Nicolás Maduro, el dictador que manda en Venezuela, ha bloqueado el acceso a La Tribuna del País Vasco en todo el país, y a todos los venezolanos; magnifico ejemplo de libertad de expresión.

Lo único que hemos hecho algunos columnistas que colaboramos en este medio digital ha sido criticar su dictadura, su falta de educación, su lamentable gestión que ha llevado a uno de los países con más recursos naturales del planeta a un desabastecimiento de productos básicos (leche, pañales, compresas, y medicamentos, en general), desabastecimiento que está empezando a generar hambruna en sectores de la población. Y el que no se lo crea que visite el país, porque esto es así de fácil de comprobar.

Hemos denunciado las conexiones de miembros de su gobierno y allegados con el narcotráfico, y las más que conocidas con los personajes de Podemos, especialmente con Pablo Manuel y con su recuperado "Rasputín" Monedero.

Pero este dictador de tres al cuarto, más ignorante que una bacteria, nos ha vetado. En Venezuela, no se puede leer La Tribuna del País Vasco.

Mientras tanto, en España, la APM (Asociación de la Prensa de Madrid) denuncia que Podemos está presionando de maneras impresentables a periodistas que le critican y que han solicitado amparo. Normal que se lleven tan bien Maduro y estos de Podemos, y que compartan financiaciones, tácticas, estrategias, prebendas de todo tipo y políticas; misma casta dictatorial con distinto pelaje, lo vemos en Venezuela y lo acabamos de ver en Vistalegre II (pobre Tania y pobre Errejón).

Eso de la libertad de expresión no va con ellos, y como Maduro controla los proveedores de Internet ha lanzado un dictado y se ha fumado un puro cubano. Los informes relativos a la libertad de expresión en Venezuela durante los años 2015 y 2016 revelan que el bloqueo a diferentes webs de noticias, nacionales e internacionales es una práctica habitual que utiliza la poderosa Comisión Nacional de Telecomunicaciones. Aquí Pablo Manuel lleva años deseando y pidiendo un control de los medios de comunicación. Si a los periodistas les están haciendo lo que han denunciado a través de la APM, imaginemos que harían con ellos si un día llegasen al poder,  lo mismo que Maduro, al cual jamás critican.

Sr. Maduro, los niveles de cretinismo que un ser humano puede alcanzar son inimaginables, pero lo suyo, además de antidemocrático, sería una payasada sino fuese por las gravísimas consecuencias que para la mayoría de los venezolanos está teniendo. Es patético y no puedo entender cómo usted puede mirarse ante el espejo y no darse vergüenza de sí mismo y de lo que está haciendo.

Pero no nos va a callar, a nosotros no, usted ejerce cierto control sobre su país, pero no sobre nosotros, que vamos a seguir denunciando lo que es denunciable. Mientras tanto, cada vez más venezolanos hacen colas para comprar comida y productos básicos en días alternativos, porque en Venezuela no solo hay estanterías vacias en los comercios, hay racionamiento, y mientras tanto, usted cierra periódicos, encarcela a los opositores políticos con mentiras escandalosas y acusaciones gravísimas, insulta al presidente Mariano Rajoy y a quien le da la gana cuando le da la gana.

¿Por qué no  viene de visita a España y descubre lo que es una democracia? Sinceramente, creo que una viaje así le daría miedo, porque en el fondo es un cobarde, y probablemente sea lo que se conoce como un analfabeto funcional.

Podría visitarnos y tener el valor de decirle a la cara al presidente Mariano Rajoy lo que piensa de él (seguro que le recibe), y seguro que en la cadena Antena3 estarán encantados de entrevistarle, al igual que todos los medios de comunicación españoles, y usted podrá decir lo que quiera, porque aquí sí hay libertad de expresión.

No va a acabar bien, porque los dictadores se perpetúan en el poder todo el tiempo que pueden, pero no acaban bien, y usted es un dictador.

Sin libertad de expresión no hay democracia, y sin democracia los derechos fundamentales no están garantizados. Para nadie, ni siquiera para los dictadores.