Gente que en la calle no es nadie pero en Internet se monta sus movidas
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A lo largo de 2016, los vascos hemos participado o hemos contemplado varias citas electorales. Primero fueron las segundas elecciones generales en seis meses, después los comicios al Parlamento Vasco y esta semana las presidenciales estadounidenses. A pesar del diferente ámbito de cada una de las tres llamadas a las urnas, el análisis de los procesos nos lleva a una conclusión definitiva e irrebatible: el número de votos es inversamente proporcional a la cantidad de trending topics favorables en Twitter.
Si por los tuiteros fuera, Mariano Rajoy no sería hoy el presidente del Estado. La mayoría absoluta de los trending topics logrados en la citada red social oscilaban entre el aplauso unánime y el aliento de "la gente" a Podemos y el ataque sin descanso contra el Partido Popular, su candidato y sus avejentados votantes. Sin embargo, Rajoy obtuvo el 26-J una contundente victoria electoral, superando por más de 20 puntos a la formación morada en particular que recibió un canto en los dientes y que, por no conseguir, no logró ni el sorpasso ante un PSOE predifunto.
En las elecciones al Parlamento Vasco volvió a suceder más de lo mismo. Podemos en Euskadi logró el aplauso unánime en Twitter, siendo el partido concurrente a los citados comicios que más trending topics favorables logró. Además, sus principales dirigentes y candidatos como Pilar Zabala o Nagua Alba disponían, respectivamente, de más de 8.000 y 14.000 seguidores en la mencionada red. Pero, al igual que en los comicios estatales del 26-J, Iñigo Urkullu logró encabezar la lista más votada en Euskadi a pesar de que contaba con la paupérrima cifra de 677 seguidores en su perfil de Twitter mientras que Podemos quedaba, incluso, por detrás de EH Bildu, formación que tampoco se prodigó en trending topics precisamente. Es decir, que al electorado vasco le importo un pimiento de Gernika lo que triunfase en Twitter.
El pasado martes volvimos la tener una nueva confirmación de que Twitter se ha convertido en un microcosmos alejado de la vida real. A pesar de que todos los medios de comunicación de masas se habían volcado en el apoyo a Hillary Clinton y de que una clara mayoría de tuiteros rabiaba sin cesar a favor de la candidata demócrata, Donald Trump logró la presidencia de Estados Unidos con una suficiencia y autoridad que muy pocos habían predicho. Durante semanas, se registraron infinidad de trending topics en Twitter donde se loaban las supuestas bondades de Clinton y se acusaba a Trump hasta de la muerte de Manolete. Y, a pesar de ello, el electorado estadounidense real decidió hacer caso omiso a los tuiteros, consideró que ya había sido suficiente con tener a Barack Obama en la Casa Blanca durante ocho años y que se abre un tiempo de cambio.
Y es que, como acuñaron con acierto en Forocoches, hay gente que en la calle no es nadie pero en Internet se monta sus movidas.
A lo largo de 2016, los vascos hemos participado o hemos contemplado varias citas electorales. Primero fueron las segundas elecciones generales en seis meses, después los comicios al Parlamento Vasco y esta semana las presidenciales estadounidenses. A pesar del diferente ámbito de cada una de las tres llamadas a las urnas, el análisis de los procesos nos lleva a una conclusión definitiva e irrebatible: el número de votos es inversamente proporcional a la cantidad de trending topics favorables en Twitter.
Si por los tuiteros fuera, Mariano Rajoy no sería hoy el presidente del Estado. La mayoría absoluta de los trending topics logrados en la citada red social oscilaban entre el aplauso unánime y el aliento de "la gente" a Podemos y el ataque sin descanso contra el Partido Popular, su candidato y sus avejentados votantes. Sin embargo, Rajoy obtuvo el 26-J una contundente victoria electoral, superando por más de 20 puntos a la formación morada en particular que recibió un canto en los dientes y que, por no conseguir, no logró ni el sorpasso ante un PSOE predifunto.
En las elecciones al Parlamento Vasco volvió a suceder más de lo mismo. Podemos en Euskadi logró el aplauso unánime en Twitter, siendo el partido concurrente a los citados comicios que más trending topics favorables logró. Además, sus principales dirigentes y candidatos como Pilar Zabala o Nagua Alba disponían, respectivamente, de más de 8.000 y 14.000 seguidores en la mencionada red. Pero, al igual que en los comicios estatales del 26-J, Iñigo Urkullu logró encabezar la lista más votada en Euskadi a pesar de que contaba con la paupérrima cifra de 677 seguidores en su perfil de Twitter mientras que Podemos quedaba, incluso, por detrás de EH Bildu, formación que tampoco se prodigó en trending topics precisamente. Es decir, que al electorado vasco le importo un pimiento de Gernika lo que triunfase en Twitter.
El pasado martes volvimos la tener una nueva confirmación de que Twitter se ha convertido en un microcosmos alejado de la vida real. A pesar de que todos los medios de comunicación de masas se habían volcado en el apoyo a Hillary Clinton y de que una clara mayoría de tuiteros rabiaba sin cesar a favor de la candidata demócrata, Donald Trump logró la presidencia de Estados Unidos con una suficiencia y autoridad que muy pocos habían predicho. Durante semanas, se registraron infinidad de trending topics en Twitter donde se loaban las supuestas bondades de Clinton y se acusaba a Trump hasta de la muerte de Manolete. Y, a pesar de ello, el electorado estadounidense real decidió hacer caso omiso a los tuiteros, consideró que ya había sido suficiente con tener a Barack Obama en la Casa Blanca durante ocho años y que se abre un tiempo de cambio.
Y es que, como acuñaron con acierto en Forocoches, hay gente que en la calle no es nadie pero en Internet se monta sus movidas.