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Ernesto Ladrón de Guevara
Martes, 06 de Junio de 2017 Tiempo de lectura:

Ingeniería social y totalitarismo blando

El término totalitarismo blando ha sido acuñado por Iñaki Ezkerra en su magnífico libro, necesario para entender las convulsiones presentes en el mundo, “Los totalitarismos blandos, Podemos, nacionalistas y otros enemigos de la democracia”   En él acierta con el diagnóstico, y también con el tratamiento. Gonzalo Fernández de la Mora hace tres décadas ya anunció esta crisis sistémica en el orden político con “El crepúsculo de las ideologías”. De ahí vienen todos los males, pues a la renuncia al pensamiento, a la filosofía política, se añade el vacío intelectual en la clase política, y por tanto la ausencia de rumbo, de horizontes y de objetivos que vayan más allá al de “qué hay de lo mío”. 

 

Las ideologías permiten elaborar proyectos de futuro, diseñar nuevos órdenes políticos y sociales, establecer el orden de prioridades que se derivan de una taxonomía axiológica, en definitiva, qué modelo de mundo, de humanidad, queremos en un contexto de fuerte convulsión sociológica, de principios y valores. Y para ello se requiere plantearse qué papel ha de desempeñar cada hombre y cada mujer en el mundo, cuál ha de ser la interrelación de cada individuo con la naturaleza, qué principios han de guiar el orden jurídico, cuáles son los atributos que han de adornar la dignidad humana; es decir, la cultura antropológica que ha de primar, los principios en el orden filosófico que han de dar la trama a nuestra organización política y social. Demasiado pedir para quienes solamente ven el lado práctico de las cosas inmediatas y el poder como herramienta para someter a los que piensan de forma diferente. 

 

Dice en su libro Iñaki Ezkerra…

 

    “Esa experiencia histórica del discernimiento entre el mal y el bien político nos impone la tarea de cerrar la puerta a todas las propuestas totalitarias que ya han fracasado y que han dejado un largo reguero de sangre en el pasado de nuestro continente. Una democracia no puede prohibir que alguien la impugne proponiendo asambleas en el ágora, pero sí puede y debe parar los pies a  quien haga valer esas asambleas más que los votos; a quien use el tumulto del asambleísmo para crear la ficción del sufragio universal.  Como puede y debe perseguir la discriminación racial o la idea de que es lícita la eliminación del adversario, o sea todos los rasgos totalitarios de los que tenemos una larga y sobrada experiencia colectiva. La verdadera cuestión es qué margen de contestación puede tolerar una democracia y hasta dónde debe  llevarnos el celo que cuestione como un absoluto la propia tolerancia.  Pero resulta obvio que la alternativa que nos aleje de la dictadura que se llevó Franco a la tumba no es una democracia bobalicona que entreviste amablemente a los representantes de una Generalitat en rebeldía que emulan los antecedentes que se alzaron contra la propia República.”

 

Un repaso de las expresiones actuales de patología política en este caos en el que estamos, donde la Constitución es una mera declaración de principios a la que una pléyade de políticos nefandos hace cortes de manga, nos llevaría no a realizar un artículo como éste sino un libro, que ya anuncio estar redactando. Pero sin ser tan pretencioso voy a hacer un repaso con algunas pinceladas sueltas de la actual política basura que produce verdaderas bazofias y esperpentos en el plano político. Evidentemente se tratan de ejemplos a modo de muestra pues el repertorio sería demasiado extenso.

 

El pasado sábado se celebró una manifestación multitudinaria en Navarra para reivindicar el respeto a los símbolos centenarios de esa Comunidad, ultrajados por el actual gobierno títere del nacionalismo vasco que pretende extenderse en una calculada operación relámpago de ocupación de las tierras navarras.  Es una muestra paradigmática que nos da la medida de lo que ocurre cuando hay un desprecio absoluto a la idiosincrasia de unos territorios, a las aspiraciones de la mayoría de sus gentes a conservar su estatus político y social, y a los derechos de cada uno de los habitantes, sin perjuicio de considerar legítima la pretensión de cambiar el marco jurídico que puedan tener algunos de los ciudadanos, siempre que se atengan a lo establecido en el orden constitucional que nos dimos en su momento, y que habría que revisar no para dar píe a los reventadores profesionales sino para afianzar el sistema y darle continuidad y estabilidad.  Ese gobierno subversivo, copia inefable del que existe en Cataluña –otro esperpento inaudito- debería ser erradicado por el poder de la mayoría de los vecinos de Navarra a los que se ha suplantado legalmente, pero no legítimamente.

