Según ha informado la alcaldía de París, a partir del próximo otoño la Torre Eiffel podría quedar protegida de posibles ataques terroristas con una inmensa pared de vidrio de 2,50 metros de alta y a prueba de balas que rodearía el universalmente icónico munumento.

El objetivo de la administración municipal es evitar el colocado de antiestéticas barreras de seguridad como las que se situaron alrededor de diferentes estadios durante la Eurocopa de fútbol del pasado año.

Según el consejo que decide sobre todo lo que ocurre alrededor de la Tour Eiffel, si sus planes se aprueban finalmente, “habrá una pared a prueba de balas que abarcará la mayor parte de los jardines que rodean al monumento”.

El proyecto es parte de un plan más amplio de unos 300 millones de euros, destinado a reforzar la seguridad y a modernizar la comodidad de los accesos a la construcción. El acceso a la parte delantera de la Torre Eiffel seguiría siendo libre.

La Tour Eiffel es el monumento de pago más visitado del mundo, con más de seis millones de visitas anuales.