La paz se escribe en Colombia con renglones torcidos
Plinio Apuleyo Mendoza pone los puntos sobre las íes a Mario Vargas Llosa
El escritor Plinio Apuleyo Mendoza ha remitido una carta abierta a Mario Vargas Llosa a través de “El Tiempo”, en la que expresa al Premio Nobel su sorpresa por un artículo publicado por éste en el periódico “El País” en el cual afirmaba que si fuera colombiano votaría por el Sí en el plebiscito sobre el “acuerdo de paz” firmado por el Gobierno de Santos con las FARC.
“En tu artículo confiesas que tras muchas dudas, y luego de leer un texto de Héctor Abad Faciolince, darías tu aprobación electoral al llamado acuerdo de paz suscrito por el gobierno de Juan Manuel Santos y las Farc. Crees equivocadamente que de no ser aprobado, Colombia seguiría sumida en una guerra que dura más de 50 años. Tal es la engañosa y dramática alternativa que le serviría a Santos para alcanzar el triunfo del Sí en el plebiscito”, explica Apuleyo Mendoza. Y añade que, sin duda, “esa falsa alternativa ha tenido efecto en buena parte de la opinión internacional, pero no corresponde a la realidad que vivimos en Colombia. En caso de que ganara el No, el propio ‘Timochenko’ ha dicho que el plebiscito no afecta el acuerdo final y que no hay riesgo de que las Farc vuelvan a la guerra”.
En opinión de Plinio Apuleyo, “la desmovilización de las Farc no impedirá que tanto el Eln y el Epl como las bandas criminales continúen sus acciones terroristas. De modo que hasta ahí llegan las ilusiones de la paz. También te recuerdo que las Farc constituyen el tercer cartel mundial de la droga y que no van a renunciar a su millonario negocio. La prueba es que en los dos últimos años de negociación, los cultivos de coca se han duplicado en el país, pues el Gobierno suprimió la fumigación aérea”.
“Otros hechos que debes tomar en cuenta: los miembros de las Farc quedarán eximidos del pago de cárcel a pesar de los atroces delitos que cometieron durante más de 50 años; tendrán 26 curules efectivas en el Congreso, 31 emisoras de radio, canal de televisión, un caudaloso presupuesto para la difusión de su plataforma ideológica y ocuparán vastas zonas de concentración en el país, sin presencia de la Fuerza Pública, y que de hecho se convertirán en pequeños estados independientes para propagar su proyecto socialista”.
En opinión de Mendoza, y contrariamente a lo expresado por Vargas Llosa, “el acuerdo de paz debe verse como un importante escalón alcanzado por las Farc en su camino hacia el poder. Es un triunfo de la nueva estrategia de lucha que años atrás ideara su máximo comandante ‘Alfonso Cano’ cuando debió abandonar para siempre el mito castrista de una revolución armada después de que sus tropas fueran diezmadas bajo el gobierno de Uribe. A lo largo de cuatro años, las Farc, pese a ser vistas en todo el mundo como una organización terrorista, lograron obtener todas sus exigencias y ahora, convertidas en partido político, proyectan una real alarma sobre el futuro de Colombia. Por eso, muchos colombianos votaremos por el No el 2 de octubre”.
Y Plinio Apuleyo finaliza con una rotunda apreciación final: “De allí, mi querido Mario, que nuestro común amigo Carlos Alberto Montaner escriba que ‘a Colombia le espera un futuro atroz, infinitamente peor y más negro que este presente, incómodo y a veces sangriento, que hoy padece’. Ya ves por qué el sueño de la paz puede convertirse en pesadilla”.
El escritor Plinio Apuleyo Mendoza ha remitido una carta abierta a Mario Vargas Llosa a través de “El Tiempo”, en la que expresa al Premio Nobel su sorpresa por un artículo publicado por éste en el periódico “El País” en el cual afirmaba que si fuera colombiano votaría por el Sí en el plebiscito sobre el “acuerdo de paz” firmado por el Gobierno de Santos con las FARC.
“En tu artículo confiesas que tras muchas dudas, y luego de leer un texto de Héctor Abad Faciolince, darías tu aprobación electoral al llamado acuerdo de paz suscrito por el gobierno de Juan Manuel Santos y las Farc. Crees equivocadamente que de no ser aprobado, Colombia seguiría sumida en una guerra que dura más de 50 años. Tal es la engañosa y dramática alternativa que le serviría a Santos para alcanzar el triunfo del Sí en el plebiscito”, explica Apuleyo Mendoza. Y añade que, sin duda, “esa falsa alternativa ha tenido efecto en buena parte de la opinión internacional, pero no corresponde a la realidad que vivimos en Colombia. En caso de que ganara el No, el propio ‘Timochenko’ ha dicho que el plebiscito no afecta el acuerdo final y que no hay riesgo de que las Farc vuelvan a la guerra”.
En opinión de Plinio Apuleyo, “la desmovilización de las Farc no impedirá que tanto el Eln y el Epl como las bandas criminales continúen sus acciones terroristas. De modo que hasta ahí llegan las ilusiones de la paz. También te recuerdo que las Farc constituyen el tercer cartel mundial de la droga y que no van a renunciar a su millonario negocio. La prueba es que en los dos últimos años de negociación, los cultivos de coca se han duplicado en el país, pues el Gobierno suprimió la fumigación aérea”.
“Otros hechos que debes tomar en cuenta: los miembros de las Farc quedarán eximidos del pago de cárcel a pesar de los atroces delitos que cometieron durante más de 50 años; tendrán 26 curules efectivas en el Congreso, 31 emisoras de radio, canal de televisión, un caudaloso presupuesto para la difusión de su plataforma ideológica y ocuparán vastas zonas de concentración en el país, sin presencia de la Fuerza Pública, y que de hecho se convertirán en pequeños estados independientes para propagar su proyecto socialista”.
En opinión de Mendoza, y contrariamente a lo expresado por Vargas Llosa, “el acuerdo de paz debe verse como un importante escalón alcanzado por las Farc en su camino hacia el poder. Es un triunfo de la nueva estrategia de lucha que años atrás ideara su máximo comandante ‘Alfonso Cano’ cuando debió abandonar para siempre el mito castrista de una revolución armada después de que sus tropas fueran diezmadas bajo el gobierno de Uribe. A lo largo de cuatro años, las Farc, pese a ser vistas en todo el mundo como una organización terrorista, lograron obtener todas sus exigencias y ahora, convertidas en partido político, proyectan una real alarma sobre el futuro de Colombia. Por eso, muchos colombianos votaremos por el No el 2 de octubre”.
Y Plinio Apuleyo finaliza con una rotunda apreciación final: “De allí, mi querido Mario, que nuestro común amigo Carlos Alberto Montaner escriba que ‘a Colombia le espera un futuro atroz, infinitamente peor y más negro que este presente, incómodo y a veces sangriento, que hoy padece’. Ya ves por qué el sueño de la paz puede convertirse en pesadilla”.