 

    Otro de los productos de la psicopatología que habría que poner como ejemplo  de demencia política es una noticia publicada esta semana pasada en ABC informando de que “El PSOE autoriza el catalán como ‘lengua vehicular’ en colegios de Aragón”.  Si ustedes creen que han leído mal o que yo me he equivocado en la transcripción, lean directamente la noticia en  http://www.abc.es/espana/aragon/abci-psoe-autoriza-catalan-como-lengua-vehicular-colegios-aragon-201606030931_noticia.html   y lean el subtítulo de la noticia, no más tranquilizador:  “El Gobierno de Lambán acaba de dictar una orden que refuerza y amplía la enseñanza del catalán en el Bachillerato, y permite impartir el resto de asignaturas en esa misma lengua, en vez de en castellano.”  Es realmente sorprendente. Y más absurdo aún, por si fuera poco, es que Ciudadanos –otro de los partidos que se suman al populismo, esta vez de baja intensidad- se sumen a la propuesta.

 

La semana pasada saltó, así mismo, una información publicada por La Tribuna del País Vasco y otros medios, según la cual veinticinco historiadores de lo más granado  de la ciencia historiográfica vasca –es decir que casi todos- denuncian en un manifiesto conjunto la destrucción de expedientes judiciales de la actividad terrorista de ETA hasta el punto de que en el año 2005 “[…] había destruido más de setenta toneladas de documentación de los ámbitos civil, penal, social y contencioso-administrativo” preguntándose qué papel ha tenido el Departamento de Cultura del Gobierno Vasco en esa destrucción, puesto que, al menos, no lo impidió, siendo de su competencia la custodia de ese material por su valor histórico. Y tales historiadores se preguntan cómo pueden reconstruir historiográficamente cuarenta años de sangre y plomo sin documentación que lo sustente.  En fin… prefiero no hacer elucubraciones  al respecto pues nos llevaría a conclusiones peligrosamente aventureras.  Desde que Zapatero decidió trasladar a la Generalitat miles de cajas de documentación histórica desde el Archivo de la Guerra Civil de Salamanca, no hemos conocido su paradero, luego cabe conjeturar que a alguien molestaba la Memoria Histórica, no la que ha tratado resucitar la izquierda, sino  aquella que  es verdaderamente histórica, la científica, la que busca la verdad y no es sectaria. Pues en este caso igual, pero en hechos sucedidos mucho más recientemente.

 

Otro de los espantos para cualquier sentido común que se base en el bienestar colectivo es el que nos ha llegado desde Galicia, donde se ofrece dinero para los alumnos de las universidades gallegas por hacer sus tesis o trabajos en gallego y no en castellano o inglés. Recuerdo hace unos pocos años a mi hija defendiendo la tesis en la lengua universal de la ciencia, el inglés. Me la imagino redactando su trabajo en gallego para que se quede en los límites pueblerinos de esa respetable y admirada región. Afortunadamente mi hija estudió en una universidad con más amplitud de miras. ¿Hasta dónde hubiera llegado su prestigiosa investigación? ¿Se hubiera conocido más allá de nuestras fronteras? Obviamente no. ¿No tendrán sentido del ridículo? ¿Esta gente está en la universidad o en la aldea? Y que conste que no es moco de pavo la cantidad ofrecida por redactar una tesis en gallego: 400 euros.  ¿Pero no hay otras necesidades? ¿Así se promueve la ciencia, el avance del conocimiento y la universalidad del mismo? ¿A qué grado de necedad y de estrechamiento del cerebro hemos podido llegar? El que los hablantes del gallego hayan reducido su presencia por un mínimo sentido práctico de las cosas y por tener alguna mira cosmopolita no justifica políticas de protección que nos lleve no solamente a un empobrecimiento cultural sino también económico. No estamos tan boyantes como para tirar el dinero de esa manera por la alcantarilla. Y en esto también tiene una carga de responsabilidad muy grande el PP, que se ha desideologizado hasta límites preocupantes.

 

Son solamente cuatro  ejemplos muy recientes, lo que da el signo de los tiempos que es que la estupidez tiene un poder de contagio muy grande que lo aprovechan los populismos para hacer su negocio particular.  Prometo seguir con el repertorio de barbaridades la próxima semana, pues es una obligación de los científicos sociales el hacer la taxonomía de los absurdos patológicos.

 

Esto del populismo es muy peligroso, se abre la caja de Pandora de la demagogia sin límite y ello lleva directamente a la esquizofrenia, que como todos ustedes saben es confundir las alucinaciones y fantasías con la realidad.

 

Empieza a ser hora de ir recuperando el sentido genuino de la política, es decir, el arte o ciencia de hacer lo posible para la felicidad de las gentes, no para su malestar y perjuicio.

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