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Sábado, 13 de Octubre de 2018 Tiempo de lectura:
"Grievance Studies Scandal" (1)

Revistas científicas aprueban la publicación de estudios falsos y ridículos por miedo a no ser "políticamente correctos"

De cómo “el pene es el responsable del cambio climático” o la supina estupidez de la ideología de género

La corrección política y la sumisión a los dogmas del marxismo cultural cuestionan cada vez más la validez de los artículos científicos.

James A. Lindsay, Peter Boghossian y Helen Pluckrose   /   Imagen: TwitterEl filósofo Peter Borghossian y el matemático James Lindsay han publicado en la revista “Cogent Social Sciences” un artículo en el que sostienen que "el pene está detrás de gran parte del cambio climático”. El trabajo es una broma sumamente elaborada y calculada titulada ‘The conceptual penis as a social construct’, que estos expertos firman con los pseudónimos de Jamie Lindsay y Peter Boyle, y que la publicación citada presenta como un sesudo y reconocido “artículo de investigación”.

 

En realidad, este texto forma parte de un cúmulo de 20 pretendidos trabajos de investigación que Borghossian y Lindsay, junto a la doctora Pluckrose, que entró un poco más tarde en el grupo, enviaron a importantes revistas científicas occidentales para comprobar de una forma empírica cómo la doctrina intelectual preponderante en el mundo cultural, científico y científico, dominada por cuestiones como la ideología de género, la corrección política, el marxismo cultural, el sexismo o el nuevo racismo anti-blanco, influye, y mucho, en la publicación o no de determinados artículo científicos en las principales publicaciones científicas de Europa y Estados Unidos.

 

Los resultados del estudio no se hicieron esperar. De los 20 ensayos enviados, y hasta que se destapó la trampa, cuatro fueron publicados, tres más ya habían sido aceptados, otros siete estaban en espera de revisión y solamente seis fueron rechazados. 

 

Entre las delirantes investigaciones que lograron pasar el filtro académico y que fueron publicadas (alguna de ellas incluso fue premiada) destacan los siguientes títulos: "Reacciones humanas a la cultura de violación y performatividad 'queer' en parques urbanos para perros en Portland, Oregon";  "¿Quiénes son ellos para juzgar? Superar la antropometría. Un marco para el culturismo"; "Entrar por la puerta de atrás: desafiar a la homohisteria masculina rectal y la transfobia a través del uso de juguetes sexuales penetrantes y receptivos"; "Una etnografía de la masculinidad: objetivación, conquista sexual, control masculino y 'dureza' masculina en un restaurante de objetivación sexual";  "Cuando la broma está sobre ti: una perspectiva feminista sobre cómo la posicionalidad influye en la sátira";  "Reuniones de la luna y el significado de la hermandad: una representación poética de la espiritualidad feminista vivida"; "Nuestra lucha es mi lucha: el feminismo solidario como respuesta interseccional al neoliberalismo y al feminismo selecto". 

 

"Pusimos en marcha este proyecto para comprender y exponer la realidad de estos 'estudios basados en la queja', que están corrompiendo la investigación académica", dicen los académicos. Todo el relato del plan se ha divulgado en la revista 'Areo' y en diversos documentales publicados en Youtube. En estos, Pluckrose, Lindsay y Boghossian relatan paso a paso sus intenciones, metodología y resultados en los que quedaría expuesta la corrupción del sistema de las revistas académicas y el conflicto ideológico intrínseco a estos nuevos campos de estudio. 

 

Sus artículo "intencionadamente erróneos" se habían convertido en algunos casos en escritos de referencia en el sector de los estudios de género, raza y sexualidad. "Para nosotros los estudios sobre 'género, raza y sexualidad' son importantes. El problema es que se ha desarrollado una cultura en la que solo ciertas conclusiones están permitidas, como que el privilegio blanco y la masculinidad son de por sí problemáticas o negativas. Lo que nos preocupa es que en estos campos se anteponga la ideología a la verdad objetiva", explican estos académicos.

 

En el caso del artículo "The conceptual penis as a social construct", los responsables de esta elaborada tomadura de pelo demuestran que el marxismo cultural, en general, y la ideología de género, en particular, solamente son un nuevo totalitarismo ignorante manado de la extrema izquierda ideológica que domina el magma académico de Occidente. Para demostrarlo, un ejemplo de una de las "sabias" conclusiones del trabajo publicado en "Cogent Social Sciences": “El pene se entiende mejor como una construcción social que es a la vez perjudicial y problemática para la sociedad y las generaciones futuras. El pene conceptual presenta problemas significativos para la identidad de género y la identidad reproductiva dentro de la dinámica social y familiar, es excluyente para las comunidades marginadas basadas en el género o la identidad reproductiva, es una fuente duradera de abuso para las mujeres y otros grupos y personas marginados por el género, es la fuente universal de violación y es el conductor conceptual detrás de gran parte del cambio climático”.

 

Borghossian y Lindsay han explicado en “The Skeptic” cómo elaboraron el imaginativo, absurdo y descacharrante texto que la “prestigiosa” revista científica “Cogent Social Sciences” ha difundido sin ningún tipo de problema, ya que parecía mostrarse favorable a lo políticamente correcto, es decir a la ideología de género. “Después de acabar el artículo, lo leímos con atención para asegurarnos de que no decía nada significativo y, como ninguno de los dos pudimos determinar de qué trataba realmente, lo consideramos un éxito”. Las citas incluidas en el artículo a modo de confirmación de las tesis de los autores, también son falsas: muchas no tienen relación con el tema y otras son, directamente, ridículas.

 

 

 

 

 

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