Bebés explosivos: la nueva táctica del terrorismo islamista de Boko Haram
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Prácticamente desde sus orígenes, el grupo terrorista islamista Boko Haram, presente sobre todo en Nigeria, ha utilizado a mujeres y niños como carne de cañón para sus atentados más sangrientos. Desde hace unos meses, utiliza también a bebés a los que carga con explosivos para atacar a sus víctimas.
Esta nueva y aberrante forma de actuación terrorista ha demostrado ser extremadamente eficaz para sortear todo tipo de medidas de seguridad y, por ello, este tipo de atentados no dejan de sucederse. El 4 de enero tres mujeres suicidas fueron abatidas a tiros cuando iban camino de perpetrar un atentado en el mercado de la ciudad de Gulak. Según publica “The Daily Beast", las mujeres explotaron en cuanto la policía les disparó porque llevaban explosivos adosados a sus cuerpos.
Pero, poco a poco, los terroristas, al ver que la táctica de mandar solo a mujeres cargadas de explosivos iba perdiendo efecto, comenzaron a atacar con bebés. El 13 de enero, tres mujeres suicidas se inmolaron matando a 11 personas e hiriendo a 14 en el puesto de control de acceso a Madagali. Una de las suicidas llevaba un bebé a la espalda con el propósito de despistar a los vigilantes. "Fue la primera en acercarse a los vigilantes, que no sospecharon de ella porque llevaba un bebé", sostiene uno de los miembros de las CJTF, un grupo de militantes que luchan para echar a Boko Haram del país. Según aseguraron los testigos, los terroristas colocaron los explosivos entre el bebé y su cuerpo. El niño descansaba apoyado en la bomba. Hace unos días, el horror de estos psicópatas asociados al autodenominado Estado Islámico dio un nuevo giro cuando un niño de 7 años se hizo explotar en medio de una mezquita durante la hora de oraciones y una adolescente detonó su bomba en la Universidad de Maiduguri, ocasionando la muerte a 15 personas.
El líder de Boko Haram, Abubakar Shekau declaró que el ataque de la universidad se debía a que la institución estaba "mezclando islam y democracia". En el momento del atentado, esa misma universidad estaba llevando a cabo una campaña de vacunación masiva contra el sarampión promovida por la OMS.
Se sospecha que las vacunas fueron precisamente el motivo del atentado. Según analistas conocedores de la organización, Boko Haram considera que las vacunaciones forman parte de una conspiración occidental para esterilizar a las niñas y eliminar a la población musulmana de Nigeria.
Prácticamente desde sus orígenes, el grupo terrorista islamista Boko Haram, presente sobre todo en Nigeria, ha utilizado a mujeres y niños como carne de cañón para sus atentados más sangrientos. Desde hace unos meses, utiliza también a bebés a los que carga con explosivos para atacar a sus víctimas.
Esta nueva y aberrante forma de actuación terrorista ha demostrado ser extremadamente eficaz para sortear todo tipo de medidas de seguridad y, por ello, este tipo de atentados no dejan de sucederse. El 4 de enero tres mujeres suicidas fueron abatidas a tiros cuando iban camino de perpetrar un atentado en el mercado de la ciudad de Gulak. Según publica “The Daily Beast", las mujeres explotaron en cuanto la policía les disparó porque llevaban explosivos adosados a sus cuerpos.
Pero, poco a poco, los terroristas, al ver que la táctica de mandar solo a mujeres cargadas de explosivos iba perdiendo efecto, comenzaron a atacar con bebés. El 13 de enero, tres mujeres suicidas se inmolaron matando a 11 personas e hiriendo a 14 en el puesto de control de acceso a Madagali. Una de las suicidas llevaba un bebé a la espalda con el propósito de despistar a los vigilantes. "Fue la primera en acercarse a los vigilantes, que no sospecharon de ella porque llevaba un bebé", sostiene uno de los miembros de las CJTF, un grupo de militantes que luchan para echar a Boko Haram del país. Según aseguraron los testigos, los terroristas colocaron los explosivos entre el bebé y su cuerpo. El niño descansaba apoyado en la bomba. Hace unos días, el horror de estos psicópatas asociados al autodenominado Estado Islámico dio un nuevo giro cuando un niño de 7 años se hizo explotar en medio de una mezquita durante la hora de oraciones y una adolescente detonó su bomba en la Universidad de Maiduguri, ocasionando la muerte a 15 personas.
El líder de Boko Haram, Abubakar Shekau declaró que el ataque de la universidad se debía a que la institución estaba "mezclando islam y democracia". En el momento del atentado, esa misma universidad estaba llevando a cabo una campaña de vacunación masiva contra el sarampión promovida por la OMS.
Se sospecha que las vacunas fueron precisamente el motivo del atentado. Según analistas conocedores de la organización, Boko Haram considera que las vacunaciones forman parte de una conspiración occidental para esterilizar a las niñas y eliminar a la población musulmana de Nigeria.