El Dr. No, no ha entendido que nunca será presidente del Gobierno, no ha entendido que su acción trituradora es más dañina de lo que él puede controlar y no entiende que es una mala persona. Pedro Sánchez acusó, con luz y taquígrafos, al presidente Rajoy de ser indecente, pero él, además de indecente, es descaradamente mentiroso.

 
Tras la entrevista que concedió a la Sexta el pasado domingo por la noche, sabemos varias cosas con absoluta certeza, porque las ha publicitado él, y sabemos que mientras decía una cosa a los medios de comunicación y a sus propios compañeros, estaba haciendo otra, estaba evidentemente mintiendo y mientras reconoce que es un mentiroso no le tiembla el pulso; sujeto peligroso.

 
Es comprensible que Felipe González dijese que se había sentido engañado, porque le engañó, pero a la par, este individuo sin vergüenza estaba engañando a todos los españoles, parece ser que con la magnifica excepción de un sector de Podemos y de algunos independentistas.

 
Fíjense que su actuación en las últimas semanas responde a un plan perfectamente planificado y ejecutado, en las formas y en los tiempos. Pone 7.000 kilosetros de por medio y se desconecta de los siempre delicados focos mediáticos, mantiene silencio, después dice pero no dice en las puertas del Congreso, hasta la indumentaria está calculada, los gestos en la bancada socialista y en su todavía escaño, misterio para la segunda votación, pero, mientras tanto, tiene calculado el siguiente paso y preparada la entrevista en la Sexta, todo está preparado, casi in extremis entrega el acta de diputado y en patética rueda de prensa, con lagrimas de cocodrilo calculadas, nos cuenta más mentiras, discurso escrito y prohibido preguntar, nadie se puede salir del guión. Personaje singular.
 
 

Pero ciertamente vuelve a la carga, “voy a coger el coche”. El Dr. No, no se percata de que no cogerá un coche sino que se montará en su caballo, que no es Rocinante, sino como el de Atila, y no conforme con haber hecho un daño irreparable al PSOE parece empeñarse en rematar la faena, señoras y señores, qué sujeto más peligroso.
 
 

Más de 300 días sin gobierno, un PSOE en caída libre en dos elecciones generales consecutivas, y también en Galicia y en el País Vasco, y parece que no hay nadie en esa organización que le diga al Dr. No ¡Basta ya! Porque su aseveración de que Cataluña y el País Vasco son unas naciones dentro de la nación española es casi de juzgado de guardia, amén de demostrar supina ignorancia de la historia de nuestro país, y su reconocimiento de las negociaciones mantenidas con Podemos y su clara y descarada intención de acercarse a ellos le pone los pelos como escarpias a los socialistas de toda la vida.
 
 

¿Quiénes sacaron del averno a este demonio? Es inevitable que se produzca un congreso y es importante que lo hagan cuanto antes, pero ese congreso es una bomba de relojería cuyo temporizador ya está en marcha, y al final del camino los militantes tendrán la decisión en sus manos, pero un congreso en estas circunstancias de fractura total del partido puede devenir en resultados sorprendentes y lamentables; es muy típico de los pirómanos echar gasolina al fuego para conseguir más destrucción. El PSOE ya no es el PSOE, deberían cambiar el acrónimo, porque evidentemente ya no es español, pero tampoco obrero, sería más correcto que se llamase PSA: Partido Sociedad Anónima.
 
 

Por cierto, señor diputado Gabriel, que bien le queda su apellido, y me refiero a la segunda acepción del DRAE: // 2. fig. Hombre sin honor, perverso, despreciable.