Hay dos candidaturas a primarias en el PSOE, y eso desde el principio: la de la coalición entre Susana Díaz y Patxi López, y la de Pedro Sánchez. Díaz se presenta para ser secretaria general; López, para quitarle votos a Sánchez.

Este repúblico no es ni será militante del PSOE; precisamente por ser español y socialista nunca se me ocurriría  estar en el PSOE, pero claro, estamos en una dictadura civil de partidos y los que no somos militantes tenemos que aguantar que una elección de un secretario general sea automáticamente la elección de un candidato a presidente del Gobierno. Por lo tanto, nos afecta lo que ocurra el día 21 como consecuencia de la usurpación partidista de nuestra soberanía. Y en eso son cómplices los militontos (que no militantes) del PSOE.

Es obvio que la candidatura de Sánchez es una candidatura contra alguien y contra algo. Es una candidatura contra lo barones y contra Rajoy. Pero claro, para eso no hay que estar en el PSOE, basta con tener alguna honestidad y sentido común. Eso no es ideología.

Lo que no tiene Pedro Sánchez es la más mínima idea de lo que quiere hacer, de cuál es su ideología, de lo que nos espera si sus partidarios le aupan a la Secretaría General y el militonto de Iglesias le lleva a la Presidencia del Gobierno después de las coces que el Geyperman le está propinando antes, durante y después como respuesta a la enésima propuesta del hambriento coletas de formar gobierno como sea.

No he visto a líder político alguno decir una cosa y la contraria a la vez tantas veces como el guapetón del puño en alto. Veamos:

1.-"España es una nación de naciones”.

2.-"España es una nación con singularidades, nunca defenderemos que sea una realidad plurinacional"

3.-"Nunca pactaremos con podemos"
 

4.-"Me equivoqué con Podemos al firmar con ciudadanos, debemos trabajar codo a codo con ellos"

5.-"Ciudadanos es un partido de derechas. Es el PP 2.0. Estamos contra el PP y contra el PP 2.0"

6.-"Quiero pactar con podemos y con ciudadanos"

7... Podría seguir hasta aburrir al lector...

Que no se crea el lector que la segunda opinión que refuta a la primera es la definitiva, vuelve tranquilamente a la primera por tercera vez..

El problema de Sánchez para el aparato lo vemos claramente en su relación con el Club Bildelberg. Pedro Sánchez confirmó su asistencia a la reunión del Club Bildelberg sin demasiados problemas para después ausentarse, aconsejado por asesores de marketing… de marketing… es especialista en decir una cosa y la contraria en muy poco tiempo… y es esto lo que no cuadra a los barones, que no confían en alguien tan "blandiblue" para que gestione sus negocios, que es básicamente lo que se entiende ahora por un presidente del Gobierno.

Los barones saben que Pedro Sánchez no es un "rojo", ni un "antisistema", ni piensa remotamente nacionalizar empresas o distribuir la riqueza, ni sacarnos de la OTAN a la que ya ha dejado claro que apoya, junto al Tratado de Libre Comercio y demás… El problema de Pedro Sánchez no es que sea un radical, sino que es muy cambiante. Hay más de diez versiones de Pedro Sánchez al punto que se le podría poner a discutir contra él mismo a través de los sucesivos vídeos en los que dice una cosa y la contraria. No se casa con nadie, ciertamente, pero no por independencia, sino porque no para de cambiar de idea… lo que es muy distinto.

Los militantes que le apoyan recurren a una suerte de explicación divina cuando ven esos vídeos, con respuestas increibles:  "no puede decir otra cosa ahora", "está bajo presión".  Pero claro, el problema no es que no pueda decir algo, el problema es el contrario. Ha dicho tantas cosas opuestas que nadie sabe que va a hacer realmente… este y no otro es el problema de los sociolistos (que no socialistas) para mantenerle arriba… Pedro Sánchez puede hacer y decir cualquier cosa y en cualquier momento.

Yo no sé ustedes, yo no me fiaría...

El único Pedro Sánchez que no ha existido nunca es el socialista: nunca ha querido nacionalizar la banca, ni sacarnos de la OTAN, ni traer la República, ni acabar con la partidocracia, ni establecer unas relaciones internacionales justas, ni redistribuir profundamente la riqueza. Ese nunca ha estado, aunque haya militantes que fantaseen con él; ni está ni se le espera. Pedir "autonomía" de los poderes financieros no es lo mismo que querer derribar las estructuras construidas por ellos. Mucho menos un liberal como Sánchez.

Ni rastro de aquellos viejos socialistas que pagaban hasta con la vida por serlo. El PSOE es hoy por hoy la mayor amenaza que existe para nuestro pais y las clases humildes.