Vinculados al autodenominado Estado Islámico
Terroristas musulmanes atacan el sur de Filipinas, el país católico más grande de Asia
![[Img #11466]](upload/img/periodico/img_11466.png)
Milicianos terroristas musulmanes vinculados al autodenominado Estado Islámico han arrasado Marawi, una ciudad de Mindanao, en el sur de Filipinas, decapitando al jefe de Policía, quemando edificios, secuestrando a un sacerdote católico y sus fieles, y haciendo ondear la bandera negra de DAESH. El presidente Rodrigo Duterte, que ya había declarado la Ley Marcial en un tercio del país, ha advertido que podría expandirla a nivel nacional.
Los terroristas islamistas han causado al menos 21 víctimas y según se conocen más y detalles de lo sucedido ene sta región se tema que la nación católica más grande de Asia pueda estar en riesgo de verse convulsionada por la onda del autodenominado Estado Islámico que se expande desde Irak y Siria. La violencia estalló hace unos días, después de que el Ejército invadiera el escondite de Isnilon Hapilon, un comandante del grupo militante Abu Sayyaf que había jurado su lealtad a los islamistas. Hapilon está en la lista de Washington de los terroristas más buscados y se ofrecen cinco millones de dólares por cualquier información que pueda terminar con su captura.
"Estamos en un estado de emergencia", ha dicho Duterte, después de abortar un viaje a Moscú y regresar a Manila. "Tengo un problema serio en Mindanao y las huellas del ISIS están por todas partes".
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Milicianos terroristas musulmanes vinculados al autodenominado Estado Islámico han arrasado Marawi, una ciudad de Mindanao, en el sur de Filipinas, decapitando al jefe de Policía, quemando edificios, secuestrando a un sacerdote católico y sus fieles, y haciendo ondear la bandera negra de DAESH. El presidente Rodrigo Duterte, que ya había declarado la Ley Marcial en un tercio del país, ha advertido que podría expandirla a nivel nacional.
Los terroristas islamistas han causado al menos 21 víctimas y según se conocen más y detalles de lo sucedido ene sta región se tema que la nación católica más grande de Asia pueda estar en riesgo de verse convulsionada por la onda del autodenominado Estado Islámico que se expande desde Irak y Siria. La violencia estalló hace unos días, después de que el Ejército invadiera el escondite de Isnilon Hapilon, un comandante del grupo militante Abu Sayyaf que había jurado su lealtad a los islamistas. Hapilon está en la lista de Washington de los terroristas más buscados y se ofrecen cinco millones de dólares por cualquier información que pueda terminar con su captura.
"Estamos en un estado de emergencia", ha dicho Duterte, después de abortar un viaje a Moscú y regresar a Manila. "Tengo un problema serio en Mindanao y las huellas del ISIS están por todas partes".











