Según informa la revista "El Oriente" de la Masonería española, la Iglesia Católica ha realizado un nuevo gesto para poner de relieve, como ya hiciera en su momento el cardenal Ravasi, la importancia de los principios fundacionales de la Masonería. En su discurso de Año Nuevo dirigido a toda la nación, el Cardenal Primado de la República Checa y Arzobispo de Praga, Dominik Duka, aludió al Tricentenario de la fundación de la Gran Logia de Londres para impulsar una idea del hombre “como ser razonable y capaz de tolerancia”.

Duka explicó que la Masonería fue una reacción a la Guerra de los Treinta Años librada entre 1618 y 1648, el conflicto religioso enfrentó a los Estados partidarios de la Reforma Protestante y la Contrarreforma Católica dentro del Sacro Imperio Romano Germánico. La intervención paulatina de las distintas potencias europeas convirtió gradualmente el conflicto en una guerra total devastadora.

“Doscientos años después [de la Reforma Protestante de 1517], en 1717, en la Catedral de San Pablo de Londres, pensadores espirituales e intelectuales pusieron en duda que fuese posible construir el mundo sólo con la Fe, con un libro, la Biblia. A esa comunidad se la llamó la Sociedad de los Masones. Reaccionaban a la situación creada tras treinta años de guerra que fueron un gran desastre, especialmente para Europa Central. Y vieron que el futuro no está sólo en las manos del arquitecto del mundo, del Creador, sino que depende también de que los actos de las personas se rijan por la razón y la tolerancia mutua”, dijo el Cardenal en su discurso de Año Nuevo a la nación checa.