La miseria moral islamista
La selección de fútbol de Arabia Saudí no respeta el minuto de silencio por las víctimas de Londres
Australia y Arabia Saudí se acaban de jugar la clasificación para el Mundial de Rusia en un encuentro celebrado en la localidad de Adelaida. Antes de comenzar el encuentro, la organización anunció que iba a tener lugar un minuto de silencio en señal de duelo por las víctimas del atentado islamista cometido en Londres el pasado sábado, en el que ocho personas fueron asesinadas, entra ellas dos jóvenes australianas.
Arabia Saudí, inspiradora del islamismo cruel, totalitario y fanático que impulsa a los terroristas musulmanes del autodenominado Estado Islámico, hizo caso omiso del minuto de silencio y mientras los jugadores formaron una fila en el centro del campo, los saudíes fueron a tomar rápidamente sus posiciones. Tampoco los jugadores que se quedaron en el banquillo se pusieron en pie como sí lo hicieron el resto de asistentes al campo, lo que provocó el abucheo del público.
Previamente al encuentro, la Federación Australiana de Fútbol y la Confederación asiática habían acordado participar en el minuto de silencio. Poco después, los saudíes, demostrando su miseria ética y el estercolero moral en el que viven, se retractaron alegando que "este gesto de duelo no es propio de su cultura".
Australia y Arabia Saudí se acaban de jugar la clasificación para el Mundial de Rusia en un encuentro celebrado en la localidad de Adelaida. Antes de comenzar el encuentro, la organización anunció que iba a tener lugar un minuto de silencio en señal de duelo por las víctimas del atentado islamista cometido en Londres el pasado sábado, en el que ocho personas fueron asesinadas, entra ellas dos jóvenes australianas.
Arabia Saudí, inspiradora del islamismo cruel, totalitario y fanático que impulsa a los terroristas musulmanes del autodenominado Estado Islámico, hizo caso omiso del minuto de silencio y mientras los jugadores formaron una fila en el centro del campo, los saudíes fueron a tomar rápidamente sus posiciones. Tampoco los jugadores que se quedaron en el banquillo se pusieron en pie como sí lo hicieron el resto de asistentes al campo, lo que provocó el abucheo del público.
Previamente al encuentro, la Federación Australiana de Fútbol y la Confederación asiática habían acordado participar en el minuto de silencio. Poco después, los saudíes, demostrando su miseria ética y el estercolero moral en el que viven, se retractaron alegando que "este gesto de duelo no es propio de su cultura".