El fracaso del populismo de derechas en España (II) Apuntes a Yolanda Couceiro Morín
Primera parte de este artículo
Artículo de Yolanda Couceiro Morín al que el autor hace referencia
III. EL SEPARATISMO PERIFÉRICO
En este punto felicito a la señora Couceiro dado que explica muy acertadamente algo que siempre pasa desapercibido y que no sólo afecta a estos grupos, sino a todas las fuerzas políticas de carácter nacional, dado que les dificulta su implantación en la mayoría de las comunidades con influencia secesionista.
Pero este factor influye en la derecha alternativa, por otro motivo añadido. Los grupos identitarios un tienen doble problema en esas regiones porque, en la práctica, todas las fuerzas nacionalistas, sin excepción, tienen un fuerte carácter identitario. Oficialmente su espacio va desde el centroderecha de PNV y la antigua Convergencia y la extrema izquierda, en sus versiones más ultras y extremistas.
Sin embargo, si vamos más allá de etiquetas y nos fijamos en aquellos aspectos que ellos consideran más importantes y decisivos, tales como la lengua, educación, cultura, historia, competencias legislativas y administrativas, sociedad civil, Justicia.. sus posicionamientos son rabiosamente identitarios y ultraderechistas. Y, en todos los casos, de un modo aún más radical y extremista que los defendidos por la mayoría de fuerzas de extrema derecha españolista.
Soy consciente que esto sorprenderá a tantos que se creen el cuento del "nacionalismo de izquierdas". No voy a negar que determinados aspectos de sus políticas y principios estén en ese espacio, así como que sus dirigentes, seguidores y votantes sinceramente se consideren como tales. Pero esto no deja de ser una capa de pintura, un camuflaje, un elemento superficial que está tapando un corazón rabiosamente identitario y ultra (1). Es una situación a la que se ha llegado por la tradicional alianza izquierdas/separatistas que hunde sus raíces en el pacto de San Sebastián de 1930 y que durante la Transición se ha consolidado por una razón: el disfraz rojo ha sido muy útil a la hora de convertir a los auténticos izquierdistas españoles en sus esclavos ideológicos en esta materia y lograr de los todopoderosos medios progresistas, la más completa y absoluta impunidad.
No deja de ser curioso que la gran diferencia entre estas fuerzas y las distintas derechas nacionales, la inmigración, se produce por un motivo de prioridades identitarias. Nuestros separatistas han abrazado la llamada "doctrina Colom", expuesta por este ex dirigente de ERC y que hoy pasta en los predios de la antigua Convergencia: usar inmigrantes de culturas ajenas para desespañolizar sus regiones.
Sólo así se puede entender una realidad, que aún con precedentes, se ha visto con toda crudeza durante 2016 con el auge del populismo de derechas en Occidente. Cuando los nacionalistas tienen que elegir entre ser identitarios o ser de izquierdas, sin dudarlo eligen la primera opción.
Dos ejemplos ilustrativos. Durante los viajes internacionales del "ministro de Asuntos Exteriores" catalán, señor Romeva, el ex parlamentario europeo de la superroja Iniciativa per Catalunya-Els Verds, el 80% de las personalidades que han accedido a reunirse de modo público con él, son de extrema derecha, cuando no abiertamente neonazis. Ni una sola fuerza de izquierda, empezando por los ultras de las CUP, han expresado su menor queja. Silencio sepulcral. En uno de estos viajes, el flamante ministro se reunió con personas muy cercanas a Donald Trump y ahí está el origen de ese otro movimiento que ha causado estupor a tanto inocente: en cuanto se enteraron los rojos de EH Bildu, mandaron un telegrama de felicitación al nuevo presidente.
Si este viraje de la opinión pública europea se consolida y ven posibilidades de apoyo a las secesiones, veremos al nacionalismo de izquierdas peregrinar en busca de los antaño denostados ultraderechistas. Lo fundamental, la secesión, al final es lo único que importa.
Y los identitarios hispanos tendrán que preguntarse,qué pasa para que el principal apoyo del secesionismo catalán sea lo más granado del facherío internacional.
