Las instituciones alegan “motivos de seguridad”
Suecia prohíbe las luces de Navidad en las calles de sus principales ciudades… ¿para no ofender a los miles de inmigrantes musulmanes recién llegados al país?
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Las principales ciudades de Suecia han prohibido la instalación de luces navideñas en sus calles por motivos de “seguridad”, pero, según numerosas voces, el motivo principal de esta decisión estriba en la voluntad de la socialdemocracia de Estocolmo de “no ofender” a las decenas de miles de inmigrantes musulmanes que han llegado al país nórdico a lo largo de los últimos meses.
Una nueva norma de la SVT, la Administración Sueca de Transporte (Trafikverket), ha decidido no permitir a los municipios del país colocar alumbrados callejeros de Navidad en los postes de luz gestionados por esta autoridad, lo que, de hecho, supone que la mayor parte de las urbes no contará con la entrañable decoración lumínica propia de estas fechas. “La infraestructura eléctrica no está diseñada para el peso de las luces de Navidad, y hay que quitar cualquier cosa que no deba estar ahí”, ha explicado Eilin Isaksson, coordinador nacional de la Administración de Transporte de Suecia.
Pero, por el contrario, y según recoge la web Speisa, "el cambio es una victoria para aquellos que quieren atenuar el recordatorio de las tradiciones cristianas del país” y numerosos ciudadanos se muestran sorprendidos por el hecho de que unas luces navideñas que durante décadas se han colgado en árboles y postes eléctricos sin ningún tipo de accidente, “sean consideradas, precisamente ahora, peligrosas”.
Hay que recordar que la fuerte presencia de una inmigración musulmana absolutamente reacia a aceptar los valores y las costumbres occidentales, especialmente las que tienen un origen cristiano, está provocando graves disturbios y problemas de convivencia en ciudades como Mälmo, donde la violencia islamista se está convirtiendo en una rutina en varias zonas de la capital.
Hace unos días, un obispo sueco abogó por la eliminación de las cruces de una iglesia cristiana con el fin de complacer a los vecinos musulmanes y, el pasado año, la televisión pública sueca encargó la presentación de su programa especial de Nochebuena a una mujer musulmana.
Las principales ciudades de Suecia han prohibido la instalación de luces navideñas en sus calles por motivos de “seguridad”, pero, según numerosas voces, el motivo principal de esta decisión estriba en la voluntad de la socialdemocracia de Estocolmo de “no ofender” a las decenas de miles de inmigrantes musulmanes que han llegado al país nórdico a lo largo de los últimos meses.
Una nueva norma de la SVT, la Administración Sueca de Transporte (Trafikverket), ha decidido no permitir a los municipios del país colocar alumbrados callejeros de Navidad en los postes de luz gestionados por esta autoridad, lo que, de hecho, supone que la mayor parte de las urbes no contará con la entrañable decoración lumínica propia de estas fechas. “La infraestructura eléctrica no está diseñada para el peso de las luces de Navidad, y hay que quitar cualquier cosa que no deba estar ahí”, ha explicado Eilin Isaksson, coordinador nacional de la Administración de Transporte de Suecia.
Pero, por el contrario, y según recoge la web Speisa, "el cambio es una victoria para aquellos que quieren atenuar el recordatorio de las tradiciones cristianas del país” y numerosos ciudadanos se muestran sorprendidos por el hecho de que unas luces navideñas que durante décadas se han colgado en árboles y postes eléctricos sin ningún tipo de accidente, “sean consideradas, precisamente ahora, peligrosas”.
Hay que recordar que la fuerte presencia de una inmigración musulmana absolutamente reacia a aceptar los valores y las costumbres occidentales, especialmente las que tienen un origen cristiano, está provocando graves disturbios y problemas de convivencia en ciudades como Mälmo, donde la violencia islamista se está convirtiendo en una rutina en varias zonas de la capital.
Hace unos días, un obispo sueco abogó por la eliminación de las cruces de una iglesia cristiana con el fin de complacer a los vecinos musulmanes y, el pasado año, la televisión pública sueca encargó la presentación de su programa especial de Nochebuena a una mujer musulmana.