El célebre M16 se moderniza
Su Majestad británica recluta a casi un millar de nuevos James Bond para luchar contra la amenaza del terrorismo islamista
![[Img #9724]](upload/img/periodico/img_9724.jpg)
Alex Younger, actual jefe del M16 (la central de inteligencia británica de la que forma parte el mítico y cinematográfico James Bond) está convencido de que la lucha permanente contra el terrorismo islamista será el gran combate de su vida. A sus 53 años, el máximo responsable de los servicios secretos de Su Majestad cree firmemente que las redes de investigación policial deben adaptarse, lo más rápidamente posible, a la amenaza global y multiplataforma del yihadismo, a riesgo de verse superadas por los terroristas, que, en su opinión, se han convertido en auténticos maestros a la hora de explotar las infinitas posibilidades que ofrecen Internet y las nuevas tecnologías de la información y comunicación (TIC).
“La revolución de las TIC modifica dramáticamente el entorno en el que operamos y esto significa que debemos cambiar totalmente nuestra forma de trabajar”, ha explicado recientemente Younger en una conferencia internacional organizada por la CIA en Washington. Quizás por este motivo, tal y como informa el periódico francés Le Figaro, el Servicio Secreto Británico, nombre oficial del M16, va a reclutar a 800 nuevos agentes en los próximos cuatro años, lo que supone un incremento del 30% en sus efectivos.
Esta potenciación del M16, que fue anunciada por el Gobierno británico tras los atentados de París del pasado mes de noviembre, también se ha producido de forma similar en otras grandes agencias de inteligencia occidentales con el fin de mejorar la lucha contra el terrorismo islamista.
Reino Unido, por delante de Francia y de Alemania, posee en la actualidad los servicios de investigación más potentes de Europa, con un total de 12.700 agentes repartidos en tres divisiones: el M16 emplea a 2.500 personas; el M15 (servicios de inteligencia de ámbito interior) dispone de 4.000 efectivos y el GCHQ (Oficinas Centrales de Comunicaciones Gubernamentales), organismo especializado en la vigilancia electrónica, aglutina a 6.000 especialistas. Además, a este montante de recursos humanos hay que añadir los efectivos antiterroristas de la policía.
Pero los espías del M16 ya no son, o apenas son, copias del James Bond literario y cinematográfico con “permiso para matar”. Ahora son, en su mayor parte, “geeks”, genios en informática que el M16 va a instalar en sus oficinas centrales junto al Támesis. “La alianza entre tecnología y análisis humano va ser el nervio central de la guerra contra el terrorismo”, explica Younger. Y parece que esta comprensión del fenómeno está dando ya sus resultados.
Tras los atentados islamistas que sufrió Londres en julio de 2005, los servicios secretos británicos recibieron un importante aumento de presupuesto y, paralelamente, se procedió a una mejora de los procesos de cooperación y de intercambio de información entre las diferentes agencias. Esto puede explicar, en parte, según los analistas, las razones por las que el Reino Unido no ha sufrido la ola de atentados terroristas islamistas que ha azotado a varios países de Europa durante los últimos meses. De hecho, varios planes de atentados en este país han sido desbaratados por las fuerzas de seguridad en fases avanzadas de preparación.
“Los yihadistas procedentes de Siria, Libia o el África subsahariana son una amenaza existencial para nuestras sociedades”, explica Younger, pero también pueden ser “una oportunidad para que Occidente modernice su respuesta policial”. Para ello, la primera ministra británica ha llevado a cabo recientemente una reforma legislativa que permitirá a los servicios de información británicos recopilar y analizar con detalle los datos en línea. Y es que, como recuerda Younger, “los terroristas no tienen problemas legales para extender sus tentáculos y sus redes por Internet”.
Alex Younger, actual jefe del M16 (la central de inteligencia británica de la que forma parte el mítico y cinematográfico James Bond) está convencido de que la lucha permanente contra el terrorismo islamista será el gran combate de su vida. A sus 53 años, el máximo responsable de los servicios secretos de Su Majestad cree firmemente que las redes de investigación policial deben adaptarse, lo más rápidamente posible, a la amenaza global y multiplataforma del yihadismo, a riesgo de verse superadas por los terroristas, que, en su opinión, se han convertido en auténticos maestros a la hora de explotar las infinitas posibilidades que ofrecen Internet y las nuevas tecnologías de la información y comunicación (TIC).
“La revolución de las TIC modifica dramáticamente el entorno en el que operamos y esto significa que debemos cambiar totalmente nuestra forma de trabajar”, ha explicado recientemente Younger en una conferencia internacional organizada por la CIA en Washington. Quizás por este motivo, tal y como informa el periódico francés Le Figaro, el Servicio Secreto Británico, nombre oficial del M16, va a reclutar a 800 nuevos agentes en los próximos cuatro años, lo que supone un incremento del 30% en sus efectivos.
Esta potenciación del M16, que fue anunciada por el Gobierno británico tras los atentados de París del pasado mes de noviembre, también se ha producido de forma similar en otras grandes agencias de inteligencia occidentales con el fin de mejorar la lucha contra el terrorismo islamista.
Reino Unido, por delante de Francia y de Alemania, posee en la actualidad los servicios de investigación más potentes de Europa, con un total de 12.700 agentes repartidos en tres divisiones: el M16 emplea a 2.500 personas; el M15 (servicios de inteligencia de ámbito interior) dispone de 4.000 efectivos y el GCHQ (Oficinas Centrales de Comunicaciones Gubernamentales), organismo especializado en la vigilancia electrónica, aglutina a 6.000 especialistas. Además, a este montante de recursos humanos hay que añadir los efectivos antiterroristas de la policía.
Pero los espías del M16 ya no son, o apenas son, copias del James Bond literario y cinematográfico con “permiso para matar”. Ahora son, en su mayor parte, “geeks”, genios en informática que el M16 va a instalar en sus oficinas centrales junto al Támesis. “La alianza entre tecnología y análisis humano va ser el nervio central de la guerra contra el terrorismo”, explica Younger. Y parece que esta comprensión del fenómeno está dando ya sus resultados.
Tras los atentados islamistas que sufrió Londres en julio de 2005, los servicios secretos británicos recibieron un importante aumento de presupuesto y, paralelamente, se procedió a una mejora de los procesos de cooperación y de intercambio de información entre las diferentes agencias. Esto puede explicar, en parte, según los analistas, las razones por las que el Reino Unido no ha sufrido la ola de atentados terroristas islamistas que ha azotado a varios países de Europa durante los últimos meses. De hecho, varios planes de atentados en este país han sido desbaratados por las fuerzas de seguridad en fases avanzadas de preparación.
“Los yihadistas procedentes de Siria, Libia o el África subsahariana son una amenaza existencial para nuestras sociedades”, explica Younger, pero también pueden ser “una oportunidad para que Occidente modernice su respuesta policial”. Para ello, la primera ministra británica ha llevado a cabo recientemente una reforma legislativa que permitirá a los servicios de información británicos recopilar y analizar con detalle los datos en línea. Y es que, como recuerda Younger, “los terroristas no tienen problemas legales para extender sus tentáculos y sus redes por Internet”.