IV. LA PRENSA
Poco se puede decir en este aspecto a lo señalado por la señora Couceiro. Sin medios es muy difícil. La desaparición por mala gestión de “El Alcázar” fue letal y todavía no se ha recuperado este espectro político que está a la derecha del PP. Además cuentan directamente con la hostilidad de la inmensa mayoría de medios, ventaja con la que no cuentan ni secesionistas ni los grupos de izquierda.
De todos modos, hay que recoger algunas matizaciones. A nivel regional, en España ha habido pequeños partidos nacionalistas como el BNG, Chunta, las fuerzas que luego entraron en Compromis, Tierra Comunera, etc., que partiendo de una similar indigencia de medios informativos, con organización y paciencia, lograron una representación a nivel municipal y autonómico que las fuerzas “alt-righ, nunca han podido ni soñar. Es decir, la mezcla de trabajo y paciencia al final funciona y los medios, aunque sea a regañadientes, se ven obligados a hacerle un hueco, por mínimo que sea. Incluso en este espectro político hemos tenido algún ejemplo en los últimos meses.
Con Internet se ha abierto una posibilidad para estas fuerzas. Aún así, es palpable la falta de recursos económicos, de creatividad y sobre todo credibilidad. Las noticias publicadas por estos medios, sobre todo en relación con la inmigración, en más ocasiones de las deseables, pecan de exceso de sensacionalismo, bastante falta de rigor y adecuado contraste de fuentes. Lo ocurrido en Estados Unidos con relación al llamado escándalo de noticias falsas, les debería de hacer reflexionar que la calidad es más importante que la cantidad.
Sin negarles una parte de razón, tanto los medios como las fuerzas de la derecha alternativa, tienen que reflexionar que en este campo también deben de dejar de echar la culpa al empedrado.
(1) Entiendo que se puede hacer extensiva a todos estos grupos. La reflexión que en esta línea hizo el historiador irlandés sobre ETA, John Sullivan,. Entrevista en "El Diario Vasco", 14 de agosto de 1989, página 4. En la actualidad, este periódico se puede consultar hasta 1999 en la Biblioteca Digital Koldo Mitxelena de San Sebastián a través de Internet.
Primera parte de este artículo
Artículo de Yolanda Couceiro Morín al que el autor hace referencia
III. EL SEPARATISMO PERIFÉRICO
En este punto felicito a la señora Couceiro dado que explica muy acertadamente algo que siempre pasa desapercibido y que no sólo afecta a estos grupos, sino a todas las fuerzas políticas de carácter nacional, dado que les dificulta su implantación en la mayoría de las comunidades con influencia secesionista.
Pero este factor influye en la derecha alternativa, por otro motivo añadido. Los grupos identitarios un tienen doble problema en esas regiones porque, en la práctica, todas las fuerzas nacionalistas, sin excepción, tienen un fuerte carácter identitario. Oficialmente su espacio va desde el centroderecha de PNV y la antigua Convergencia y la extrema izquierda, en sus versiones más ultras y extremistas.
Sin embargo, si vamos más allá de etiquetas y nos fijamos en aquellos aspectos que ellos consideran más importantes y decisivos, tales como la lengua, educación, cultura, historia, competencias legislativas y administrativas, sociedad civil, Justicia.. sus posicionamientos son rabiosamente identitarios y ultraderechistas. Y, en todos los casos, de un modo aún más radical y extremista que los defendidos por la mayoría de fuerzas de extrema derecha españolista.
Soy consciente que esto sorprenderá a tantos que se creen el cuento del "nacionalismo de izquierdas". No voy a negar que determinados aspectos de sus políticas y principios estén en ese espacio, así como que sus dirigentes, seguidores y votantes sinceramente se consideren como tales. Pero esto no deja de ser una capa de pintura, un camuflaje, un elemento superficial que está tapando un corazón rabiosamente identitario y ultra (1). Es una situación a la que se ha llegado por la tradicional alianza izquierdas/separatistas que hunde sus raíces en el pacto de San Sebastián de 1930 y que durante la Transición se ha consolidado por una razón: el disfraz rojo ha sido muy útil a la hora de convertir a los auténticos izquierdistas españoles en sus esclavos ideológicos en esta materia y lograr de los todopoderosos medios progresistas, la más completa y absoluta impunidad.
