éxito? Y dos, ¿cuál es la posición oficial del PNV respecto a la inhabilitación del dirigente de EH Bildu? ¿Las declaraciones de Markel Olano o las de Iñigo Urkullu?