Sobre "El padre de Caín"
Sé que es difícil recrear la cruel etapa de los años de terrorismo de ETA para llevarla a las pantallas. En el caso de “El padre de Caín”, la televisión ha realizado lo que en realidad deberían ordenar hacer los políticos, que no es otra cosa que explicar de forma continua lo que ETA y su entorno hicieron y por desgracia todavía realizan: crear terror. En este caso, alrededor del terrorismo de ETA, la realidad ha superado a la ficción. Me alegro de que dieran voz (de forma superficial por desgracia) en el reportaje anterior a la emisión de la serie a personas que verdaderamente sufrieron estos años terribles, ellas son las verdaderas protagonista, los hijos, las mujeres, los padres, en definitiva las víctimas.
“El padre de Caín” no se ajusta a lo que era la realidad de nuestro trabajo dentro de la Guardia Civil ni por asomo y quiero matizar que a ETA y a su entorno se les arrinconó desde el trabajo constante de muchos guardias civiles, los servicios de información desde su anonimato fueron cruciales y, por supuesto, el G.A.R., la punta de lanza de esta lucha cara a cara. El mérito hay que dárselo a todos los compañeros que pasaron por todos los destinos en Euskadi, no sé cómo algunos pueden seguir en su sano juicio pues todo lo que sucedió fue brutal.
Por supuesto, y como han hechos siempre, la EiTB, con el PNV detrás, hizo su contraataque justo después de terminar la serie, aportando reportajes para desprestigiar el estado de Eerecho con casos aislados de nuestra historia reciente de España, en los cuales la sociedad en general ya se pronunció y condenó como no podía ser de otra manera: el 23-F, el GAL y el GAL, qué casualidad... Ellos a lo suyo, y como en toda esta etapa, apoyando de forma indirecta a ETA y a su entorno e intentado desprestigiar a la mejor institución de nuestro país, a la Guardia Civil, a la que pienso que toda la sociedad vasca debe mucho. Esa misma sociedad que ha estado muda, sorda y ciega respecto a esta barbarie.
Juan José Mateos San José (San Sebastián)
Sé que es difícil recrear la cruel etapa de los años de terrorismo de ETA para llevarla a las pantallas. En el caso de “El padre de Caín”, la televisión ha realizado lo que en realidad deberían ordenar hacer los políticos, que no es otra cosa que explicar de forma continua lo que ETA y su entorno hicieron y por desgracia todavía realizan: crear terror. En este caso, alrededor del terrorismo de ETA, la realidad ha superado a la ficción. Me alegro de que dieran voz (de forma superficial por desgracia) en el reportaje anterior a la emisión de la serie a personas que verdaderamente sufrieron estos años terribles, ellas son las verdaderas protagonista, los hijos, las mujeres, los padres, en definitiva las víctimas.
“El padre de Caín” no se ajusta a lo que era la realidad de nuestro trabajo dentro de la Guardia Civil ni por asomo y quiero matizar que a ETA y a su entorno se les arrinconó desde el trabajo constante de muchos guardias civiles, los servicios de información desde su anonimato fueron cruciales y, por supuesto, el G.A.R., la punta de lanza de esta lucha cara a cara. El mérito hay que dárselo a todos los compañeros que pasaron por todos los destinos en Euskadi, no sé cómo algunos pueden seguir en su sano juicio pues todo lo que sucedió fue brutal.
Por supuesto, y como han hechos siempre, la EiTB, con el PNV detrás, hizo su contraataque justo después de terminar la serie, aportando reportajes para desprestigiar el estado de Eerecho con casos aislados de nuestra historia reciente de España, en los cuales la sociedad en general ya se pronunció y condenó como no podía ser de otra manera: el 23-F, el GAL y el GAL, qué casualidad... Ellos a lo suyo, y como en toda esta etapa, apoyando de forma indirecta a ETA y a su entorno e intentado desprestigiar a la mejor institución de nuestro país, a la Guardia Civil, a la que pienso que toda la sociedad vasca debe mucho. Esa misma sociedad que ha estado muda, sorda y ciega respecto a esta barbarie.
Juan José Mateos San José (San Sebastián)