Me quedo con tu compromiso, con tus valores, con esos 140 caracteres tan acertados que siempre escribías. Ojalá pudieras haber visto cómo tanta gente en Twitter estos días te dedicaba tantas palabras de afecto y admiración, y es que cuando se va un hombre bueno, todos sentimos un gran vacío.

Tenías muchas cosas por hacer y por vivir aún: ver crecer a tu hijo, disfrutar de tu pareja, ver a tu Atleti… Y tenías pendiente también venirte conmigo a ver a la Real en Anoeta. Estoy seguro de que ya estás allí arriba con tu padre, algunos aquí abajo seguiremos recordándote y defendiendo todo aquello que tú defendías con tanta valentía y lucidez. Gracias, Fer, descansa en paz amigo.

Alvaro R.