No deja de ser curioso que la gran diferencia entre estas fuerzas y las distintas derechas nacionales, la inmigración, se produce por un motivo de prioridades identitarias. Nuestros separatistas han abrazado la llamada "doctrina Colom", expuesta por este ex dirigente de ERC y que hoy pasta en los predios de la antigua Convergencia: usar inmigrantes de culturas ajenas para desespañolizar sus regiones.
Sólo así se puede entender una realidad, que aún con precedentes, se ha visto con toda crudeza durante 2016 con el auge del populismo de derechas en Occidente. Cuando los nacionalistas tienen que elegir entre ser identitarios o ser de izquierdas, sin dudarlo eligen la primera opción.
Dos ejemplos ilustrativos. Durante los viajes internacionales del "ministro de Asuntos Exteriores" catalán, señor Romeva, el ex parlamentario europeo de la superroja Iniciativa per Catalunya-Els Verds, el 80% de las personalidades que han accedido a reunirse de modo público con él, son de extrema derecha, cuando no abiertamente neonazis. Ni una sola fuerza de izquierda, empezando por los ultras de las CUP, han expresado su menor queja. Silencio sepulcral. En uno de estos viajes, el flamante ministro se reunió con personas muy cercanas a Donald Trump y ahí está el origen de ese otro movimiento que ha causado estupor a tanto inocente: en cuanto se enteraron los rojos de EH Bildu, mandaron un telegrama de felicitación al nuevo presidente.
Si este viraje de la opinión pública europea se consolida y ven posibilidades de apoyo a las secesiones, veremos al nacionalismo de izquierdas peregrinar en busca de los antaño denostados ultraderechistas. Lo fundamental, la secesión, al final es lo único que importa.
Y los identitarios hispanos tendrán que preguntarse,qué pasa para que el principal apoyo del secesionismo catalán sea lo más granado del facherío internacional.
IV. LA PRENSA
Poco se puede decir en este aspecto a lo señalado por la señora Couceiro. Sin medios es muy difícil. La desaparición por mala gestión de “El Alcázar” fue letal y todavía no se ha recuperado este espectro político que está a la derecha del PP. Además cuentan directamente con la hostilidad de la inmensa mayoría de medios, ventaja con la que no cuentan ni secesionistas ni los grupos de izquierda.
De todos modos, hay que recoger algunas matizaciones. A nivel regional, en España ha habido pequeños partidos nacionalistas como el BNG, Chunta, las fuerzas que luego entraron en Compromis, Tierra Comunera, etc., que partiendo de una similar indigencia de medios informativos, con organización y paciencia, lograron una representación a nivel municipal y autonómico que las fuerzas “alt-righ, nunca han podido ni soñar. Es decir, la mezcla de trabajo y paciencia al final funciona y los medios, aunque sea a regañadientes, se ven obligados a hacerle un hueco, por mínimo que sea. Incluso en este espectro político hemos tenido algún ejemplo en los últimos meses.
Con Internet se ha abierto una posibilidad para estas fuerzas. Aún así, es palpable la falta de recursos económicos, de creatividad y sobre todo credibilidad. Las noticias publicadas por estos medios, sobre todo en relación con la inmigración, en más ocasiones de las deseables, pecan de exceso de sensacionalismo, bastante falta de rigor y adecuado contraste de fuentes. Lo ocurrido en Estados Unidos con relación al llamado escándalo de noticias falsas, les debería de hacer reflexionar que la calidad es más importante que la cantidad.
Sin negarles una parte de razón, tanto los medios como las fuerzas de la derecha alternativa, tienen que reflexionar que en este campo también deben de dejar de echar la culpa al empedrado.
(1) Entiendo que se puede hacer extensiva a todos estos grupos. La reflexión que en esta línea hizo el historiador irlandés sobre ETA, John Sullivan,. Entrevista en "El Diario Vasco", 14 de agosto de 1989, página 4. En la actualidad, este periódico se puede consultar hasta 1999 en la Biblioteca Digital Koldo Mitxelena de San Sebastián a través de Internet.